El impuesto de sociedades es un impuesto estatal, como el IVA o el IRPF, por lo tanto, siempre pasan por la Agencia Tributaria Nacional.
Otras cuestiones son los impuestos trasferidos, como Actos Jurídicos, Transmisiones, etc. que si corresponden a las comunidades autónomas.
Pero lo importante de estos cambios, son que varían por ejemplo el Producto Interior Bruto de esa comunidad, que al igual que los impuestos nacionales, se tienen en cuenta para los repartos a cada comunidad autónoma de los impuestos recaudados por la Hacienda nacional.
También influye en que muchas cuestiones se han de realizar en donde esta la sede social (Juntas de Accionistas por ejemplo) y muchos de los serivicos como los de los notarios o registradores mercantiles serán de la nueva comunidad autónoma.
Incluso tiene importancia en cuanto a determinadas subvenciones, principalmente de las comunidades autónomas, pero también nacionales y europeas a las empresas.