Sexo anal primera vez, dudas y circunstancias...

Mi novia ha insistido con el tema por bastante tiempo, yo he accedido por dalre placer a él. En ocasiones cuando tenemos sexo, él pone su dedo en mi ano y en ocasiones lo introduce casi hasta la primera segunda falange, ya es costumbre, y aunque me incomoda un poco hay ocasiones en las que no me disgusta que lo haga.
He decidido acceder, y aunque sé que la estimulación del ano debe hacerse paulatinamente, hasta el momento ha sido solo con los dedos, hasta la primera falange y con saliva. Sé los riesgos de tener sexo anal y vaginal simultáneamente así que eso no ha sido ni sera un problema, dudo sobre si siempre deba usar condón para hacerlo ya que él dice que sentiría más sin condón y respecto al lubricante tenemos uno de johnsons que según la etiqueta es a base de agua y da una sensación caliente, más vaginalmente me causo irritación y no sé si en mi ano cause lo mismo, ¿es por lo caliente o qué?, tengo ganas de satisfacerle pero también el temor a que me duela o a un peor me hiera... Por favor, aclarame a mejor forma de hacerlo, si es bueno usar ese lubricante, siempre condón etc...

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Práctica de la penetración anal
Inicio de la penetración
Para reducir las sensaciones de dolor es importante realizar la inserción del pene o del objeto de manera paulatina, lo que permitirá que se produzca una dilatación y adaptación gradual de los músculos. En ocasiones ayuda empujar ligeramente el objeto introducido como si se estuviera defecando para que la dilatación sea más rápida.
Placer en la fase de penetración
En el coito anal o pedicación la mujer obtiene en gran medida su placer al ser estimulado el útero, el cual frecuentemente es poco estimulado en el coito vaginal. El hombre lo obtiene a través de la estimulación de su próstata.
La penetración anal exige generalmente la elección de un ángulo apropiado, pues el ano es más apretado y menos flexible que la vagina. En la ilustración se observa que la cadera del hombre está relativamente más alta que la de la mujer.
Usualmente la persona penetrada complementa el coito anal con la masturbación, lo que contribuye a una multiplicación del placer y a relajarle la musculatura anal, con la consecuente facilitación y mejoramiento de la penetración anal. Por otra parte, las terminaciones nerviosas excitables en la zona ano-rectal son centenares de veces más numerosas que en la vagina (en el coito vaginal la condensación neural se restringe al clítoris y eventualmente al llamado «punto G»; así -si no existen fobias- la penetración anal puede llegar a ser más placentera para la mujer. En el momento en el que la pareja «pasiva» (la persona penetrada) logra el orgasmo, contrae fuertemente la musculatura anal, provocando una fuerte presión sobre el hombre, lo que le facilita a éste el orgasmo.
El placer procurado por el coito anal no sólo deriva de las sensaciones físicas, sino también de las subjetivas («romper un tabú», por ejemplo) y, según el psicoanálisis, también de una reminiscencia de la fase o estado anal.
Sin embargo, la mujer a menudo se encuentra desde la infancia condicionada para considerar como «negativo» el coito anal, de modo que un intento compulsivo de llevarle a un coito anal puede ser percibido por ella como una especie de violación. De esto se entiende que tanto el coito anal como cualquier tipo de relación sexual se llevará a cabo previo acuerdo con la pareja, con la mayor comunicación posible.
Postura del perrito o coito a tergo
La postura del perrito.
Es una de las más conocidas. La persona que va a ser penetrada se apoya con sus rodillas y brazos en una posición alta (generalmente en una cama). Cuanto más agache su espalda, más deja al descubierto su ano. La persona que penetra puede estar situada también de rodillas en la cama, o bien de pie fuera de ella. En cualquiera de esos dos casos, es el "activo" quien lleva el control y el ritmo de la penetración, aunque el "pasivo" puede jugar con los testículos de su pareja. En esta postura, el ano de la persona penetrada tiende a estrecharse, por lo que la penetración puede llegar a ser dolorosa. A diferencia de la penetración vaginal, la denominada "postura del perrito" o doggy requiere generalmente que el pene esté en una posición más elevada. Si la persona que penetra está apoyada sobre sus rodillas, esto se puede conseguir poniéndose en cuclillas, lo cual es cansado pero favorece la penetración; o bien, dependiendo de la estatura de la persona penetrada, doblando ésta algo más las rodillas, de modo que el trasero quede algo más bajo. Si quien penetra lo hace de pie, el amante penetrado puede abrir sus piernas. En ese caso se logra una penetración más profunda, pero la postura es algo más complicada, teniendo en cuenta que hace falta algo más de apoyo para hacer la presión suficiente para penetrar. Es interesante que la cama sea firme o incluso que la persona penetrada tenga la posibilidad de agarrarse a algo, por ejemplo en el cabecero o el pie de la cama.
Coito anal con la persona penetrada sentada encima del pene de su pareja
Bien de cara a la pareja o bien de espaldas, en este segundo caso la estimulación visual proviene de observar el trasero penetrado mientras que la ventaja de hacerlo de cara es ver la expresión de la otra persona, poder besarla en los labios, mejillas, cuello, tocarle y olerle los cabellos y, en caso de ser mujer, cómo se ven y cómo se mueven sus senos; además, éstos rozan con el cuerpo del hombre. La penetración que permite es muy profunda y la ventaja que tiene es que la persona penetrada tiene control de los movimientos, con lo cual puede regular tanto el ritmo como la profundidad de la penetración. Suele ser una postura poco dolorosa, por lo que a veces puede resultar interesante comenzar por ella para adaptar los músculos del recto al tamaño del pene.
Con las dos personas tumbadas de costado
En este caso la profundidad de la penetración es mucho menor y existe el riesgo de que el pene del hombre que penetra se «escape» en varias ocasiones del recto de su pareja. En cambio, es una postura muy sensible y con mucho contacto físico entre los dos involucrados. Permite además a la persona que penetra jugar con los genitales de su compañero(a).
Higiene
En consecuencia siempre se aconseja la práctica del sexo anal utilizando un condón (la pedicación sin condón es también muy arriesgada para el amante «activo»).
Es importante prestar cuidado al extraer el condón de su envoltorio, para no dañarlo con las uñas y evitar que se rompa. Si la práctica de la pedicación o sexo anal se efectúa sin condón, en todo caso es -aunque parezca obvio- imprescindible el máximo nivel de higiene del ano y del recto, así como del pene en el momento de la penetración.
Si la penetración anal se practica con o sin condón, de cualquier manera siempre se recomienda que no se practique felación ni penetración vaginal alguna después de la penetración anal, esto para evitar infecciones generalizadas a partir de los gérmenes que puedan encontrarse en el ano y en el recto. En todo caso, un coito vaginal practicado luego del sexo anal deberá incluir, necesariamente, el lavado del pene, con suficiente agua y jabón, por las mismas razones.
La higiene es importante para una buena salud del ano y para la práctica del sexo anal.
El lavado con jabón neutro y agua mantendrán el ano limpio. El lavado debe hacerse con suavidad. También es importante que el papel usado diariamente no sea abrasivo. Se evitarán de esta manera posibles infecciones en los genitales femeninos por bacterias de la flora del recto.
El cuidado normal facilita que exista una hidratación natural que permite que la piel que le rodea esté suave y elástica.
Lubricación
Contrariamente a la vulva y la vagina, el ano y el recto no segregan lubricación natural que facilite la relación sexual. Tampoco estos músculos tienen una elasticidad que les permitan dilatarse naturalmente. Por ello, la penetración anal debe ser practicada con sumo cuidado, para evitar la propensión existente a los desgarros y fisuras anales.
Por este motivo, cuando se practica sexo anal, suele usarse algún lubricante para facilitar la penetración. En cuanto a los lubricantes naturales, son muy frecuentes el uso de la saliva o bien practicar la penetración anal después de la vaginal. Pero, como ambos líquidos se evaporan rápidamente, la penetración tendría que ser inmediata. Aun así, no suelen ofrecer gran garantía. Por ello, la mejor opción es recurrir a lubricantes artificiales.
Es conveniente que el lubricante se aplique en el pene, en el ano y en cualquier objeto que se vaya a introducir en el mismo.
En caso de sexo anal con condón, se debe tener especial cuidado en emplear un lubricante que sea compatible con preservativo. El lubricante recomendado sería uno de base acuosa de buena calidad. Los de base oleica es mejor evitarlos porque pueden dañar el látex. Por motivos de higiene, siempre es recomendable el uso de condón, incluso en la penetración con objetos.
La aplicación del lubricante debe conllevar su morbo y su parte de excitación sensorial; en este sentido, puede ser conveniente -si no se siente reparo a ello- pasar la lengua por el ano de la otra persona, e introducirle los dedos impregnados con lubricante con suavidad, lo que ayudaría a dilatar y relajar el ano de la persona que va a ser penetrada, y reduciría significativamente la sensación de dolor inicial de la penetración.
Relajación del músculo del ano y dilatación del esfínter
Como normalmente el músculo del ano (esfínter anal) se encuentra cerrado, el sexo anal podría ser doloroso si previamente no se tiene la precaución de distender este músculo (una buena manera sería la realización de juegos sexuales). Se recomienda dilatar o «ablandar» el esfínter anal previamente con aceite emulsionado, otros geles especiales, cremas o saliva e introduciendo lentamente un dedo en el ano, moviéndolo suavemente para luego ir engrosando con otro y otro y llegar a producir una expansión progresiva del músculo.
Además puede resultar útil el empleo de un dilatador anal o consolador, generalmente de forma cónica, aunque puede haber otras variantes como bolitas unidas que cada vez tienen un tamaño más grande. El principio es el mismo: jugar con el ano para que éste se acostumbre a tener algo dentro y se relaje.
Suerte...
¿Un lubricante de sensación caliente sirve?
¿Analgésicos o algo para evitar en mayor medida dolor alguno?
Gracias...
Si funciona aplica anestésico de uso tópico y espera unos 5 minutos.
Lubricante caliente yo no lo recomiendo por lo sensible de la zona anal, así que queda a tu elección.
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Creo que este tipo de perversión es la forma latente de homosexualidad. Y me sigo preguntando si es normal o no. ¿O es solo por el predominio del porno que crea estos deseos?

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Creo que tienes razón, Virginia. Todas las llamadas fantasías provienen de mentiras. Lo que significa que cuando la erección es insuficiente, las personas intentan estimularla con perversiones. Pero no funcionará. Así que es mejor curar la disfunción eréctil con la ayuda de píldoras https://guiadelibido-es.com y médicos. Porque las chicas normales no tendrán este tipo de 'relación' con nadie.

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