Vecina me acosa por quejarme de ruidos y olores
Me mudé a una casa en las afueras de Madrid y los vecinos tienen un perro abandonado en el jardin que me ladraba y gruñia cuando salía, y por la noche más ladridos y aullidos que no dejan descansar. Ellos lo veían y no hacían nada. Un día nos saltó el perro al jardín, dándonos un susto de muerte, porque tenían toda la valla rota. Este perro lo hace todo en el jardín y el olor es insoportable porque, sin exagerar, no lo limpian en meses. Me quejé un par de veces a la policía por los ruidos y al no solucionarse escribí al ayuntamiento por el ruido y las heces. Parece que vino medio ambiente a darles un toque y la mujer se puso fuera de si, insultándome a gritos, inventándose calumnias como que soy drogadicta, que no me ducho... Hablé con la policía e intervinieron, desde entonces no ha gritado pero cuando estoy en el jardin sola, con familia o amigos, pone la música a todo volumen, o bien habla mal de mí con su marido para que la oiga, intenta toda clase de provocaciones a las que no he respondido nunca, hago como si no existiera y solo quiero que me deje en paz y que respete la convivencia. ¿Qué opciones legales tengo ante el acoso continuo sumado a los ladridos y heces? La policía sugiere juzgado de paz pero esta gente no tiene pinta de saber dialogar.
2 Respuestas
Yo te recomiendo que busques la ayuda de un abogado por lo que comentas en tu descrito, hay personas que piensan que ellos hacen las leyes a su manera y pueden hacer lo que quiera sin respetar a los demás, sin pensar en los demás, con esto no estoy incitando a la violencia solamente te digo que lo mejor es llevarlo por la vía legal deja que las leyes se encarguen y los encaminen porque si no pueden entender dialogando como personas, pues que entiendan con la Ley.
Tú misma ya lo estás, al menos en parte, diciendo con tus últimas palabras. Y en este sentido ya has cometido el error de no tolerar ciertas molestias, y pretender que las cosas cambiasen así desde la superficie y sin más.
Y ahora te toca enmendar el error, y no seguir con la escalada que estás siguiendo. Lo que te recomiendo es siempre con conducta correcta, y esto dices que, al menos en parte, lo haces. Y ahora, como segundo factor, y más importante, y que dices que no haces ya que hablas de indiferencia, tienes que rectificar la intención, y pensar en el bien de verdad de todos, de vosotros y de ellos, y claro, si es recto, esto obliga a sobreponerse a los intereses temporales (que serían vanos o desordenados si se antepusiesen al bien).
Deja que te haga todo el mal que quiera hacerte, como dice en el Evangelio, y responde siempre con bien; jamás con un comentario (te recomiendo que ni siquiera privado) crítico, y ni siquiera mostrando desagrado; si sales al jardín y te ponen la música a todo volumen, no por eso entres, sino que estás en el jardín como si nada (incluso puedes pensar, si te ayuda, que eso lo haces la persona a la que más afecto le tienes en el mundo; o piensa que estás en un asunto muy delicado). De la abundancia de bien la primera beneficiada eres tú, ya que no pienses que tú te perjudicas con esto en absoluto. Y alégrate de poder hacer un bien en esa ocasión. Recuerda, bien por fuera, y bien por dentro. Si alguien te habla de molestia, no contestes; no hables de eso. Fíjate en tu parte, para que sea la mejor respuesta, con la gracia de Dios. No recrimines nada, ni pidas nada por tu mero interés, en este caso.