Anónimo
Creo que soy bisexual
Hola, quisiera que algún experto pueda ayudarme con este llamémosle problema. Se dice que al ser maltratado o el carecer de la estima paterna durante la niñez afecta la orientación sexual, y padecí de todo ello, fui constantemente maltratado desde niño por mi padre y crecí con ese vacío afectivo, ahora soy ya joven, eh tenido enamoradas, me gustan las mujeres, en ese aspecto no eh tenido problemas, pero desde niño sentí una cierta admiración por tipos físicamente parecidos a mi padre, no por mi padre, sino por tipos parecidos a el, y durante la adolescencia esa admiración de alguna u otra forma se torno en una especie de atracción, a tal punto que llegue a tener fantasías con alguno de ellos. No eh tenido relaciones de tipo coital con algún hombre, no eh tenido ningún tipo de relación homosexual, es más tengo buenos amigos y no siento ningún tipo de atracción hacia ellos, pero aun siento lo mismo por ese tipo de hombres parecidos a mi padre y dicha atracción pareciese que se hace más fuerte. No estoy en contra del homosexualismo, cada quien es libre de ser quien quiere ser, pero no quiero ser bisexual. Últimamente estoy muy confundido por este problema, mi relación no solo con las mujeres, sino con las personas en general se ah visto afectada, y no quiero eso, no quiero que esta, digamos, desviación cale más hondo en mí, se que debo acudir a un psicólogo, y lo haré, pero quisiera escuchar distintas opiniones respecto a mi caso. Agradezco de antemano su respuesta.
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Respuesta de luna00
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Soy una psicoanalista de Madrid. Entiendo tu "problema" con tu padre. Un padre que no ha transmitido el afecto, la hospitalidad y la acogida del hijo en el mundo puede dejar a este muy desorientado en la vida respecto a sus propios afectos y su identidad sexual. Es a través del padre que el hijo pulsa el deseo de lo femenino. Es muy probable que la relación entre tus padres tampoco sea exactamente un modelo de amor heterosexual, es decir, que tu padre tampoco fuera afectuoso con tu madre. Sin embargo deslindar aquí las responsabilidades es muy complicado, pues la naturaleza de algunas mujeres (madres) aparta de sí ese mismo encuenetro amoroso con sus maridos (padres). Esto es difícil de dilucidar a partir de tus palabras. Sería un trabajo de elaboración por tu parte en un análisis el llegar a discernir ante qué padre te encuentras y qué posibilidades tuvo él mismo de realizarse afectivamente. En todo caso, esas fantasías acerca de un hombre del estilo de tu padre que puedas tener no determinan de entrada una homosexualidad decidida, como tú mismo dices. En principio parece un padre un tanto traumático, y es sabido que lo traumático tiende a repetirse inconscientemente bajo el modo de tentaciones o actuaciones que en principio no son más que intentos de asimilación de algo indigerible en su día. Esas fantasías es probable que tengan un cariz sadomasoquista, del tipo de una relación de poder en la que tú te encontrarías desamparado bajo el dominio sádico de un hombre desafectado pero poderoso. Una necesidad de castigo mezclada con la necesidad de amor o reconocimeinto que no obtuvo la respuesta filial en su día, en tu psiquismo. Puede que sea una deriva trágica, que liga el temor y la sexualidad. En todo caso, elaborar tus posibilidades amorosas, afectivas y sexuales, ya sea con mujeres o con hombres, sería una buena alternativa al desconocimiento respecto a ti mismo en que te encuentras ahora, para no virar a lo peor, o a las salidas perversas. El reconocimiento que pareces tener en cuanto a la desafección familiar es un buenísimo dato, e indica que estás buscando otra cosa mejor y más vital.
Excelente análisis, gracias por la respuesta.
Tiene razón nunca sentí seguridad por parte de mi padre, todo lo contrario, siempre tuve miedo de estar a su lado, tiene la personalidad como la de un Borderline, siempre estábamos concentrados en la expresión de su rostro al entrar a casa cuando venía del trabajo, si venia molesto, entonces era obvio que ese día iban a haber gritos y golpes, si venia contento tampoco era seguro, ya que su humor no era estable, así que la mayor de las veces huía a la calle o a casa de mis tíos.
El haber quedado huérfano a los 12 años a mi entender influyo mucho en su persona, tuvo que vivir en casa de tíos y a muy temprana edad hacerse responsable de sí mismo, y trabajar, quizá el tampoco recibió afecto desde niño y no tuvo a alguien que le demuestre seguridad. No lo justifico, nada justifica el maltrato infantil, pero tampoco lo juzgo. Mi relación actual con él es como la de un conocido, o algún pariente lejano, no me nace el ser afectuoso con él, ya que nunca me enseño a como quererlo, pero tampoco lo odio.
Con respecto a mi madre, acertó, ella no demostraba afecto hacia mi padre, ellos discutían la mayor de las veces, llegando incluso hasta los golpes, pero si nos demostraba afecto a mí y a mis hermanos, por ese lado nunca tuve carencias. Ellos peleaban mucho, llegando incluso a involucrarnos en sus peleas haciéndonos sentir culpables del origen de estas. Hoy en día ya no discuten con esa frecuencia, pareciese como si se hubieran acostumbrado ya el uno al otro. Pero nunca los vi darse un beso o un abrazo, o sujetarse la mano, cosas que hacen las parejas cuando se aman.
Creo que debí hablar también acerca de mi tío, quien fue el modelo de padre que siempre quise, quien junto a su esposa me brindaron todo el afecto que necesitaba, quizá por ello no crecí con odio o con sentimientos autodestructivos. De él recibí ese afecto que necesitaba y además me sirvió de modelo, hoy en parte soy como él, y por este no tengo sentimientos que no sean como los de un hijo a un padre, no lo veo con otros ojos. Él no sabe de mi problema y no quiero contárselo, no quiero que malinterprete las cosas.
Aun tengo esas fantasías en la cabeza, y no quiero que ello gobierne mi vida, no quiero tenerlas, pero solo se dan. Pienso formar una familia y no quiero herir a mi pareja o que mi problema le cause algún tipo de daño, y sobre todo a mis hijos. Y por ello se que debo acudir a un profesional, quien pueda ver mi caso personalmente.
Agradezco una vez más su respuesta acertó en todo, me ayudo a ver desde otra perspectiva mi "problema", es una excelente psicoanalista.
Tiene razón nunca sentí seguridad por parte de mi padre, todo lo contrario, siempre tuve miedo de estar a su lado, tiene la personalidad como la de un Borderline, siempre estábamos concentrados en la expresión de su rostro al entrar a casa cuando venía del trabajo, si venia molesto, entonces era obvio que ese día iban a haber gritos y golpes, si venia contento tampoco era seguro, ya que su humor no era estable, así que la mayor de las veces huía a la calle o a casa de mis tíos.
El haber quedado huérfano a los 12 años a mi entender influyo mucho en su persona, tuvo que vivir en casa de tíos y a muy temprana edad hacerse responsable de sí mismo, y trabajar, quizá el tampoco recibió afecto desde niño y no tuvo a alguien que le demuestre seguridad. No lo justifico, nada justifica el maltrato infantil, pero tampoco lo juzgo. Mi relación actual con él es como la de un conocido, o algún pariente lejano, no me nace el ser afectuoso con él, ya que nunca me enseño a como quererlo, pero tampoco lo odio.
Con respecto a mi madre, acertó, ella no demostraba afecto hacia mi padre, ellos discutían la mayor de las veces, llegando incluso hasta los golpes, pero si nos demostraba afecto a mí y a mis hermanos, por ese lado nunca tuve carencias. Ellos peleaban mucho, llegando incluso a involucrarnos en sus peleas haciéndonos sentir culpables del origen de estas. Hoy en día ya no discuten con esa frecuencia, pareciese como si se hubieran acostumbrado ya el uno al otro. Pero nunca los vi darse un beso o un abrazo, o sujetarse la mano, cosas que hacen las parejas cuando se aman.
Creo que debí hablar también acerca de mi tío, quien fue el modelo de padre que siempre quise, quien junto a su esposa me brindaron todo el afecto que necesitaba, quizá por ello no crecí con odio o con sentimientos autodestructivos. De él recibí ese afecto que necesitaba y además me sirvió de modelo, hoy en parte soy como él, y por este no tengo sentimientos que no sean como los de un hijo a un padre, no lo veo con otros ojos. Él no sabe de mi problema y no quiero contárselo, no quiero que malinterprete las cosas.
Aun tengo esas fantasías en la cabeza, y no quiero que ello gobierne mi vida, no quiero tenerlas, pero solo se dan. Pienso formar una familia y no quiero herir a mi pareja o que mi problema le cause algún tipo de daño, y sobre todo a mis hijos. Y por ello se que debo acudir a un profesional, quien pueda ver mi caso personalmente.
Agradezco una vez más su respuesta acertó en todo, me ayudo a ver desde otra perspectiva mi "problema", es una excelente psicoanalista.