A lo mejor el aire no es bueno en algunos sitios por la cantidad de productos que están echando. Comentaba ayer una limpiadora creo que de hoteles, que habían tenido que empezar a usar productos como lejía, antes prohibidos. Yo creo que estos productos (que creo que empezaron a usarse o al final, o a raíz de la segunda guerra mundial) no son buenos para las defensas, además de su efecto irritante, etc.; quizá estos productos afecten a las células más jóvenes.
No cabe duda de que han generado mucho miedo, a pesar de que dicen que la virulencia del virus es poco mayor que la de la gripe común. Decía una especialista que la neumonía que podría provocar tiene la misma mortalidad que otra generada por otro de los posibles gérmenes que pueden provocarla (que en un cierto porcentaje queda sin identificar, y también puede ser producida por varios gérmenes). Y desde luego que, al menos normalmente, sino siempre, hay que tener las defensas bajas para contraer una neumonía; y hay que tener en cuenta que esa bajada de defensas puede ser por enfermedad, por medicación, o bien por estrés (y a mucha gente a la que se le está cayendo el mundo).
Pero este baño de realidad, puede servir para acercarse más a Dios. Y siempre se puede hacer un acto de contrición perfecta.