Los celos y la inseguridad atormentan mi relación de pareja por un problema de hace tres meses
Llevo 3 años con mi novia... Bueno y hace como unos 2 o 3 mese tuve un problema con mi pareja que se logro resolver y al final de todo decidimos seguir juntos... El problema es que ya a pasado esta cantidad de tiempo y la mayoría de los días me atormentan pensamientos de temor de inseguridad de celos siempre fui muy seguro pero ahora todo se me hace un mundo me preocupo por cualquier cosa y por cualquier cosa pienso que ella ya no me quiere... He hablado con mi pareja muchas veces y ella me dice que ya están cansada de juararme que me ama y que no podría vivir sin mi, dice que ella me ama demasiado y que soy una de las personas más importantes su vida, eso me logra cambiar un poco los ánimos pero al tiempo regresa esa sensación en el pecho como de vacío o dolor noc no la puedo explicar, esto es un sentimiento que me tortura y no me deja vivir en paz y pienso que le afecta a mi relación porque siempre mi estado de animo es triste y inseguro y a menudo le pregunto muchas cosas trilladas que se me ocurren, en mi interior algo me dice que todo esta bien porque cuando estoy con ella así me siento bien pero luego cuando estoy solo regresa esos sentimientos y miedos... Noc que hacer quiero terminar con esta sensación ya y disfrutar mi relación de pareja como lo hacia antes de todo esto cuando era 100 %feliz, porque siento que necesito ayuda pero me es imposible ir a un psicólogo porque donde vivo no se si hay alguno,... Gracias por su ayuda...
Los celos es un pensamiento imaginario. Irreal. ¿Qué pasaría si ...?, ¿Cómo me sentiré sí ...?. Mientras tanto damos vueltas y pensamos inútilmente y sin hacer ningún bien a nosotros ni a los demás. Los celos son un problema de amor hacia uno mismo, de autoestima. Ya tenemos una ventaja. Lo hemos detectado, y ahora será muy fácil que lo llegues a superar. Por tanto, tenemos que aprender a amarnos a nosotros mismos. Te paso los consejos que pasé a un hombre que padecía de celos. Puedes leerlo y aprenderlo y explicarle a tu marido sobre ello. Lo primero es NO CULPABILIZARTE DE TU PASADO. El pasado ya se fue, ya no existe. Da gracias a Dios de haberlo vivido y de poder sacar experiencias de él para AHORA. Si tu pasado fue duro, ahora puedes ser más fuerte y tener una experiencia valiosísima. No te preocupes por EL FUTURO. Vive al día. Haz las cosas con tu mejor intención. Si no salen como tu quisieras, acéptalo. No tienes tu la culpa. Las personas reaccionamos a veces mal. Tú sigue haciendo el bien. Aprende a CONTROLAR TU PENSAMIENTO. Cuando percibas que te estás diciendo a ti misma: "Fracasarás" "Eres una inútil" y cosas por el estilo, piensa. Estoy haciéndolo mal. Lo que sí es ahora un fracaso es estar pensando eso. Piensa en algo que te guste: una canción, una puesta de sol, una sonrisa que te dio una persona, el interés de que seas feliz del que esto te escribe, o otra cosa parecida. Acéptate como eres. Guapo o feo, listo o tonto, rico o pobre. Mira lo que tienes, no lo que te falta cuando te comparas con los demás. Puedes andar, reír, escribir, ver con tus ojos, comer y beber cuando quieres. Piensa que hay muchos seres humanos en el mundo que no tienen esas cosas que tu sí tienes, y se esfuerzan por sobrevivir y ser felices. Intenta no ponerte demasiadas obligaciones. Haz cosas durante el día, pero bien hechas, perfectamente hechas. Cada cosa que hagas piensa que es como si no existiera otra cosa para hacer en el mundo. Disfruta de lo que haces. Esa es la clave. Otra cosa, no te compares con nadie. Vive TU VIDA. No quieras parecerte ni tomar modelo de lo que le pasa a esta o a la otra. Tú eres único e irrepetible y tienes que aprender a darte satisfacción, a conocerte y a respetarte a ti mismo. Si los demás tienen problemas, tú procura ser consciente que su tristeza te puede arrastrar a ti. Para ello, recobra energía disfrutando de tu vida, respirando, paseando al aire libre en la montaña o junto el mar. Intenta no observarte demasiado. Si te tienes como protagonista "estelar" de tu vida no podrás dedicar suficientemente a los demás (eso me pasó a mí también durante algunos años en que viví solo). La mejor solución para el problema que notas ahora es LLENAR TU VIDA DE HECHOS DE AMOR Y DE SERVICIO PARA LOS DEMÁS. Sí, hay muchas personas que pasan a diario en tu camino que necesitan de ti, de una sonrisa, de que les escuches, de que valores sus trabajos o esfuerzos. ¿Qué te impide esforzarte para hacerles la vida más agradable? Así, cuando llegue al final del día te vendrán pensamientos de esas personas contentas, llenas de energía que les has comunicado tú, y verás que eso es muy contagioso (pues te lo pasas muy bien). Estarás pensando qué y cómo actuar mañana, la semana que viene, etc. Tienes que vivir una vida que te satisfaga a ti. No dejes pasar los días uno detrás de otro sin ningún sentido. Cuenta los días de tu vida por las buenas obras que has hecho en cada uno de ellos. Si algún día no has hecho nada positivo por los demás, considéralo un día perdido. En cuanto a las pastillas, yo no creo mucho en ellas. La fuerza está en ti, en tu mente. Conozco a personas que tomaban seis pastillas diarias contra diversas dolencias de su espíritu que se han recuperado tomando una infusión de manzanilla por las mañanas y una infusión de cola de caballo con miel por las noches. Hazte un plan de vida, un horario, y cúmplelo, por ejemplo: 7. 00 Levantarse y aseo 7. 45 Lectura, meditación o paseo 8. 15 Desayuno 9 a 13 trabajos 13 a 14 almuerzo 14 a 18 trabajo 18 a 20 tiempos libres 20 a 21 cena 21 a 22 Formación, lectura 22 a 23 aseos. 23 Descanso. No quieras hacer muchas cosas. Ves haciendo las que puedas, pero cuando cojas una cosa entre manos intenta hacerla perfectamente, como si fuera la única cosa que pudieras hacer en tu vida. Sé útil a los demás no te encierres en ti mismo, ayuda a la gente que te rodea en tu familia, en tu trabajo en tus ratos con amigos. Hazles la vida sencilla, que no se tengan que preocupar por ti. Que después de estar contigo "noten" que han recibido energía, que se sienten mejor. Esa tendría que ser la motivación principal de tu vida, lo demás es relativo y menos importante. Procura también alimentarte correctamente, tomar alimentos sanos y que sabes que te convienen, cuida a tu cuerpo y a tu persona. Respeta las necesidades del sueño. No tomes drogas, ni fumes ni alcohol ni nada de eso. Procura aprender a respirar bien, capta la energía de lo que te rodea, deja que te lleguen los rayos del sol, las partículas de aire que te dan la vida que necesitas para respirar. Haz buenas obras de las que tu sabes que puedes hacer. Si algo sale mal, ten paciencia contigo mismo, no te martirices, amate a ti mismo. Te paso ahora un artículo sobre autoestima que he tomado de www.encuentra.com Te recomiendo mucho que visites esa página y busques en el apartado de valores. Es buenísimo. No basta tener seguridad en nuestras capacidades, el valor de la autoestima esta fundamentado en un profundo conocimiento de nosotros mismos. Hoy en día se habla de la autoestima como una herramienta para generar seguridad en sí mismo, evitando así, sentirnos menospreciados y reafirmarnos como personas capaces de alcanzar metas ambiciosas. Pero existe el riesgo de cerrar los ojos a la realidad de nuestra persona, convirtiéndonos en seres soberbios que piensan únicamente en sobresalir por encima de los demás. Nuestra vida transcurre entre logros y fracasos, y la autoestima es el valor que nos hace tener plena seguridad en nuestras capacidades, además, da la fortaleza necesaria para superar los momentos difíciles de nuestra vida, evitando caer en el pesimismo y el desánimo. Para que la autoestima sea realmente un valor, debemos tener un fundamento sólido sobre el cual queremos edificarla. Si solamente pensamos en ella como un producto del éxito, la posición profesional, una elevada capacidad intelectual o la aceptación social, reducimos todo a un actuar soberbio y con fines meramente protagonistas. Aunque todo lo anterior aporta y contribuye, este valor se sustenta en la sencillez con que apreciamos nuestras capacidades, sin considerarnos mejores o peores que los demás. Recordemos que una persona vale por lo que es, y no por lo que aparenta ser. Es conveniente señalar que este valor se construye y edifica en nuestro interior, pues existe la tendencia a pensar que el nivel de autoestima únicamente depende del actuar de las personas y de la forma como se presentan los acontecimientos y las circunstancias, surgiendo una evidente confusión entre lo que es la autoestima y nuestros sentimientos. Una persona puede sentirse mal porque en un determinado momento no pudo concretar un negocio, tener éxito en un proyecto, ingresar a un nivel superior de estudios o llevar a buen fin sus relaciones personales. La autoestima nos ayuda a superar ese estado de frustración y desánimo porque nuestra persona no ha cambiado interiormente, conservamos todo lo que somos, en todo caso, adquirimos una nueva experiencia y conocimiento para poner más empeño, tener más cuidado y ser más previsores en lo sucesivo. Cuando tenemos la conciencia del deber cumplido, el esfuerzo empleado y nuestra rectitud de intención para hacer o realizar algo, adquirimos esa seguridad que brinda la autoestima porque sencillamente las cosas no dependían de nosotros en su totalidad... simplemente no estaba en nuestras manos la solución. Debemos estar atentos con nuestras aspiraciones y planes. Casi siempre jugamos con la imaginación y nos visualizamos como triunfadores, dueños de la admiración general y el control absoluto de las circunstancias: sea la competencia escolar, la junta de planeación en la oficina, la reunión de amigos o el evento social que todos esperan. Algunas veces las cosas resultarán como soñamos, pero la mayoría de las veces todo tiene un fin totalmente opuesto, por eso es conveniente "tener los pies en la tierra" para no sufrir desilusiones provocadas por nosotros mismos y que indudablemente nos afectarán. Si la autoestima debe estar bien fundamentada en una visión realista y objetiva de nuestra persona, es necesario alcanzar la plena aceptación de nuestros defectos y limitaciones, con el sobrio reconocimiento de nuestras aptitudes y destrezas. Este equilibrio interior basado en el conocimiento propio, se logra si procuramos rectificar nuestras intenciones haciendo a un lado el afán de ser particularmente especiales, buscando solamente el desarrollo del valor de la autoestima. Reflexionemos un poco en algunas ideas que nos ayudarán a ubicarnos y conocernos mejor: - Evita ser susceptible, no tienes que tomar seriamente todas las criticas hacia tu persona, primero analiza la verdad que encierran, si de ahí tomas una enseñanza haz lo que sea necesario para mejorar, si no es así olvídalo, no vale la pena menospreciarse por un comentario que seguramente es de mala fe. En sentido opuesto existe el riesgo de considerarse un ser superior, incomprendido y poco apreciado en su persona, lo cual de ningún modo es un valor... es defecto. - Procura no sentirte culpable y responsable de los fracasos colectivos, toma sólo lo que a ti te corresponde, tu esfuerzo y dedicación hablarán por ti. No olvides proporcionar tu ayuda y consejo para que mejoren las personas, lo cual es muy gratificante. - Todo aquello que te propongas lograr, debe estar precedido por un análisis profundo de las posibilidades, reconociendo si está en tus manos alcanzarlo. Evita soñar demasiado. - Pierde el temor a preguntar y a pedir ayuda, ya que son los medios más importantes de aprendizaje. Causa más pena la persona que prefiere quedarse en la ignorancia, que quien muestra deseos de saber y aprender. - Si tienes gusto por algo (deporte, pasatiempo, habilidades manuales, etc.), infórmate, estudia y practica para realizarlo lo mejor posible. Si descubres que te falta habilidad, no lo abandones porque es tu pasatiempo; es muy distinto a dejar las cosas por falta de perseverancia. Todos tenemos una habilidad (nadar, tocar guitarra, pintar, escribir novelas, etc.) y debemos buscar la manera de perfeccionarnos en la misma. - Si te comparas con otras personas, enfoca sus cualidades para aprender de ellas y cultivar tu persona; en cuanto a los defectos, primero observa si no los tienes y después piensa como los ayudarías a superarlos, y díselos. La autoestima aparenta ser un valor muy personalista, sin embargo, todo aquello que nos perfecciona como seres humanos, tarde o temprano se pone al servicio de los demás; una vez que hemos recorrido el camino, es más sencillo conducir a otros por una vía más ligera hacia esa mejora personal a la que todos aspiramos. Si te gusta leer puedes hacerlo con el libro USTED PUEDE SANAR SU VIDA de Louise L. Hay (Editorial Urano). También si quieres un libro estupendo que te aclarará lo importante y lo superfluo de su vida, lee PARA SALVARTE del padre Jorge Loring. También lee algún libro de la Madre Teresa de Calcuta, y te enterarás de lo que es el amor. El amor es la fuerza que gobierna el universo. Puedes consultar sobre el padre Loring en www.servicom.es/loring y en www.arconet.es/loring.