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Es debido a un exceso de emociones, lo cual puede deberse a una excesiva sensibilidad, etc. Si solo te ocurre desde hace poco tiempo podría haber otra razón.
Lo que te recomiendo es afrontar de la mejor manera lo que te sucede. Por ejemplo hablas de sentir impotencia. Para esto te vendrá bien no querer controlar lo que ya no depende de ti, y para esto te recomiendo fijarte en tu parte, teniendo una dirección recta en tu vida, con el objetivo de hacer el bien, de encaminarte al bien.
No te preocupes demasiado por lo que ya no depende de ti. Seguramente eso mejorará con la edad; y en lo concreto, al primer síntoma de que te vas a poner a llorar, procura frenarlo, evitando en lo posible que alguien repare en ello (lo cual seguramente te dificultaría más el control), respirando, etc., y atendiendo a otro asunto; y si puedes prevenirlo, mejor.
No vivas para ti misma, sino que encamina tu vida hacia hacer todo el bien de verdad que puedas. Estate en gracia de Dios, cumple los Mandamientos de Dios y de la Iglesia, frecuenta los Sacramentos, y haz oración.
Es debido a un exceso de emociones, lo cual puede deberse a una excesiva sensibilidad, etc. Si solo te ocurre desde hace poco tiempo podría haber otra razón.
Lo que te recomiendo es afrontar de la mejor manera cualquier cosa que te suceda. Por ejemplo hablas de sentir impotencia. Para esto te vendrá bien no querer controlar lo que ya no depende de ti, y para esto te recomiendo fijarte en tu parte, teniendo una dirección recta en tu vida, con el objetivo de hacer el bien, de encaminarte al bien. Si te gritan, piensa en responder correctamente, y pensando en hacer el bien; no te lo tomes personalmente, ni lo enfoques pensando meramente en tus intereses.
Seguramente eso mejorará con la edad; y en lo concreto, al primer síntoma de que te vas a poner a llorar, procura frenarlo, evitando en lo posible que alguien repare en ello (lo cual seguramente te dificultaría más el control), respirando, etc., y atendiendo a otro asunto; y si puedes prevenirlo, mejor.
No vivas para ti misma, sino que encamina tu vida hacia hacer todo el bien de verdad que puedas. Estate en gracia de Dios, cumple los Mandamientos de Dios y de la Iglesia, frecuenta los Sacramentos, y haz oración.