Lo primero que te diría es que te tomes estos conflictos como señal de estar en una fase de madurez importante. Quien pasa por la vida, sin experimentar esta angustia, no ha llegado a ser persona.
Lo segundo que te diría, es que la vida nos propone los problemas que podemos resolver. Por lo tanto, si algo te angustia, es que tienes el modo de resolverlo. A veces, la solución no es perfecta, pero así es la vida, lo que sí debes hacer es tomar una elección. Además, este problema no viene porque sí, sino que viene a darte un conocimiento que precisas aprender, para poder ser quien eres.
Así que, debes aceptar el reto, y no tratar de eludir la cuestión.
Está sucediendo que tu felicidad choca con tu ética. Hasta ahora, tu felicidad se alimentaba de fantasía, y ahora, te has dado cuenta de que precisa hacerlo de la realidad. Toda tu época de videojuegos, es fantasía, porque tu mundo se reducía a lo que eras capaz de hacer, y la sensación que te proporcionaba, sin que el mundo, tuviera un efecto restrictivo sobre lo que tu hacías, te limitabas a disfrutar de tus capacidades y a vivir. Ahora por el contrario, ves cosas en las que antes no reparabas, y echas de menos la sensación de esa felicidad con vehemencia, pero esa época no va a volver.
El problema es que has descubierto la relación entre la felicidad y la ética que no es otra cosa que la felicidad del mundo que te rodea. Cuando la ética se interpone entre el individuo y su felicidad, el individuo debe realizar un profundo análisis de la realidad.
Si bien es cierto que la felicidad del adulto, no es como la del niño, no tiene porqué perderse absolutamente todo lo que nos hacía felices de niños. Cierta parte debe subsistir porque hay elementos en la felicidad de un niño, como la inocencia, que subsisten a pesar de hacernos mayores, porque son consustanciales a la vida humana. No hay felicidad posible sin cierto grado de inocencia. La inocencia, es esa parte de nosotros que acepta y entiende que el individuo debe entregarse a algo mayor que él mismo. El individuo feliz, acepta que no lo sabe todo, ni lo posee todo y que hay cosas que le sobrepasan, y a las que debe someterse.
Creer, solo puede hacerse a partir de aceptar la condición de inferior. Si te crees omnipotente, pierdes la capacidad de creer, y por tanto ya no hay lugar para la fe. Quien renuncia a la fe, renuncia a su mayor poder. Quien no cree, no es, porque ser humano significa, creer. Aquello en lo que creas te define y eso también es una elección que requiere de tiempo y de profunda meditación, y opino que debe ser cada uno quien halle sus propias respuestas.
Funcionamos por creencia, y a menudo eso en lo que creemos no está o muy claro o muy seguro y esa duda, hace que nuestra escala de valores pierda el norte y seamos como una veleta que va hacia donde sopla el viento. Pero el ser humano no tiene porqué ser tan voluble, ya que tiene su propia veleta para indicarle hacia dónde dirigirse en cada momento. Claro está que si nunca nos molestamos en consultar esa veleta, nos movemos por inercia, a hacer lo que hace todo el mundo y esa inercia puede ser buena o no. Si dejamos de ser quienes somos, nos convertimos en un ser sin voluntad, y a ese ser, es muy fácil manejarle.
En busca de la felicidad
Debes tratar de hallar un equilibrio entre tu ética y el modo de recobrar tu felicidad. Debes observar la verdad que se esconde detrás de la apariencia de todas las cosas y cuando lo hagas verás que se abre ante ti, todo un mundo nuevo de posibilidades. Debes dejar de castigarte por cosas que no está en tu mano resolver y que tampoco son culpa tuya porque no las has creado tú, sino que ya estaban en este mundo cuando tú has llegado. Empieza a verte como uno más, en lugar de tratar de destacar, eso viene después de que uno ocupa su lugar, pero primero hay que encontrarlo. Cuánto más arriba quieras estar en lo que sea, incluso si es en virtudes, mayor será el grado de responsabilidad y de complicaciones que te echaras encima, así que mejor empezar por la base, a ser tú mismo. No digo con eso, que no te sientas único, sino que esa unicidad debes defenderla y trabajarla para llevarla a donde sea que pueda llegar, sin competir con nadie, salvo contigo mismo, como estás haciendo al enfrentar estas cuestiones.
Has emprendido un bello camino, duro porque implica enseñanzas que cuestan de comprender, pero que al final te llevará a encontrarte a ti mismo. En esto consiste vivir. Vivir no consiste en que un buen día descubres quien eres y cómo es el mundo y a partir de ahí, todo se reduce a pulsar la tecla que activa cada una de las cosas que deseamos. La vida consiste en descubrir de nosotros lo que no sabemos y ver paso a paso, hacia dónde nos llevan nuestras elecciones. Y para hacer esto, no hay que sufrir más de la cuenta, ni preocuparse más de lo necesario, ya que lo que tenga que pasar pasará. De lo único que hay que asegurarse es de no hacer acciones por las que no estemos dispuestos a pagar, en otras palabras, hay que ser conscientes de nuestros deseos y cuando esto es así, no hay más que una elección.
Para terminar, haré un comentario a la respuesta de luisenrique, que sigue contestando sin ton ni son, y que debería aprender a leer y a escribir antes de cuestionar a quien plantea sus dudas, de un modo que para nada es confuso a no ser que no se tanga ni idea del tema.
Reitero que para responder hay que redactar un texto con sentido y puntuación correctas, que al menos, sea legible.
El texto de la pregunta, está perfectamente claro, como de costumbre, salvando la forma de expresarse que cada uno tiene, pero es que lo de este sujeto no tiene calificación.