Tiene mala solución; en realidad ese problema existe siempre, por la diferencia de rango dinámico (diferencia entre niveles de sonido bajos y altos) entre los contenidos. Algunos televisores incluyen un compresor básico en los ajustes de sonido, que permite reducir este rango dinámico. Al igual que el volumen o la ecualización, este compresor suele actuar sobre los altavoces internos del televisor, pero no sobre la salida de audio digital. Si tiene los altavoces externos conectados a la salida digital y el compresor activado, es posible que por eso ahora note esa diferencia de niveles que antes no percibía.
Como dice David, se puede solucionar con un compresor externo que, básicamente, reduce los niveles más altos a partir de un umbral, según un ratio de compresión, y eleva el nivel medio de la señal. Personalmente, yo no recomiendo esta opción porque, primero, no es un equipo sencillo de ajustar para un usuario que no tenga conocimientos avanzados de audio y, segundo, se pierde el rango dinámico de los contenidos, con la consecuente pérdida de matices sonoros.
Por ejemplo, en una película, desde mi punto de vista es interesante, a nivel artístico, que un susurro suene más bajo que una explosión, siempre dentro de unos límites. Lo mismo ocurre con las bandas sonoras; musicalmente suelen tener dinámica, con pasajes donde los instrumentos suenan más suaves y otros donde hay más intensidad, según la escena o el momento de la película. Si comprimimos o "aplastamos" toda la señal el resultado es un sonido plano, sin matices y que al final termina creando fatiga auditiva.
El "precio" que hay que pagar por tener rango dinámico es que al cambiar de canal o de contenidos notemos esa diferencia, a veces exagerada, de niveles.