No soporto a mi madre y no sé qué hacer por ser menor

Tengo 15 años y mis padres están separados, estoy con mi madre y mis dos hermanas (una de 17 y la otra 12). Lo estamos pasando mal y no sabemos que hacer, no podemos ir con nuestro padre porque él no nos quiere en su casa. Cada día se pone más agresiva ya que se ha separado de su novio y mi hermana me está presionando para que me compre un piso a los 16 o denunciar a mi madre. No sé qué hacer y el psicólogo y el psiquiatra no ayudan y tampoco vamos bien económicamente.

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Yo creo tu madre si necesita atención psicológica o hablar con un sacerdote y la visite, no es justo uds paguen por si situación, y es normal quieran irse, 3n lugar de sentirse queridos se sienten carga e imagínate dsps con una madre así quien quería cargar con ella y ella misma no es autosuficiente y uds apenas empiezan su vida

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Por lo que dices, tu madre no está pasando un buen momento. Así que tendrás que entenderla. Si es cierto que vosotras tampoco estaréis bien con la situación.

Debéis hacer un esfuerzo las cuatro para no culpaos unas a las otras de vuestra situación, y hablar entre todas partes hacer un equipo y afrontar todos los problemas.

Si ella está mal, dadle cariño, aunque cueste, es la mejor medicina.

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En lo que Dios te manda tienes una guía segura, y no en hacer lo que le parece a una persona al margen de esto. Por supuesto que para honrar a tus padres tiene que quererlos, y obedecerlos, mientras dependas de ellos, y eso es lo que te recomiendo que hagas.
Que no son perfectos, o que cayeron en grandes errores, es creíble, pero no tienes que ser su juez, sino que ayudarlos, en primer lugar viviendo tú lo que quieres transmitir.
A tu madre siempre le tienes que hablar bien, con respecto, y buen tono, y obedecer en lo que te mande de bueno, para tu bien o el de tu familia. Empieza por hacer esto. Haz oración, y frecuenta los Sacramentos; estate en gracia de Dios, y procura que tu madre, y también tu padre, lo estén, claro que sin imposiciones, ya que la fe se propone, nunca se impone, ya que no es posible amar a la fuerza.

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Tendrán que ir a terapia de familia para que encuentren mecanismos de comunicación asertiva y así poder superar las limitantes entre ustedes. Mientras eso ocurre vas a hacer cambios drásticos en tu cotidiano vivir que lentamente cambiarán el ambiente general de tu entorno: 1.De aquí en más solo dirás la verdad, solo la verdad y nada mas que la verdad. A veces decir la verdad complica más las cosas entonces buscarás "burladeros" como ¿Y te importa mucho mi opinión? O ¿Qué ganas con saber lo que opino? O ¿Y si de pronto mi opinión complica mas las cosas? O ¿Estás completamente seguro de que quieres saber mi opinión? O Si habla tu primero con toda sinceridad y luego lo haré yo. 2.Buscarás ser excelente en todo lo que hagas, adiós mediocridades porque siempre harás tu máximo empeño en hacer las cosas bien hechas y demás no volverás a hacer comentarios negativos sobre algo o sobre alguien, pero si alguien empieza con esos comentarios negativos tu no participarás de ellos. 3.Buscarás aprender un arte u oficio, reducirás drásticamente el consumo de redes sociales y aparatos tecnológicos e incrementarás la lectura.

Para lograr esos cambios necesitas buscar una fuerza desde tu interior así que todas las noches antes de acostarte vas a orar agradeciendo el día que se te dio y pedirás que te den fortaleza para hacer esos cambios en tu vida volviéndose un norte hacia el cual dirigirte. En la mañana antes de levantarte volverás a orar agradeciendo el nuevo día que se te dio y pedirás que se te muestre la forma correcta de pensar, actuar y sentir frente a las situaciones de tu día: Cuando se presente una situación conflictiva pensarás en la oración que hiciste en la mañana y estarás con la seguridad de que actúas bien.

La oración por excelencia y la única que nos dejó Jesucristo es el Padre Nuestro que lo orarás de esta forma (como lo hacían nuestros ancestros): Padre Nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase Señor tu voluntad, aquí en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras deudas, así como también nosotros perdonamos a nuestros deudores; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos Señor de todo mal. Amén, Amén, Amén

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