Adolescente que se ha ido de casa
No envío esta carta a ningún experto concreto, pues considero que hay ciertas reglas que no se aprenden en las universidades. Yo misma soy pedagoga en funciones, maestra y educadora de educación secundaria, y tras haber enviudado hace tres años, cuando mi hijo mayor tan sólo tenía 15, empezaron mis problemas con él, pues tras consejo psiquiátrico yo empecé a salir y a relacionarme con amigas/os en grupo, que mi hijo no acabó de aceptar; me supervisaba y criticaba cual padre ante hija adolescente.
Ël ha sido siempre un chico inteligente, alumno tremendamente brillante, pero creo que jamás superó la pérdida de su amigo/padre.
Hace un año, y tras diversas discusiones (él con 17), decidió irse a casa de mi suegra, con la que no me hablo desde hace años. La relación de él con ella no ha sido más que esporádica, pero creo que ella ha encontrado aquí el hueso que roer para dañarme.
Ël me dijo que no soportaba más reglas y castigos (adolescente rebelde, como la mayoría), y al tener el apoyo familiar ajeno a mí, se fue de casa.
Sé que ahora él no tiene límites ni referentes, pues aunque está en residencia universitaria (mi suegra tiene la tensión muy alta como para poder vivir con él) estudiando, no tiene relación alguna conmigo ni con su único hermano.
Esto me está matando, pues no acabo de aceptar que tras una completa vida dedicándome a él, viviendo sólo por él, dedicándome a sus estudios, a su bienestar, y tras pasar el trago que he pasado, mi hijo no manifieste sentimiento alguno por su madre, ni por su hermano.
Mis intentos de acercamiento han sido muchísimos, hasta la extrema humillación, pero su frialdad y dureza son inconmensurables.
No planteo pregunta alguna, pues no la hay, simplemente quejarme de lo mal que algunos hijos se portan con sus padres...
Ël ha sido siempre un chico inteligente, alumno tremendamente brillante, pero creo que jamás superó la pérdida de su amigo/padre.
Hace un año, y tras diversas discusiones (él con 17), decidió irse a casa de mi suegra, con la que no me hablo desde hace años. La relación de él con ella no ha sido más que esporádica, pero creo que ella ha encontrado aquí el hueso que roer para dañarme.
Ël me dijo que no soportaba más reglas y castigos (adolescente rebelde, como la mayoría), y al tener el apoyo familiar ajeno a mí, se fue de casa.
Sé que ahora él no tiene límites ni referentes, pues aunque está en residencia universitaria (mi suegra tiene la tensión muy alta como para poder vivir con él) estudiando, no tiene relación alguna conmigo ni con su único hermano.
Esto me está matando, pues no acabo de aceptar que tras una completa vida dedicándome a él, viviendo sólo por él, dedicándome a sus estudios, a su bienestar, y tras pasar el trago que he pasado, mi hijo no manifieste sentimiento alguno por su madre, ni por su hermano.
Mis intentos de acercamiento han sido muchísimos, hasta la extrema humillación, pero su frialdad y dureza son inconmensurables.
No planteo pregunta alguna, pues no la hay, simplemente quejarme de lo mal que algunos hijos se portan con sus padres...
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Respuesta de Mónica Salas Temprana
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