No le recomendamos que busque un diagnóstico médico a través de un foro. Si tiene dudas, malestar sería conveniente que acudiera a su médico/a habitual para que le explore y le haga las pruebas que estime convenientes para darle un diagnóstico, y el tratamiento en caso de precisarlo adecuado a su caso.
La papulosis perlada del pene o pápulas perladas, denominadas científicamente Hirsuties papillaris genitalis, son unos bultitos reducidos que pueden localizarse en el glande del pene formando una especie de renglones o hileras alrededor de este. Aunque muchos crean que se trata de algún tipo de afección, lo cierto es que simplemente es una particularidad anatómica que presentan hasta un 40% de los hombres en sus genitales y que, por ello, no precisan de tratamiento médico. La eliminación de las pápulas perladas puede desearse únicamente por criterios estéticos y por experimentar una ligera incomodidad e incluso inseguridad al mantener relaciones sexuales.
Las pápulas perladas en el pene son unos pequeños bultitos o protuberancias que aparecen, por lo general, alrededor del glande, es decir, en la parte final o cabeza del pene, aunque en ocasiones se puede pensar que están presentes en el escroto, que es esa especie de bolsa de piel fina y rugosa que cubre los testículos, en realidad en esos casos se trata de las denominadas manchas de Fordyce. Estas últimas son glándulas sebáceas que lucen como granitos pequeños y que, también, son benignos e indoloros.
Estas protuberancias suelen tener un tamaño muy reducido que oscila entre los 1 y 3 mm, son redondeadas y pueden tener un color carne, blanquecino o ser casi transparentes, presentando en muchos casos un aspecto brillante. Generalmente, aparecen en el glande formando una especie de hilera o varias a lo largo de la corona de este y a los lados del frenillo.
A diferencia de lo que muchos puedan creer, las pápulas perladas no causan dolor ni constituyen una enfermedad de carácter infeccioso, sino que se trata de una condición benigna y no es más que una particularidad anatómica que algunos hombres presentan en sus genitales.
Lo blanco podría tratarse del esmegma que es una secreción que suele acumularse en los genitales de los mamíferos, tanto en machos como en hembras.
Esta secreción es muy similar al queso y procede del recambio celular, junto con el sebo proveniente de las glándulas de Tyson. En el hombre proviene de las células de la zona del glande y de la porción interna del gajo, y en las mujeres proviene del recambio celular y del sebo de las células en el clítoris y los labios mayores.
En los varones con frenillo corto, con fimosis o sin circucisión la acumulación se produce en el espacio balanoprepucial (entre el prepucio y el glande del pene), y en las mujeres en la capucha del clítoris y en los pliegues entre los labios menores y mayores. En los varones circuncidados se producen las mismas sustancias pero su limpieza es más sencilla, ya que no tienen sitio donde acumularse.
Es una secreción blancuzca, untuosa y con un fuerte olor característico. Su presencia se da en los hombres y en las mujeres. Puede provocar irritación e inflamación del glande (denominada balanitis), del prepucio (postitis) o de ambos (balanopostitis), cosa que sucede si no se higieniza adecuadamente.
Para eliminarlo solo hace falta descubrir el glande retrayendo el prepucio, y limpiarlo con agua durante la ducha o cualquier otra forma de aseo personal.