En principio si lo que se quiere es convertir el local en vivienda es necesario hacer un estudio previo. Comprobar la normativa, que permita el uso en planta baja y que esté permitido por número de viviendas. En Barcelona hay un número máximo de viviendas que puede haber en un edificio según normativa.
No tiene por qué haber mucho problema en este proceso, solo el tiempo y el económico puesto que se trata de una obra mayor (el cambio de uso) y tiene que adaptarse la nueva vivienda a normativa.
En cuanto a usar un local como vivienda, en concepto de segunda residencia, de manera ilegal, tampoco creo que haya muchos inconvenientes. Hay que tener en cuenta que a todos los efectos no se puede realizar ese uso en un local, por lo que las obras deben realizarse de manera que no aparenten ser vivienda. Tampoco se puede realizar ningún trámite en que figure así. No se puede empadronar, ni fijar una residencia temporal, ni dirección a efectos administrativos. No sé si me explico.
Las obras se harían primero legalmente aquellas que pudieran incluirse dentro de la categoría de local y posteriormente, a modo personal e ilegalmente, se realizarían las propiamente orientadas a hacerlo vivienda (en particular la cocina). Yo lo recomiendo así para hacer el máximo posible legalmente y minimizar los riesgos de inspección por parte de los servicios municipales.
Para ello necesitas de un arquitecto que te gestione la parte de obra legal en un proyecto de reforma interior.
Espero haber sido lo suficientemente claro. Cualquier aclaración no dudes en preguntarme de nuevo o pedir todas las explicaciones que consideres oportunas.
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