Ética en el trabajo
Tengo una duda, algunas personas me han dicho que no se debe dar tratamiento a personas de la propia familia, ya que, no es algo muy ético y te puede traer consecuencias de que no logres desarrollar un buen trabajo con la persona ¿es verdad?
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Respuesta de aurelius
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Suele no recomendarse tratamiento psicoterapéutico entre miembros de familia ademas de amigos, compañeros de trabajo y todas aquellas personas con las que pudieran existir fuertes vínculos emocionales personales. Como tu mismo dices, las consecuencias muy probablemente serán que no se logre desarrollar un buen trabajo. Esto es debido a que, como existen dichos vínculos emocionales entre terapeuta y sujeto, el proceso se vería inclinado hacia uno de los polos de forma muy inoportuna y desgastante. Ademas, dentro del tratamiento, suelen trabajarse conflictos precisamente con miembros con los que uno se relaciona... y no es muy adecuado que sean esas mismas personas quienes realicen la psicoterapia.
Por otra parte, es verdad (y muy necesario) que en la relación terapeuta-cliente se llega a formar un vínculo emocional muy fuerte (como el rapport, la empatía, la transferencia) que en ocasiones suele causar un sentimiento de frustración y de deterioro en el trabajo terapéutico, sin embargo se logra sobresalir a esto por que el primer contacto entre ambas personas llevó siempre un objetivo: trabajo terapéutico (por eso el infalible requisito del objetivo antes de comenzar a trabajar), muy distinto al objetivo que pueden perseguir los miembros de una misma familia.
Existe, en fin, una inmensa cantidad de contras que se pueden hallar para preferir no hacer tratamiento a familiares, amigos, etc., pero no es necesario analizarlas todas: al poco tiempo de que se ha comenzado a trabajar uno puede darse cuenta sencillamente que no es conveniente, que no funciona.
Hasta pronto.
Aurelius.
Por otra parte, es verdad (y muy necesario) que en la relación terapeuta-cliente se llega a formar un vínculo emocional muy fuerte (como el rapport, la empatía, la transferencia) que en ocasiones suele causar un sentimiento de frustración y de deterioro en el trabajo terapéutico, sin embargo se logra sobresalir a esto por que el primer contacto entre ambas personas llevó siempre un objetivo: trabajo terapéutico (por eso el infalible requisito del objetivo antes de comenzar a trabajar), muy distinto al objetivo que pueden perseguir los miembros de una misma familia.
Existe, en fin, una inmensa cantidad de contras que se pueden hallar para preferir no hacer tratamiento a familiares, amigos, etc., pero no es necesario analizarlas todas: al poco tiempo de que se ha comenzado a trabajar uno puede darse cuenta sencillamente que no es conveniente, que no funciona.
Hasta pronto.
Aurelius.
