No quiere ni vender, ni alquilar nuestro piso
Mi novio y yo nos compramos un piso hace 3 años, todo al 50%. La relación se terminó por mi parte y me fui a vivir a casa de mi madre. Una vez calmadas las cosas hable con el con la intención de que vendiéramos el piso, lo alquiláramos o si el quería el piso, se quedara con el, mientras todo estuviera a su nombre y se eliminara de esta operación a mis padres, los cuales están de avalistas. El caso es que el dice que no a todo y amenaza con dejar de pagar si le presiono. Hace un año que vivo con mis padres pagando la mitad de la hipoteca mientras el paga la otra mitad pero disfruta del piso. No quiere arreglar nada y yo tengo miedo que mis padres salgan perjudicados. Estoy muy perdida, ¿qué pasos debo de seguir?
1 respuesta
Respuesta de dprietoc
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Estimda usuaria
Debe asumir que sus padres al ser avalistas pueden ser obligados a pagar la deuda, si los deudores principales no pagan, en eso consiste el aval precisamente.
Pero el perjuicio que puedan sufrir dependerá de lo que valga la vivienda en relación con lo que tengan que pagar como avalistas, porque com es evidente si el avalista tiene que pagar, lñuego puede cobrarse con intereses de los deudores principales (Vd. Y su novio), y ello podría significar que los padres, (avalistas) se cobrasen de lo que se obtenga con la venta o subasta de la vivienda. Al final los que van a perder son Vd. y su novio, que son los dueños de la vivienda y que si no pagan se venderá o subastará, bien por el banco o bien por los avalistas que han pagado.
Así que en mi opinión debe proceder a demandar en conciliación a su novio para que proceda a la división de la cosa común (vivienda), mediante venta o adjudicación de la misma y reparto del precio. Si de forma temeraria se opusiese, no se preocupe, porque ello demostrará su mala fe y le acarreará la condena en costas, en el siguiente pleito de división de cosa común. Como supongo que antes de ello se asesorá, lo más probable es que lleguen a un acuerdo, para evitar gastos y perjuicios.
Pero debe tener claro que Vd. tiene todo el derecho a exigir la división de la cosa común, y que eso significa en este caso (que no se puede partir el piso) que el piso se venderá en publica subasta con admisión de licitadores extraños, pudiendo en dico caso cada uno de Vd. pujar y quedarse con la vivienda.
Esto no afecta para nada al hipoteca, esto es un préstamo aparte que seguirá las viscitudes que tenga que seguir, pero al banco, digamos que no le afecta para nada lo que hagan con la vivienda, pues el préstamo no se modifica.
Debe asumir que sus padres al ser avalistas pueden ser obligados a pagar la deuda, si los deudores principales no pagan, en eso consiste el aval precisamente.
Pero el perjuicio que puedan sufrir dependerá de lo que valga la vivienda en relación con lo que tengan que pagar como avalistas, porque com es evidente si el avalista tiene que pagar, lñuego puede cobrarse con intereses de los deudores principales (Vd. Y su novio), y ello podría significar que los padres, (avalistas) se cobrasen de lo que se obtenga con la venta o subasta de la vivienda. Al final los que van a perder son Vd. y su novio, que son los dueños de la vivienda y que si no pagan se venderá o subastará, bien por el banco o bien por los avalistas que han pagado.
Así que en mi opinión debe proceder a demandar en conciliación a su novio para que proceda a la división de la cosa común (vivienda), mediante venta o adjudicación de la misma y reparto del precio. Si de forma temeraria se opusiese, no se preocupe, porque ello demostrará su mala fe y le acarreará la condena en costas, en el siguiente pleito de división de cosa común. Como supongo que antes de ello se asesorá, lo más probable es que lleguen a un acuerdo, para evitar gastos y perjuicios.
Pero debe tener claro que Vd. tiene todo el derecho a exigir la división de la cosa común, y que eso significa en este caso (que no se puede partir el piso) que el piso se venderá en publica subasta con admisión de licitadores extraños, pudiendo en dico caso cada uno de Vd. pujar y quedarse con la vivienda.
Esto no afecta para nada al hipoteca, esto es un préstamo aparte que seguirá las viscitudes que tenga que seguir, pero al banco, digamos que no le afecta para nada lo que hagan con la vivienda, pues el préstamo no se modifica.
