Pronunciación

Hola, tengo una hija de 38 meses que tiene el habito de succionar su labio inferior, esto es gran parte del día, esto ha causado que su labio se este deformando (agrandando) y en lo particular no me gusta el aspecto que tiene al estar haciéndolo. He notado que tiene problemas para pronuciar alguna letras, las palabras que inician con "S" la sustituye por "T", estará relacionado con su habito, ¿o es normal? Me gustaría conocer su consejo para que deje el habito de succionar o "chupar" su labio. Gracias y Saludos
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Bien, en principio te diré que la pronunciación no tiene por qué estar condicionada por esa succión que me cuentas, pero si que con más de 3 años, es importante que se pueda mejorar. Es normal que los niños de esta edad todavía comentan errores de pronunciación. Para mejorarla, podéis "no entender" a vuestra hija cuando lo diga mal, invitándola a repetirlo con vosotros correctamente. No se trata de forzarla, sino simplemente ir corrigiéndola cuando pronuncie mal, motivándola a que lo repita correctamente, pero siempre sin forzarla.
En cuanto al tema de la succión de su labio inferior, son hábitos nerviosos que se desarrollan de manera inconsciente, y que son muy difíciles de anular.
Lo primero es plantearse desde cuando lo hace, y si en ese momento hubo algún cambio en sus rutinas diarias, que pueda haberle afectado ligeramente en el ámbito emocional, y por tanto iniciase el hábito de la succión para adaptarse a la nueva situación. Si no es así, también es probable que sea una llamada de atención, que estaremos reforzando si le indicamos continuamente que lo deje. Por eso creo que lo mejor es cuando observéis que se está produciendo le digáis algo que le obligue a contestaros, teniendo así que dejar de hacerlo. Será muy costoso si lo hace muy asiduamente, por que continuamente le deberéis invitar a hablar, pero con constancia, seguro que conseguiréis que vaya desapareciendo poco a poco.
Por otro lado debéis tener en cuenta que una succión de este tipo, es muy parecida a la del chupete, y que por lo tanto es algo que resta ansiedad y aporta seguridad a vuestra hija, y por lo tanto es un mecanismo de defensa para enfrentarse a un mundo todavía muy nuevo para ella.
Sed pacientes y constantes, sin recriminarle que lo haga, sino más bien haciendo caso omiso o sin hacer comentarios al respecto. Sólo comentadle cualquier otra cosa para que se vea obligada a hablar, y así dejar de hacerlo. Es costoso, pero suele funcionar si no hay un problema de ansiedad importante detrás. Así que ánimo, que esto está "chupado", y valga la redundancia.

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