¿Cuándo hago compulsiones libero dopamina?

Me acabo de hacer esta pregunta luego de ver un video en Youtube que hacía referencia a la dopamina. Yo tengo TOC, o vestigios de TOC, sin embargo, sigo haciendo compulsiones cotidianamente porque no quiero sentirme mal, o sea, tengo la sensación de que si no hago las compulsiones me sentiré mal, ansioso, etc... Entonces conectando esos dos pensamientos me surgió la duda si es que acaso al hacer compulsiones libero dopamina en el cerebro y eso me hace "sentirme bien".

Y si es así... ¿Para superar el TOC debo sentirme mal irremediablemente durante un tiempo?

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Aparte de que el funcionamiento de los neurotransmisores es algo muy complejo, con varios receptores diferentes, con diferentes efectos, interacciones entre ellos, etc., cuando tú sucumbes a una compulsión más que un logro (que sí podría tener el efecto por el que preguntas), es un fracaso; por otro lado, la compulsión no se lleva a cabo para sentirse bien (ya que en ese caso se trataría de impulsión, no de compulsión, como en el trastorno de control de los impulsos, que es otro cuadro), sino que, como dices, para no sentirse mal, para no sentirse ansioso, etc.
En lo que a la parte conductual respecta, está indicado el no sucumbir ante estas compulsiones, aunque se tenga que soportar una cierta ansiedad inicial; si las compulsiones se alimentan, éstas van a más, tanto en intensidad, como existiendo también la posibilidad de que abarquen otros temas. Además de que la ansiedad que evitan es muy pasajera, surgiendo enseguida nuevas dudas y temores.
Algo que te puede ayudar es no querer tener las cosas más controladas de lo conveniente; piensa que la mente tiene un funcionamiento, y si no lo respetas, y lo intentas forzar de mil maneras, el resultado será, sin duda, que un peor rendimiento. Si tú sabes por ejemplo que has dejado el grifo cerrado, aunque te asalte la duda irracional (otra cosa sería que te asaltase una duda que considerases real, racional), no estaría indicado el volver a comprobarlo; y si lo hicieras, al poco te asaltaría de nuevo el temor en ese tema o en otro. Y algo que te puede ayudar para esto es no guiarse por un perfeccionismo guiado, al final, por los propios intereses, sino que te viene mejor el guiarte por la auténtica perfección, que no es más que la virtud de la caridad, virtud que únicamente se puede vivir con la gracia de Dios.

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