Me trabo al hablar. Cuando quiero expresar una idea o cuando me interrumpen la misma.
Desde pequeña se me ha dificultado expresar ciertas ideas. Sobre todo cuando el tema es emocional.
Explicar qué pienso o siento justo en la situación que lo amerita me pone bajo tanta presión que termino trabandome. Y ni hablar de si me interrumpen o me insisten continuamente a decir qué iba a decir o qué siento en el momento.
Recuerdo que cuando mamá me regañaba básicamente me preguntaba qué iba a decir respecto al tema en mi defensa (es abogado) y en mi mente estaba la razón justa para explicar el por qué, quizás un poco en desorden la idea pero estaba, y simplemente las palabras no salían por más esfuerzo que hiciera. Incluso si abría la boca no salía sonido alguno y terminaba suspirando y con más regaños encima.
He esforzado tanto a veces que me ha dado amigdalitis. Pero sigo con este problema.
Hoy día tengo 23 y a veces en discusiones con mi pareja me pasa lo mismo. Simplemente no puedo evitarlo. Me es muy difícil y no logro explicarlo tampoco. (A menos claro, sea por escrito) ( soy escritora y se me da más sencillo)
A todas estas para mí es un problema que me afecta cualquier relación afectiva y no me agrada. Quisiera saber si es psicológico o motriz. Y qué podría hacer para superarlo.
3 Respuestas
Yo también tenia ese problema de niño me acuerdo que me dieron vino tinto un cuchara todos por un tiempo después desapareció
No soy experto pero por lo que indicas parece ser que tu mente se bloquea cuando sientes demasiada autoexigencia.
Para empezar debes permitirte errar en el habla y no dramatizar eso, porque si piensas que es terrible lo que te pasa pondrás tu mente a la defensiva y se producirá la traba por bloqueo emocional. Así rebajarás el exceso de autoexigencia.
Te cuento un truco que puedes probar: antes de decir algo que temes que se te trabe la lengua visualízalo, esto es, dilo mentalmente para ti misma para tus adentros y luego simplemente lo repites con voz. Creo que esto ayudará a que tu palabra fluya con similar fluidez a cuando escribes, sin trabarse.
¡Gracias!
He intentado ese t
El teléfono hace lo que quiere... Lo siento.
He intentado eso desde hace un tiempo. En muchas ocasiones me funciona, incluso me ayuda a prepararme para hacer comentarios. Pero cuando interrumpen lo que ya tenía ideado o hacen algún cambio a la idea antes de terminarla, es como un botón de reinicio y entro en presión. Al tardar más de lo que una persona normal tarda me da más nervios.
Igual tomaré más notas de tu respuesta.
Calco que este problema es principalmente al ámbito emocional
La única manera para lograrlo es rebajar esa presión. Todos nos bloqueamos si nuestra mente queda expuesta a demasiada presión emocional pero con todo si perseveras en rebajar importancia a tu posible fallo en el habla te alejarás de esa situación de posible bloqueo. Es cuestión de insistir en eso y acabará por remitir poco a poco. El truco que te digo de visualizar la frase mentalmente y luego ponerle voz te podría ser útil cuando te sientas próxima a bloquearte. Suerte y ánimo.
Te recomiendo tener claro el objetivo cuando tengas que hablar, y por supuesto que este sea el óptimo. En primer lugar esto te ayudará a saber si tienes que hablar o callar, o aplazarlo para otro momento. Por otro lado también te evitará sentir por ejemplo rabia hacia interrupciones, o fastidio, etc.; y también evitará una irracional autoexigencia, al guiarte en todo y siempre por hacer el bien, y no por intereses particulares. También con un buen objetivo podrás resolver, aunque sea a nivel mental, lo ocurrido en la infancia, no mirando el suceso desde el punto de vista de tus intereses particulares, sino que encaminándolo todo al bien, pensando por ejemplo en el bien de las personas en el caso de que tengan algo que mejorar, y no juzgándolas.
Por supuesto que te recomiendo no vivir para ti misma, sino que enfocar tu vida hacia hacer todo el bien que puedas, por supuesto que estando en gracia de Dios, cumpliendo los Mandamientos de Dios, frecuentando los Sacramentos y haciendo oración (en donde podrás pedir a Dios luz y fuerza para amar de verdad, y para ello poder sobreponerse uno a los esclavizantes intereses vanos y desordenados).
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