Un culebrón traumático

Hola.
Hace justo seis meses abandoné una relación extraoficial, es decir, ella (a quien llamaré S.) estaba casada y yo convivía con mi pareja. El caso es que ella se quedó embarazada de su marido y, a pesar de lo mucho que nos queríamos y de tantos proyectos como habíamos imaginado juntos, rompimos la relación sin ni siquiera darnos un beso de despedida. Quizá mi respuesta a una amenaza de muerte de su marido, que se enteró de todo, no fue la más apropiada: le escribí un correo en el que le decía que yo era tan víctima de los engaños de S. Como él. El día siguiente, S. Me llamó para decirme que no había nada más entre ella y yo, y eso que hacía dos semanas me estaba suplicando que no la dejara porque tenía miedo; un miedo del cual tampoco sabría darte razón. Además, se cambió el número de móvil y canceló las cuentas de correo que yo conocía, suspendiendo así la relación por completo.
A los pocos días de la separación, ella abortó. De esto me enteré por una tercera persona. Desde entonces hasta ahora, sólo en una ocasión he contactado con S., y fue en una llamada telefónica en la que yo le pedía que habláramos y cerrásemos el asunto civilizadamente, y ella me respondió que el asunto ya estaba cerrado y que no había nada más que hablar.
El caso es que me costó esta separación. Yo sigo con mi pareja (quizás soy un tanto hijo de puta, no lo negaré) y ella, según creo, con su marido. Aunque me pesa muchísimo que haya desaparecido para mí, intento seguir con la vida aburrida que pretendía modificar con los planes con S. De los que te he hablado. El problema es que todavía sueño con ella; y cuando esto ocurre, tengo unos días horrorosos en los que se mezclan las oportunidades perdidas con los errores cometidos. A veces, le envío correos banales, sin más propósito que el de demostrarle que todavía estoy ahí, como escribiría un novelista mediocre. Y, de acuerdo con la cancelación de las cuentas de correo a que antes me he referido, ella no responde. Supongo que aún sigo esperándola.
Lanzado a olvidarla, ¿cómo puedo conseguir que los sueños desaparezcan del todo? ¿Quizá debiera insistir en hablar con ella? ¿Quizá si no le vuelvo a escribir desaparecerán?
Puede que mi problema te parezca una imbecilidad, pero a mí me está afectando. De hecho, creo que incluso me está costando la salud.
Gracias por adelantado.

1 respuesta

Respuesta
Creo que lo primero que debes hacer es romper con tu pareja. Si la has engañado es porque no la amas y vuestra relación se basa en la costumbre.
Por otro lado, con ES la relación ya ha terminado, a pesar de que pueda quedar algo donde hubo amor no tiene sentido aferrarse a algo terminado.
Después de las separaciones queda el duelo lógico que debes pasar pero intentar salir, divertirte, olvidarte un poco de las mujeres y dedicarte a ti mismo. Haz algo que siempre has deseado hacer, por ejemplo.

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