Concepto y características del sufrimiento
Si es cierta la afirmación de que instintivamente el ser humano busca el placer, hay que concluir que en el sufrimiento se halla una fuente de placer.
Ahora bien, ¿Qué placer hay en sufrir?
No se elige sufrir, se elige una actitud frente a la vida que conduce al sufrimiento.
El sufrimiento no se impone. Nadie te puede obligar a sufrir. Lo decides tú.
El sufrimiento es una tortura auto-infligida por no conseguir lo que se busca.
En cuanto a lo de que los malos no sufren habría que verlo.
La bondad no libra del sufrimiento, lo atrae.
¿Se puede sufrir tontamente? Sí.
¿Hay razones para sufrir? Sí. * Pero no se llaman sufrimiento.
Causas del sufrimiento
El deseo
Quien es víctima del deseo, sufre por codiciar lo que no posee, mujeres, riqueza, etc., todo objeto susceptible de proporcionar un placer se convierte en objeto de deseo. El concepto de deseo en sí mismo ya encierra este significado, es decir, el deseo disfruta de ser deseado, es un fin no un medio. Por eso quien se pierde en él, no encuentra salida.
Buda dice: si la causa de sufrimiento es el deseo, suprime el deseo. Filosofía infalible!
La empatía
Cualidad que no todo el mundo tiene y que permite conectar anímicamente con el estado de otra persona. Algo que es muy humano y que de algún modo presta un servicio a la humanidad por las acciones que promueve.
El sacrificio
El sacrificio es lo que da sentido a un sufrimiento. Con este acto el individuo sirve a una causa en la que cree. Otra cosa es que esa causa sea noble o no. El mayor ejemplo lo encontramos en el sufrimiento que padeció Jesús, que fue un sacrificio.
Sufrimiento por impotencia
El problema que encierra este sufrimiento es que el individuo no supera las diferencias que existen entre la “realidad o mundo real” y la “visión que él tiene acerca de cómo debería ser la realidad” lo que dificulta su integración y causa su sufrimiento. Lo natural es exteriorizar la causa del sufrimiento para así acabar con él. Al hacerlo se trata de que la realidad se avenga a la idea del individuo en lo posible y la parte en que la realidad se impone debe ser aceptada por este. Sin embargo esto no siempre ocurre así, pudiendo crearse grandes lagunas entre estos dos conceptos, de las que no se sale y en las que uno se estanca.
Dejando a un lado el sufrimiento que pueden producir ciertas enfermedades mentales, el mundo real o realidad, es un medio en el cual, unas personas tienen más facilidad que otras para manejarse. Esto hace que ideas brillantes para la humanidad no lleguen a ver la luz por la incapacidad que padece el individuo que las tiene para expresarlas e integrarlas en el mundo real. Esta imposibilidad o dificultad, sumado a que no consigue producir los cambios que dichas ideas tendrían en el mundo real, le provocan la impotencia que le hace sufrir. En esos casos el individuo y su idea se consumen juntos, puesto que forman una sola cosa y no se abandonan. Este tipo de sufrimiento esconde a menudo una actividad intelectual-moral. En el caso extremo, el individuo no puede dar crédito a la espantosa realidad de la vida. Todo cuanto configura esa realidad le sobrepasa y no lo asimila. Así pues, se refugia en sí mismo y en su concepto de las cosas, compadece la realidad exterior, razón por la que sufre. Van Gogh, Dostoievski.
El problema en estos casos, está en la fuerza que la idea tiene sobre el individuo. Ésta puede ser tan clara que el individuo sea incapaz de renunciar a ella, pues si lo hiciera sentiría que está renunciando a sí mismo. Ante tal convicción asume el sufrimiento como parte de de identidad. Mantenerse fiel a uno mismo es el placer del sufrimiento en estos casos.
El camino para evitar este tipo de sufrimiento es No oponerse a la realidad. No ofrecer resistencia es el modo de no encontrarla. Buscar la comprensión que lleva a la aceptación, y a la paz interior.
Los procesos ligados al subconsciente nos revelan realmente quienes somos y los motivos para nuestras acciones, decisiones y sentimientos. En mi opinión y para terminar, se sufre por el mundo que se ha conocido y que ahora se echa de menos en cada cosa que vemos, pero no se puede hacer nada por hacer que este mundo se parezca a aquel. Me estoy refiriendo al mundo de las ideas en que todo es perfecto. Fue Platón el primero en hablar del mundo de las ideas y describirlo como el mundo donde existen las ideas y estas son perfectas. Es un mundo distinto y anterior al mundo físico material. Luego, venimos a este mundo y nos encontramos con lo que hay.
“Los humanos definen su vida con el sufrimiento” –Matrix-
Esto es tan cierto como inevitable. El sufrimiento es lo que motiva el cambio hacia el placer y este ha sido el motor que nos ha traído a donde estamos.
Para librarse del sufrimiento todo debería dejar de importar, entre otras cosas el placer.
Por consiguiente me parece que lo más natural es querer cambiar el mundo, preocuparse por uno mismo y por los demás y resolver los problemas que son de este mundo empezando por el principal que es la la supervivencia. Porque eso da sentido a la vida. Lo que no tiene sentido es abstraerse de los problemas del mundo para llegar a la felicidad. Esa no es una felicidad deseable para mí. Debe existir un sentido para la vida y hay que buscarlo en este mundo. El sentido es necesario porque sin un sentido no tenemos objetivo y sin un objetivo no hay razón para hacer nada. El objetivo nos mueve, nos motiva, es el objetivo lo que nos define.
Esto se hace en primer lugar, viviendo en comunidad, no colgado de un árbol en una montaña a 8.000 metros. No renunciando a nada de lo que hay en la tierra ni en la naturaleza que provenga de una mano distinta a la del hombre. Esto significa que podemos cambiar lo que es hecho por nosotros pero nada más. No debemos negar ni tratar de cambiar lo que ya estaba allí y que la naturaleza nos ha dado. Debemos aprender a hacer uso correcto de todos estos dones a base de experimentar con ellos y observar los resultados, inclinándonos por aquello que nos haga sentir mejor. El sentirse mejor parece una expresión muy modesta pero no lo es. El ser humano está provisto de conciencia y es a ella a quien nos debemos. Lo que ella nos dicta es correcto.