La perdida de un ser querido es dolorosa y su recuerdo permanece, pero ¿Y si no se supera con los años?

Hace 22 años una mujer pierde a su hijo a los pocos meses del nacimiento, en sus brazos, en la cual ella antes del suceso, en el parto entró en coma y el hijo en neonatos.

Con el paso del tiempo, ahora después de 22 años sigue acordándose de ese suceso y de la perdida por enfermedad de su marido hace 5 años.

¿Le puede estar afectando de alguna manera estos sucesos?. Porque la vida suele cicatrizar las heridas, pero pienso que quizas hay algo que no deja que esas heridas cierre. ¿Cómo lo ven?, ¿Cómo se le puede ayudar?.

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Efectivamente, la intensidad y la duración del duelo dependen no solo de la persona que lo experimenta sino también de la persona que se murió, del significado que esa persona tenía para él/ella.

Eso sí, las pérdidas de hijos son las más difíciles a superar ya que van contra la naturaleza. Está claro, los recuerdos siempre estarán allí y es normal que alguna vez recordando a la persona muerta salgan lágrimas, pero si, pasado unos años, la madre aún no puede dormir bien por la noche o tiene algún otro problema como el efecto secundario del duelo, estamos hablando de un proceso patológico que requiera ayuda.

A veces, cuando no se supera alguna perdida, ocurre que hay tales sentimientos como la culpa, detrás – la madre puede estar culpándose por lo sucedido, que no hizo todo para salvar a su hijo, etc., y ese sentimiento de culpa es que en realidad no le deja sanar y lo que se debe a superar.

También, puede ser que hasta la muerte de su marido ese duelo por la pérdida de su hijo era un duelo compartido entre ambos, una parte de su vida que llevaban juntos. De esa manera, el fallecimiento de su marido le podría haber afectado de dos maneras – como la pérdida de su hombre de la vida y como la perdida de la persona con la que compartía el duelo por la muerte del niño (si su marido también era el padre del bebe).

La ayuda que va a buscar una persona depende de su forma de ser, de sus creencias – los que son muy religiosos, por ejemplo, confían en que su hijo muerto está en manos de Dios, que está bien cuidado. Uno puede hablar con el cura de la iglesia que asiste, o ir a aun psicoterapeuta que le ayude a superarlo. Como he dicho, las creencias son muy importantes y muchas veces las personas tras el duelo reencuentran la vida (ellos mismos, o con auydade otras personas, de libros que les influyen, etc), la ven diferente, aprender a aceptar todo lo ocurre en la vida, aprender a amar cada día, siendo conscientes de que hoy podría ser el último.

Si una persona no presenta conductas peligrosas (alteraciones del sueño, aislamiento social, enceramiento, cambios preocupantes de peso, rechazo a comer, abuso de alkohol, etc) puede ser que todo esté bien con ella, sobre todo si se la ve feliz y tranquila, en general. Pero si es que la madre pasados 22 años de la muerte de su hijo y pasados 5 años de la muerte de su marido no puede llevar una vida normal, es muy probable que detrás de ello hay sentimientos de culpa, de auto castigo que si no era capaz de superarlos sola, debería de buscar ayuda profesional.

Ya le comenté lo de ir a un psicólogo pero lo rechaza de plano, aparte también que sus hijos, mayores de edad, se han vuelto muy egoístas y les crean problemas. En fin habrá que ayudar como mejor acepte. Gracias

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En mi opinión eso que cuentas es muy duro y es normal que no lo pueda superar. Lo único que puedes hacer es ofrecerle tu apoyo y tu amistad. Su herida seguirá ahí siempre y solo puede vivir con ella.

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Desde mi experiencia personal te voy a responder tu pregunta de: "¿Y si no se supera con los años?" . Lo primero es llevar al psicólogo para que pueda elaborar el duelo y hace un acompañamiento permanente para que se sigan las pautas del profesional porque eso es lo que siempre aconsejo. En caso de no recibir esa orientación profesional empiezan a aparecer enfermedades intratables puesto que se sale de una para caer en otra y así sucesivamente convirtiendo su vida en un rosario de enfermedades psicosomáticas que debilitan el cuerpo físico, la mente y el espíritu. Todo esto se aúna al a un "sin sentido de la vida que se vive" produciendo una autoagresión que terminará consumiendo las glándulas de secreción interna perdiendo movilidad, peso, estatura corporal, ligamentos y músculos reduciendo a la persona a una momia viviente

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Si ya paso tantos años, puede que no lo supere, deberia intentar ir a un profesional, no te digo que los profes. Solucionan todo, lejos de la realidad, pero se puede hacer, intentar, y puede ser que ese caso, lo puedan solucionar. No siempre el apego a un ser que se perdio, es solo por eso, puede haber otras causas, la mente es muy compleja, si aun hay problemas ante un problema fisico, mucho mas la mente, donde no solo se rige por el conocimiento(que es lo que deberia) si no, que se aplica la moda o la politica segun las leyes de turno, pero es lo que hay, una persona que se amo mucho, que represento mucho, no se olvida jamas, para mucha gente, esta presente todos los dias de su vida, pero siguen adelante, no con sufrimiento, sino con el recuerdo, como diria M.T.Ciceron "la vida de los muertos, perdura en la memoria de los vivos".

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