I. Hola amigo Jesús. Es muy común en la adolescencia experimentar ese mal hábito que si no se erradica puede causar graves problemas en la vida de adulto, de casado y sexual. De todos modos no eres un caso perdido, aun eres muy joven y puedes cambiar esa situación, como te han dicho Luis Enrique y Pilar.
De mi parte te animo a meditar en lo siguiente: Para luchar con éxito contra el hábito de la masturbación, se requiere:
1) Rechazar pensamientos eróticos: la lucha contra la masturbación se libra en nuestra mente. La mente tiende a dejar correr la imaginación y da paso a impulsos apasionados. Cuando eso ocurre, el cuerpo acusa un estado de excitación sexual. Cuanto más se entretenga la mente en pensamientos impropios, mayor será la excitación. Como consecuencia, dicha excitación puede inducir a la masturbación. Pero debes esforzarte por rechazar el pensamiento inmoral. Si lo haces, la excitación se disipa y también cualquier sensación de incomodidad ocasionada por la tensión emocional del cuerpo. Prepárate un calendario apretado de actividades edificantes que ocupen tu mente en tareas sugestivas de modo que quede en ella poco lugar para dejarse atraer por pensamientos inmorales. Además, debes estar especialmente atento a aquellas cosas que permites que entren en tu mente.
2) En algunos casos, hablar con un amigo o familiar maduro sobre el problema: te damos las gracias por decirlo aquí, nosotros somos mayores que tú, es más, pudieras ser mi nieto, ya cuento con 59 años jajajajja. De modo que, pudieras hacer tal como hizo un joven que estaba retrocediendo en su lucha contra la masturbación llegó a un punto de total desesperación. Él dijo: “Una noche hablé en privado con mi padre sobre el problema. Tuve que hacer acopio de todas mis fuerzas para decírselo. Lloré mientras se lo contaba... estaba muy avergonzado. Pero nunca olvidaré sus palabras. Con una sonrisa reconfortadora, me dijo: ‘Me siento orgulloso de ti’. Él sabía por lo que había tenido que pasar hasta ese momento. Ningún otro comentario me hubiese podido levantar más el ánimo y la determinación que aquel. No tengas miedo, pide ayuda a tu padre si vives con él.
Si aun necesitas más ayuda, déjame saber.