I. Hola Ana, no soy un experto en relaciones de pareja pero buscando le comparto esa información que me parece muy oportuna. Es parte de un capítulo titulado: CÓMO PREPARARSE PARA TENER ÉXITO EN EL MATRIMONIO. En un libro que se titula: FELICIDAD FAMILIAR. Espero pueda serle útil. La animo que si, tiene una Biblia, busque las citas que aparecen y confirme lo que dice la Palabra de dios al respecto. Si necesita ayuda adicional, mi esposa y yo estaremos encantados de seguir aportando a su felicidad. Muchas gracias por su tiempo, valoración y aprecio por el aporte. Reciba un saludo fraterno.
Primero debemos conocernos a nosotros mismos
7 ¿Nos parece fácil enumerar las cualidades que nos gustaría que tuviera nuestra pareja? Para la mayoría sí lo es. Sin embargo, ¿qué puede decirse de nuestras cualidades? ¿Qué cualidades tengo yo que puedan contribuir al éxito de mi matrimonio? ¿Qué clase de esposo o esposa seré? Por ejemplo, ¿admito sin vacilar mis errores y acepto el consejo, o siempre me pongo a la defensiva cuando me corrigen? ¿Soy normalmente alegre y optimista, o suelo ser pesimista y quejumbroso? (Proverbios 8:33; 15:15.) Recordemos que el matrimonio no va a cambiar nuestra personalidad. Si somos orgullosos, hipersensibles o muy pesimistas de solteros, seremos igual de casados. Puesto que es difícil vernos a nosotros mismos como nos ven los demás, ¿por qué no pedimos a nuestros padres o a un amigo de confianza su opinión sincera y sus recomendaciones? Si vemos que podemos efectuar algún cambio, trabajemos en ello antes de contemplar el matrimonio.
8 La Biblia nos anima a permitir que el espíritu santo de Dios actúe en nosotros a fin de producir cualidades como “amor, gozo, paz, gran paciencia, benignidad, bondad, fe, apacibilidad, autodominio”. También nos dice que ‘seamos hechos nuevos en la fuerza que impulsa nuestra mente’, y que ‘nos vistamos de la nueva personalidad que fue creada conforme a la voluntad de Dios en verdadera justicia y lealtad’. (Gálatas 5:22, 23; Efesios 4:23, 24.) La aplicación de este consejo durante la soltería es como depositar dinero en el banco: producirá dividendos en el futuro, después de casados.
9 Por ejemplo, en el caso de la mujer, puede aprender a prestar más atención a “la persona secreta del corazón” que a su apariencia física. (1 Pedro 3:3, 4.) La modestia y el juicio sano la ayudarán a tener sabiduría, que es una verdadera “corona de hermosura”. (Proverbios 4:9; 31:10, 30; 1 Timoteo 2:9, 10.) En cuanto al hombre, puede aprender a tratar a las mujeres con amabilidad y respeto. (1 Timoteo 5:1, 2.) Asimismo, debe aprender a tomar decisiones y a asumir responsabilidades, y también a ser modesto y humilde. Las actitudes dominantes provocan muchos problemas en el matrimonio. (Proverbios 29:23; Miqueas 6:8; Efesios 5:28, 29.)
10 Aunque cambiar el modo de ser en estos campos no es fácil, es algo en lo que todos debemos trabajar, y, además, nos ayudará a ser mejores cónyuges.