Dudas sobre ruptura de nueva relación
Estuve en pareja más de 12 años con mi ex mujer con la que tuve un hijo. Fue muy complicado, especialmente en los últimos años, ya que se trataba de una persona muy exigente y que no tenía escrúpulos en llegar al insulto y al maltrato cuando no estaba conforme por algo (lo cual sucedía muy a menudo ya que era imposible de conformar en todo aspecto, y siempre me devaluaba comparándome con alguien que siempre presentaba como mejor que yo: un ex novio en las cuestiones íntimas, el marido de una amiga que ganaba más que yo, algún otro que era más hábil que yo en las tareas domésticas, etc.). También justificaba su desconfianza y sus malos comportamientos en algunos temas inventando mentiras, p. Ej., que no disponía de suficiente dinero para sus gastos porque yo (era el único que trabajaba) no era transparente con mis ingresos y que transfería dinero a cuentas de las que ella no tenía conocimiento, o hacía negocios con gente dudosa. Siempre se situaba en una posición de superioridad e infalibilidad y por contraste yo era alguien inferior y muy limitado (hasta el punto de decirme que todos mis avances y éxitos en lo profesional y personal en realidad se debían a ella).
Debido a sus crecientes maltratos, desprecios y desmanejos financieros, a comienzos del año pasado yo me decepcioné mucho con ella y me puse más frío y distante, aunque permanecí unos meses más junto a ella porque todavía pensaba que podía darse cuenta de sus errores, que podía disculparse y cambiar. Y también porque tenía una familia a la que amaba, y por mis propios miedos frente a la soledad. Obviamente que pudiera cambiar era pura ilusión mía y finalmente llegó la separación que fue muy dura y cruel. Me echó de mi casa, quedé privado del uso de los bienes comunes y los míos propios y sufrí perjuicios emocionales, financieros, prácticos y hasta en mi salud física (ataques de vértigo que afortunadamente ya no sufro).
Pude organizarme, alquilé un departamento, empecé a sentirme mejor, apoyándome en amigos, terapia y mucha actividad física. Posteriormente por la vía legal pude asegurar un contacto fluido con mi hijo y también recuperar mis bienes. Ahora me encuentro en la última etapa de disponer sobre el bien en común que queda que es el auto.
Y ahora viene lo más importante. 9 meses después de la separación ya me sentía más fuerte y recuperado y conocí a una chica con la que hubo una atracción mutua desde el comienzo. Comenzamos a hablar más cada vez que nos encontrábamos (frecuentemente ya que somos del mismo grupo de running) y por WhatsApp, y la atracción se fue profundizando hasta que salimos y le di el primer beso. Y en ese mismo momento se dispararon mi ansiedad para que esta nueva relación funcionara y mi dependencia hacia ella a niveles altísimos. Hasta el punto de que ella me hablara o me mandara un WhatsApp o no un día, hacían para mí la diferencia entre estar en el cielo o en el infierno, y pasar de uno a otro sin transición.
Fue por eso que me di cuenta de que había sobrestimado mi capacidad de recuperación después de una relación tan complicada con mi ex y cuyo final significó mucho dolor y daño de todo tipo para mí. Me sentí más fuerte y recuperado de lo que realmente estaba.
Otro problema fue que por sus responsabilidades y las mías, teníamos poco tiempo para estar juntos. Eso alimentaba mi ansiedad. Pero se agregó algo más: en muchas ocasiones me di cuenta de que cuando tenía alguna opción alternativa a verse conmigo, casi siempre elegía esa opción antes que a mí (no me refiero a su trabajo o sus estudios, ni a que tuviera a otro, sino a otro tipo de ocasiones en que podía elegir entre ellas y yo). Ella me había dejado claro que era muy independiente y que tenía otras prioridades más altas, y yo respeté eso y traté de adaptarme, pero al final no podía soportar tantas negativas y que en un período de casi 3 semanas hubiésemos podido vernos a solas apenas una vez. En esas pocas oportunidades en que podíamos estar juntos la pasábamos muy bien y compartíamos muchas horas, pero eran esporádicas.
Finalmente después de apenas 1 mes y medio en que mi ansiedad me hizo sufrir más de lo que disfruté y en que las dificultades para estar juntos se me hicieron insoportables, le dije que así no podía seguir y yo mismo corté la relación. Después hablamos pero para aclarar un poco más los términos, reconocí mi parte y ella comentó que en algunas cosas que le dije tenía razón. Ni se planteó la posibilidad de continuar. Ella piensa que estamos en etapas muy diferentes (en eso tiene razón porque es 15 años menor que yo, y tiene su trabajo y su estudio, mientras que yo además de trabajo tengo un hijo y una separación difícil a cuestas con todo lo que implica) y que estoy buscando algo que ella no puede darme (en esto no coincido tanto, yo no pretendía interferir en sus prioridades sino sólo tener un lugar más definido en su vida).
Esta chica me atraía en serio y compartíamos muchos gustos e intereses en común, pero yo no podía soportar sentirme siempre como su última opción. Pero ahora estoy mal nuevamente y me pregunto: ¿No me habré apurado demasiado? ¿No era un mes y medio demasiado pronto para plantear los límites basados en mis necesidades de esta manera? ¿Debería haber aceptado sus términos durante un tiempo más para ver cómo seguía la relación? Me han dicho amigos de confianza y también mi terapeuta que aunque ahora me duela fue sano lo que hice. Una parte de mi mente también me lo dice. Pero también tengo la duda de haberme apresurado demasiado. Y me tortura porque me había hecho ilusiones. Me enoja y a la vez me entristece que con la atracción mutua que hubo y las cosas en común que teníamos, no hayamos encontrado un punto de encuentro. Creo que no era tan difícil, era un esfuerzo mínimo de ajuste (pero que no podía partir solamente de mí sino también de ella). Ahora, con el poco tiempo que había transcurrido, ¿debería haber sido yo más flexible?
Y si me precipité, ¿puedo hacer algo para remediarlo o ya es demasiado tarde?
Dicen que no hay que seguir eso de que "un clavo saca a otro clavo" porque puede ocurrir que los dos queden clavados juntos. Yo no busqué sacar un clavo con otro, no estaba buscando una relación cuando nos encontramos, no tuve que esforzarme para salir con ella, fue algo que se dio así espontáneamente y fue mutuo. Pero aunque no lo haya buscado, el resultado fue ese, ahora están los dos clavos juntos en la herida.