Establecimiento Público
Desconozco si está puesto en consumo, en todo caso, le expongo los hechos
La semana pasada acudí a una terraza de verano a tomar unas copas con mi novia. Al llegar a la entrada del establecimiento, el portero estaba vendiendo entradas para un concierto que se estaba celebrando en ese momento en el interior. No obstante, nos ofrecía la posibilidad de acceder gratuitamente siempre y cuando nos quedáramos en la primera mitad del recinto (el fondo era reservado para el concierto) donde había otra barra, mesas y sillas a disposición de los usuarios
Decidimos entrar sin pagar y, siguiendo las instrucciones, nos dirigimos a la primera barra (para los que no iban al concierto), sin embargo, no pudimos acceder ya que la barra, por motivos que desconozco, estaba bloquea por una máquina de tabacos. Mi pareja y yo nos miramos con cara de poker y tomamos la decisión de movernos a la otra parte, la del concierto, en busca de la otra barra. Decir que por todo el recinto había total libertad de circulación, ya que no había ningún sistema de control de acceso, ningún cartel de prohibido, ninguna barrera física, es decir, nada de nada. Una vez en la zona "privada", nos pedimos nuestra copa y nos acercamos al ambiente del concierto con la tranquilidad de no estar haciendo nada ilegal
Al rato se nos acerca un personal de vigilancia, presuntamente, para invitarnos a cambiarnos a la zona gratuita, diciéndonos que su compañero nos lo advirtió. No nos requirió entrada ninguna. Tras una corta discusión, volvimos a la zona "gratuita" y vimos que la máquina de tabacos había desaparecido. La indignación y la rabia se apoderó de nosotros ¿Es posible limitar el paso dentro de un establecimiento sin existir servicio de admisión? ¿Por qué no marcaron frontera entre la zona privada y la libre? Aquello era ridículo. Estoy pensando en denunciar el hecho en la Oficina de Consumo pero antes me gustaría conocer su opinión
La semana pasada acudí a una terraza de verano a tomar unas copas con mi novia. Al llegar a la entrada del establecimiento, el portero estaba vendiendo entradas para un concierto que se estaba celebrando en ese momento en el interior. No obstante, nos ofrecía la posibilidad de acceder gratuitamente siempre y cuando nos quedáramos en la primera mitad del recinto (el fondo era reservado para el concierto) donde había otra barra, mesas y sillas a disposición de los usuarios
Decidimos entrar sin pagar y, siguiendo las instrucciones, nos dirigimos a la primera barra (para los que no iban al concierto), sin embargo, no pudimos acceder ya que la barra, por motivos que desconozco, estaba bloquea por una máquina de tabacos. Mi pareja y yo nos miramos con cara de poker y tomamos la decisión de movernos a la otra parte, la del concierto, en busca de la otra barra. Decir que por todo el recinto había total libertad de circulación, ya que no había ningún sistema de control de acceso, ningún cartel de prohibido, ninguna barrera física, es decir, nada de nada. Una vez en la zona "privada", nos pedimos nuestra copa y nos acercamos al ambiente del concierto con la tranquilidad de no estar haciendo nada ilegal
Al rato se nos acerca un personal de vigilancia, presuntamente, para invitarnos a cambiarnos a la zona gratuita, diciéndonos que su compañero nos lo advirtió. No nos requirió entrada ninguna. Tras una corta discusión, volvimos a la zona "gratuita" y vimos que la máquina de tabacos había desaparecido. La indignación y la rabia se apoderó de nosotros ¿Es posible limitar el paso dentro de un establecimiento sin existir servicio de admisión? ¿Por qué no marcaron frontera entre la zona privada y la libre? Aquello era ridículo. Estoy pensando en denunciar el hecho en la Oficina de Consumo pero antes me gustaría conocer su opinión
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Respuesta de joseamart
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