Lo más valioso es que tenga la suficiente fuerza de voluntad para hacer aquello que muchos nunca se atreven, alguien con la madurez de tomar decisiones difíciles y aceptar las responsabilidades que se adquiere cuando se tiene un negocio.
Dependerá de cada legislación, pero debe tener una licencia de las autoridades de sanidad, para la manipulación de alimentos, que garantice cumple con las debidas normas y regulaciones de ley en su negocio.
Luego adicionalmente es aconsejable nuestro personal a cargo este certificado en atención y buen trato con el cliente, lo cual garantiza el personal esta cualificado para desempeñar este tipo de profesión.
Pero lo más importante es, que el comercio, mantenga esa empatía, ese calor humano para tratar con las personas, como la cortesía y respeto, que haga del ambiente tanto laboral como de visitante sea acogedor, y promueva la estancia frecuentada en sus instalaciones comerciales, de quienes le laboran y visitan.
Que los servicios prestados alcancen a todos los bolsillos, sin discriminar la clase social, sea pobre, baja, media o alta, situación que requiere tener instalaciones las cuales sean pulcras y en apariencia lujosas atractivas, para quienes frecuenten el sitio, que sin importar el diferente nivel social, la calidad, precio, pero al final el servicio en su totalidad brindarlo, siempre sea con una profesionalidad superior a la requerida, pues todo cliente satisfecho es un colaborador, que a la larga nos ayudara a publicitar nuestro negocio y hacerlo crecer, recuerde que no hay cliente ni grande ni pequeño.