El problema para definir la inteligencia, es en primer lugar ponerse de acuerdo en su origen, es decir, nunca termina de aclarar si es una cualidad que proviene de la naturaleza o es de origen divino y esto ya de por sí es un conflicto que deriva hacia dos concepciones muy distintas de la vida y del comportamiento en sociedad.
Es la disquisición de si un ordenador puede llegar a ser humano, asunto tratado en numerosas películas y libros, por ejemplo 2001 odisea del espacio.
Comúnmente se define la inteligencia como la capacidad de entender el entorno y tomar decisiones pero sobre todo se asocia con la capacidad de aprendizaje. Lo de tomar conciencia de uno mismo, que parecería obvio, no lo es tanto, si piensas que la inteligencia no es un fenómeno natural, lo que nos lleva a discutir su origen, lo que nos remonta a la razón, que es la base de la inteligencia, lo cual nos lleva a tener que escudriñar la naturaleza de la razón, su origen, etc. lo que nos devuelve a las teorías naturalistas o indeterministas o a todo lo contrario, las que causales o deterministas.
Como ves, no es nada fácil o si lo es.
En definitiva existe lo que existe, y todos sabemos lo que existe. El tiempo que pierde la humanidad en decírselo al mundo bajo distintos nombres, es tiempo perdido, que no crea sino ignorancia y sufrimiento, es el mismo tiempo gastado en estupidez que además de crear conflictos, crea también el alimento de vanaglorias pasajeras, ávidas de ego de pobres de espíritu.