Tao / Taoismo
¿Alguien puede iniciarme en esta cultura o forma de vida?
He conectado muchísimo y quiero saber más y más.
Gracias, un saludo.
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Respuesta de mclaffi L.
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mclaffi L., Soy Testigo de estudio y sigo al gran Díos y señor del universo...
Esta información esta extraída del libro el hombre en busca de Dios si quieres chequea las fuentes.
El taoísmo y el confucianismo... en busca del camino del Cielo
El taoísmo, el confucianismo y el budismo son las tres principales religiones de China y el Lejano Oriente. Sin embargo, el taoísmo y el confucianismo, a diferencia del budismo, no han llegado a ser religiones mundiales, universales, pues principalmente han permanecido en China y dondequiera que la cultura china ha ejercido alguna influencia. Aunque no hay cifras oficiales de la cantidad actual de sus seguidores en China, el taoísmo y el confucianismo, en conjunto, han dominado la vida religiosa de casi la cuarta parte de la población del mundo durante los pasados 2.000 años.
'QUE cien capullos florezcan; que cien escuelas contiendan.' Ese dicho, hecho famoso por haberlo usado en un discurso en 1956 Mao Tse-tung, de la República Popular de China, fue en realidad una paráfrasis de la expresión que los eruditos chinos han usado para describir la época china que se extendió desde el siglo V hasta el III a.E.C., llamada el período de los Estados Guerreantes (o Reinos Combatientes). Para ese tiempo la poderosa dinastía Chou (c. 1122-256 a.E.C.) había degenerado hasta convertirse en un sistema de estados feudales flojamente relacionados que siempre estaban en guerra entre sí, para gran angustia de la gente común.
2 Los trastornos y el sufrimiento causados por las guerras debilitaron mucho la autoridad de la clase gobernante tradicional. El pueblo ya no se contentó con someterse a los caprichos y las artimañas de la aristocracia ni sufrir en silencio las consecuencias. Como resultado de esto, las ideas y aspiraciones que se habían mantenido reprimidas por largo tiempo brotaron de súbito como 'cien capullos florecientes'. Diferentes escuelas filosóficas presentaron sus ideas sobre gobierno, ley, orden social, conducta y ética, además de sobre asuntos como la agricultura, la música y la literatura, con la intención de devolver alguna normalidad a la vida. A estas escuelas se las llamó las "cien escuelas". La mayoría de ellas no tuvieron efecto duradero. Sin embargo, dos escuelas adquirieron tanta prominencia que han afectado la vida de los chinos por más de 2.000 años. Con el tiempo a estas se las conoció como el taoísmo y el confucianismo.
Tao... ¿qué es?
3 Para entender cómo fue que el taoísmo y el confucianismo llegaron a tener tan profunda y duradera influencia en el pueblo chino (también en la gente de Japón, Corea y otras naciones de los alrededores) es necesario saber algo del concepto fundamental chino del Tao. Esa palabra misma significa "camino, vía o senda". Por extensión, también puede significar "método, principio o doctrina". Para los chinos, la armonía y el orden que percibían en el universo eran manifestaciones del Tao, cierta clase de voluntad o legislación divina que existía en el universo y lo regulaba. En otras palabras, en vez de creer en un Dios Creador, que controla el universo, creían en una providencia, una voluntad del cielo, o sencillamente el cielo mismo como la causa de todo.
4 Al aplicar el concepto del Tao a los asuntos humanos, los chinos creían que había una manera natural y correcta de hacerlo todo, y que toda cosa y toda persona tiene su lugar apropiado y su función apropiada. Por ejemplo, creían que si el gobernante cumplía con su deber mediante tratar con justicia a la gente y se encargaba de los ritos de sacrificio con relación al cielo, habría paz y prosperidad para la nación. De igual manera, si la gente estaba dispuesta a buscar el camino, o Tao, y seguirlo, todo sería armonioso, pacífico y eficaz. Pero el resultado de hacer lo contrario de ese camino, o presentarle resistencia, sería caos y desastre.
5 La idea de ajustarse al Tao y no estorbar su fluir es un elemento central del pensamiento filosófico y religioso chino. Se puede decir que el taoísmo y el confucianismo son dos expresiones diferentes del mismo concepto. El taoísmo adopta un punto de vista místico, y en su forma original aboga por la inacción, la quietud y la pasividad, evitar la sociedad y volver a la naturaleza. Su idea básica es que todo saldrá bien si la gente deja de preocuparse, no hace nada y permite que la naturaleza siga su curso. Por otra parte, el confucianismo adopta un enfoque pragmático, práctico. Enseña que el orden social se mantiene cuando toda persona desempeña el papel que le corresponde y cumple con su deber. Con ese fin, codifica todas las relaciones humanas y sociales -gobernante-súbdito, padre-hijo, esposo-esposa, y así por el estilo- y suministra pautas para todas estas. Naturalmente, nos hacemos ahora las siguientes preguntas: ¿Cómo llegaron a existir estos dos sistemas? ¿Quiénes los fundaron? ¿Cómo se practican hoy? ¿Y qué han hecho en lo referente a la búsqueda de Dios por el hombre?
El taoísmo... un comienzo filosófico
6 En sus primeras etapas el taoísmo era más filosofía que religión. Su fundador, Lao-tsé (Lao-tzú), descontento con el caos y el tumulto de los tiempos, buscó alivio mediante retirarse de la sociedad y volver a la naturaleza. No se sabe mucho acerca de este hombre, de quien se dice que vivió en el siglo VI a.E.C., aunque ni eso es seguro. Se le llamó comúnmente Lao-tsé, que significa "Viejo Maestro" o "Viejo", porque, según la leyenda, su madre lo llevó por tanto tiempo en la matriz que, cuando la criatura nació, el pelo ya le había encanecido.
7 La única mención oficial de Lao-tsé se halla en She Ki (Memorias históricas), por Sseu-Ma T'sien, un respetado historiador de la corte de los siglos II y I a.E.C. De acuerdo con esta fuente, el verdadero nombre de Lao-tsé era Li Erh. Sirvió como empleado en los archivos imperiales de Loyang, en China central. Pero lo más significativo es que se da este relato sobre Lao-tsé:
"Lao-tzú residió en Chou la mayor parte de su vida. Cuando previó la decadencia de Chou, partió y llegó a la frontera. El aduanero Yin Hsi dijo: 'Señor, puesto que te place retirarte, te solicito que escribas para mí un libro'. Entonces Lao-tzú escribió un libro de dos partes que consistió en más de cinco mil palabras, en el cual consideró los conceptos del Camino [Tao] y el Poder [Te]. Entonces partió. Nadie sabe dónde murió".
8 Muchos eruditos dudan de la autenticidad de este relato. De todos modos, el libro producido se conoce como Tao Te King (El clásico del camino y el poder [la virtud]) y se considera el principal libro de texto del taoísmo. Está escrito en versos pulidos y crípticos, algunos de los cuales solo constan de tres o cuatro palabras. Debido a esto y a que el significado de algunos caracteres ha cambiado considerablemente desde el tiempo de Lao-tsé, el libro puede interpretarse de muchas diferentes maneras.
Un vistazo al "Tao Te King"
9 En el Tao Te King Lao-tsé explicó el Tao, el camino último de la naturaleza, y lo aplicó a todo nivel de la actividad humana. Para que tengamos una idea de lo que contiene el Tao Te King, aquí damos una versión al español de la traducción moderna al inglés por Gia-fu Feng y Jane English. Sobre el Tao dice lo siguiente:
"[Hubo] Algo formado misteriosamente,
nacido antes que el cielo y la Tierra. [...]
Puede que sea la madre de miríadas de cosas.
No sé su nombre.
Llamémoslo Tao".-Capítulo 25.
"Todas las cosas surgen de Tao.
La Virtud [Te] las nutre.
Están hechas de materia.
Las moldea el ambiente.
De modo que las miríadas de cosas respetan a Tao
Y honran a la Virtud [Te]."-Capítulo 51.
10 ¿Qué deducimos de estos pasajes tan enigmáticos? Que para los taoístas el Tao es cierta misteriosa fuerza cósmica que es responsable del universo material. El objetivo del taoísmo es buscar el Tao, dejar atrás el mundo y entrar en unión con la naturaleza. Este concepto también se refleja en el modo como el taoísta ve la conducta humana. He aquí una muestra de ese ideal en el Tao Te King:
"Mejor no llegar a llenar que llenar hasta el borde.
Afila demasiado la hoja, y pronto se desafila.
Acumula oro y jade, y nadie puede protegerlo.
Consigue caudal y títulos, y vendrá desastre.
Retírate cuando el trabajo esté hecho.
Este es el camino del cielo".-Capítulo 9.
11 Estos ejemplos muestran que, por lo menos al principio, el taoísmo era básicamente una escuela filosófica. Como reacción a las injusticias, el sufrimiento, la devastación y la futilidad que fueron el resultado del cruel feudalismo de aquel tiempo, los taoístas creían que el camino a la paz y la armonía era regresar a las tradiciones de los antiguos, los que habían vivido antes de que reyes y ministros dominaran a la gente común. Su ideal era vivir una vida rural tranquila, en unión con la naturaleza. (Proverbios 28:15; 29:2.)
El segundo sabio del taoísmo
12 La filosofía de Lao-tsé dio un paso adelante por la obra de Chuang-tsé (Chuang-tzú) que significa "Maestro Chuang" (369-286 a.E.C.), a quien se consideró el más eminente sucesor de Lao-tsé. En su libro Chuang-tzú, no solo dio más detalles sobre el Tao, sino que también explicó las ideas del yin y el yang, a las que se había dado atención antes en el I Ching o Yi King. (Véase la página 83.) Según él, nada es en realidad permanente o absoluto, sino que todo está en un estado de flujo entre dos cosas opuestas. En el capítulo "Inundación otoñal", escribió:
"Nada en el universo es permanente, puesto que todo vive solo lo suficiente para morir. Solo Tao, que no tiene principio ni fin, dura para siempre. [...] La vida puede asemejarse a un caballo rápido que galopa a toda velocidad... cambia constante y continuamente, en toda fracción de segundo. ¿Qué debe hacer uno? ¿Qué no debe hacer? Realmente eso no tiene ninguna importancia".
13 Debido a esta filosofía de inercia, el punto de vista taoísta es que de nada vale tratar de impedir lo que la naturaleza ha puesto en marcha. Tarde o temprano todo regresa a lo opuesto. Prescindiendo de lo insoportable que sea alguna situación, pronto mejorará. Prescindiendo de lo agradable que sea una situación, pronto se desvanecerá. (Nótese el contraste con Eclesiastés 5:18, 19.) Se ve un ejemplo típico de este punto de vista filosófico de la vida por el sueño de Chuang-tsé que más lo trae a la memoria de la gente común:
"En cierta ocasión Chuang-tsé soñó que era una mariposa, una mariposa que revoloteaba, con felicidad y haciendo lo que quería. No sabía que era Chuang-tsé. De repente despertó y allí estaba, sólida y categóricamente Chuang-tsé. Pero no sabía si era Chuang-tsé que había soñado que era una mariposa, o una mariposa que soñaba que era Chuang-tsé".
14 La influencia de esta filosofía se ve en el estilo de poesía y pintura que desarrollaron artistas chinos de generaciones posteriores. (Véase la página 171.) Sin embargo, el taoísmo no seguiría siendo por largo tiempo una filosofía pasiva.
De filosofía a religión
15 En sus esfuerzos por alcanzar unión con la naturaleza, en los taoístas se creó una obsesión por lo duradero de esta y su poder de restaurarse a sí misma. Teorizaron que quizás si uno vivía en armonía con el Tao, o el camino de la naturaleza, de alguna manera podría penetrar en los secretos de la naturaleza y hacerse inmune al daño físico, a las enfermedades y hasta a la muerte. Aunque Lao-tsé nunca dio profunda consideración a esto, pasajes del Tao Te King parecían dar esa idea. Por ejemplo, el capítulo 16 dice: "Alcanzar unión con el Tao es eterno. Y aunque el cuerpo muere, el Tao nunca pasa".
16 Chuang-tsé también contribuyó a esas ideas. Por ejemplo, en un diálogo de su libro Chuang-tzú, un personaje mítico le preguntó a otro: "Tú tienes mucha edad, y sin embargo tienes la tez de un niño. ¿Cómo es posible eso?". El otro respondió: "He aprendido el Tao". En cuanto a otro filósofo taoísta, Chuang-tsé escribió: "Ahora Lie-tsé podía viajar sobre el viento. Alegremente se transportaba en la brisa fresca por quince días antes de regresar. Entre los mortales que alcanzan la felicidad, tal hombre es raro".
17 Relatos como estos agitaron el pensamiento de los taoístas, que empezaron a experimentar con meditación, dieta y ejercicios de respiración que supuestamente podían retardar el deterioro corporal y la muerte. Pronto empezaron a circular leyendas sobre inmortales que podían volar montados sobre las nubes y aparecer y desaparecer a voluntad, y que vivían por muchísimos años en montañas sagradas o islas distantes, sustentados por el rocío o por frutas mágicas. La historia china informa que en 219 a.E.C. un emperador de la dinastía Ch'in, Shi Huang-ti, envió una flota con 3.000 niños y niñas para hallar la isla legendaria de P'eng-lai, la morada de los inmortales, para que trajeran, al regresar, la hierba de la inmortalidad. Está de más decir que no regresaron con el elixir, pero la tradición dice que poblaron las islas que llegaron a conocerse como Japón.
18 Durante la dinastía Han (206 a.E.C.-220 E.C.), las prácticas mágicas del taoísmo alcanzaron nuevo auge. Se decía que el emperador Wu Ti, aunque promovía el confucianismo como la enseñanza oficial del Estado, se sentía muy atraído a la idea taoísta de la inmortalidad física. Le atrajo particularmente la preparación de 'píldoras de la inmortalidad' mediante la alquimia. Según el parecer taoísta, la vida es el resultado de la combinación de las fuerzas opuestas yin y yang (fuerza femenina y fuerza masculina). Así, al fundir el plomo (oscuro, o yin) y el mercurio (brillante, o yang), los alquimistas imitaban el proceso de la naturaleza, y pensaban que el producto sería la píldora de la inmortalidad. Los taoístas también desarrollaron ejercicios como los del yoga, técnicas para controlar la respiración, restricciones dietéticas y prácticas sexuales que supuestamente fortalecían la energía vital y prolongaban la vida. Empezaron a usar, entre otras cosas, talismanes mágicos de los que se decía que hacían invisible e invulnerable al que los usaba y le permitían andar sobre el agua o volar por el aire. También colocaban en los edificios y sobre las entradas sellos mágicos, que por lo general contenían el símbolo yin-yang, para repeler a los espíritus malos y las fieras.
19 Para el siglo II E.C. el taoísmo adquirió estructura. Cierto Chang Ling, o Chang Tao-ling, estableció una sociedad secreta taoísta en el oeste de China y practicó curaciones mágicas y alquimia. Porque a cada miembro le cobraban cinco celemines de arroz, su movimiento llegó a conocerse como el taoísmo de los cinco celemines de arroz (wu-tou-mi tao). Al alegar que había recibido una revelación personal de Lao-tsé, Chang llegó a ser el primer "maestro celeste". Finalmente se dio el informe de que había logrado preparar el elixir de la vida y que, montado en un tigre, había ascendido vivo al cielo desde el monte Lung-hu (monte Dragón-Tigre), en la provincia de Kiangsi. Con Chang Tao-ling empezó una sucesión de "maestros celestes" taoístas que duró siglos, todos los cuales maestros eran, supuestamente, reencarnaciones de Chang.
Confrontación con el budismo
20 El budismo empezó a infiltrarse en la vida religiosa china para el siglo VII, durante la dinastía T'ang (618-907 E.C.). Como medida contra esto, el taoísmo se promovió a sí mismo como una religión de origen chino. Lao-tsé fue deificado y los escritos taoístas canonizados. Se construyeron templos, monasterios y conventos, y se establecieron órdenes de monjes y monjas, más o menos al estilo budista. Además, el taoísmo también incluyó entre sus divinidades a muchos de los dioses, diosas, hadas e inmortales del folclor chino, tales como los Ocho Inmortales (Pa Hsien), el dios del hogar (Tsao Chen), dioses de las ciudades (Cheng Huang), y guardianes de la puerta (Men Chen). El resultado fue una amalgama que abarcaba elementos del budismo, supersticiones populares, espiritismo y adoración de antepasados. (1 Corintios 8:5.)
21 Andando el tiempo el taoísmo degeneró lentamente hasta convertirse en un sistema de idolatría y superstición. Cada persona sencillamente adoraba a sus dioses y diosas favoritos en los templos locales y les pedía protección contra posible daño y ayuda para conseguir fortuna terrenal. Se contrataban los servicios de los sacerdotes para conducir funerales; escoger lugares apropiados para tumbas, casas y negocios; comunicarse con los muertos; proteger de espíritus malos y fantasmas; celebrar fiestas; y llevar a cabo otras ceremonias. Así, lo que había empezado como una escuela de filosofía mística se había transformado en una religión con una gran mezcla de creencias sobre espíritus inmortales, fuego infernal y semidioses, ideas sacadas del pozo cenagoso de creencias falsas de la antigua Babilonia.
El otro prominente sabio de China
22 Aunque hemos investigado el surgimiento, el desarrollo y la decadencia del taoísmo, debemos recordar que fue solo una de las "cien escuelas" que florecieron en China durante el período de los Estados Guerreantes. Otra escuela que con el tiempo adquirió prominencia, y más que eso, predominio, fue el confucianismo. Pero ¿por qué adquirió tanta prominencia el confucianismo? De todos los sabios chinos, no hay duda de que Confucio es el más conocido fuera de China; pero ¿quién fue en realidad él? ¿Y qué enseñó?
23 En cuanto a Confucio, de nuevo dirigimos la atención a las She Ki (Memorias históricas) de Sseu-Ma T'sien. En contraste con las pocas palabras sobre Lao-tsé, hallamos una extensa biografía de Confucio. He aquí algunos detalles personales citados de una traducción por el erudito chino Lin Yutang:
"Confucio nació en el pueblo de Tsou, en el condado de Ch'angping, en el país de Lu. [...] [Su madre] oraba en el cerro Nich'iu y como respuesta a la oración dio a luz a Confucio en el año veintidós del duque Hsiang de Lu (551 a.C.). Cuando el niño nació tenía una protuberancia en la cabeza, y por eso se le llamó 'Ch'iu' (que significa "cerro"). Su nombre literario fue Chungni, y su apellido era K'ung".
24 El padre de Confucio murió poco después de nacer este, pero su madre, aunque pobre, se las arregló para suministrarle buena educación. El niño se interesó profundamente en la historia, la poesía y la música. Según las Analectas, uno de los Cuatro Libros confucianos, se dedicó a la erudición a la edad de 15 años. A los 17 recibió un puesto gubernamental de poca importancia en su estado natal de Lu.
25 Al parecer su condición económica mejoró, de modo que se casó a los 19 años de edad y tuvo un hijo el año siguiente. Cuando Confucio tenía más o menos 25 años, su madre murió. Parece que esto le afectó mucho. Como observador meticuloso de las tradiciones antiguas, Confucio entonces se retiró de la vida pública y por 27 meses se lamentó por su madre muerta, lo que para los chinos fue un ejemplo clásico de piedad filial.
Confucio el maestro
26 Después de eso Confucio dejó a su familia y emprendió la ocupación de maestro itinerante. Enseñaba música, poesía, literatura, educación cívica, ética y ciencia, o lo que había de ciencia en aquel tiempo. Tiene que haberse hecho bastante famoso, pues, según se dice, en cierta ocasión tuvo hasta 3.000 estudiantes.
27 En Oriente se venera a Confucio principalmente como excelente maestro. De hecho, el epitafio de su tumba en Küfow, provincia de Shantung, lo llama sencillamente: "Maestro antiguo y muy santo". Un escritor occidental describe así el método de enseñar de Confucio: "Caminaba de 'lugar en lugar acompañado de los que iban absorbiendo sus puntos de vista acerca de la vida'. Cuando el viaje era largo, lo hacía en una carreta tirada por un buey. El paso lento del animal permitía a sus discípulos ir tras él a pie, y es obvio que con frecuencia lo que Confucio trataba en sus discursos se relacionaba con sucesos que tenían lugar en el camino". Es interesante el hecho de que en una fecha posterior, e independientemente, Jesús usó un método similar.
28 No hay duda de que lo que hizo de Confucio un maestro respetado entre los orientales fue que él mismo era buen estudiante, especialmente de historia y ética. "La gente se sentía atraída a Confucio, no tanto porque fuera el hombre más sabio de su tiempo, sino porque era el erudito más instruido, el único, en su día, que podía enseñarles acerca de los libros antiguos y de la erudición antigua", escribió Lin Yutang. Después de señalar que probablemente el triunfo del confucianismo sobre otras escuelas filosóficas se debió al amor de Confucio al conocimiento, Lin resumió el asunto así: "Los maestros confucianos tenían algo específico que enseñar y los discípulos confucianos tenían algo específico que aprender, a saber, conocimiento histórico, mientras que las otras escuelas se veían obligadas a expresar solo sus propias opiniones".
"¡Es el Cielo quien me conoce!"
29 A pesar de su éxito como maestro, Confucio no consideraba la enseñanza como el trabajo de su vida. Creía que la única manera como sus ideas sobre ética y moralidad podían salvar al mundo atribulado de su día era si los gobernantes las ponían en práctica mediante emplearlo a él o emplear a sus discípulos en sus gobiernos. Con eso como mira, él y un grupito de sus discípulos más íntimos dejaron su estado natal de Lu y viajaron de estado en estado tratando de hallar al gobernante sabio que quisiera adoptar las ideas confucianas sobre el gobierno y el orden social. ¿Qué resultado tuvo esto? She Ki dice: "Finalmente salió de Lu, se vio abandonado en Ch'i, lo echaron de Sung y Wei, sufrió necesidades entre Ch'en y Ts'ai". Tras 14 años de viaje regresó a Lu desilusionado, pero no quebrantado.
30 El resto de sus días los dedicó a la literatura y la enseñanza. (Véase la página 177.) Aunque quizás lamentaba no disfrutar de fama, dijo: "No murmuro contra el Cielo. No refunfuño contra el hombre. Sigo mis estudios aquí en la Tierra, y me mantengo en contacto con el Cielo arriba. ¡Es el Cielo quien me conoce!". Finalmente, en el año 479 a.E.C., murió a los 73 años de edad.
La esencia de las ideas de Confucio
31 Aunque Confucio sobresalió como erudito y maestro, su influencia de ninguna manera quedó limitada a los círculos escolásticos. De hecho, lo que Confucio buscaba no era simplemente enseñar reglas de conducta o moralidad, sino también restaurar la paz y el orden a la sociedad, que en aquel tiempo estaba desgarrada por el constante guerrear entre los señores feudales. Con miras a lograr su meta, Confucio enseñó que toda persona, desde el emperador hasta la gente común, debería aprender el papel que se esperaba que desempeñara en la sociedad, y vivir de acuerdo con ese papel.
32 En el confucianismo este concepto se conoce como el li, que significa lo apropiado, cortesía, el orden de las cosas, y -por extensión- rito, ceremonia y reverencia. En respuesta a la pregunta: "¿Qué es este gran li?", Confucio dio la siguiente explicación:
"De todas las cosas por las que se rige la gente al vivir, el li es la mayor. Sin el li no sabemos adorar debidamente a los espíritus del universo; ni establecer la posición apropiada del rey y los ministros, del gobernante y los gobernados ni de los mayores y los menores; ni establecer las relaciones morales entre los sexos, ni entre padres e hijos, ni entre hermanos; ni distinguir los diferentes grados de relación dentro de la familia. Por eso el caballero estima tanto el li".
33 Como se ve, el li es la norma de conducta por la cual el verdadero caballero (chün-tzu, a veces traducido: "hombre superior") cumple con todas sus relaciones sociales. Cuando todos se esfuerzan por hacer eso, "todo se corrige en la familia, el estado y el mundo", dijo Confucio, y entonces se efectúa el Tao, o el camino del cielo. Pero ¿cómo se ha de expresar el li? Eso nos lleva a otro concepto central del confucianismo: el de jen, humanidad, o benignidad humana.
34 Aunque el concepto del li recalca la restricción mediante reglas externas, el jen trata con la naturaleza humana, o la persona interna. El concepto confuciano, especialmente como lo expresó Mencio, el discípulo principal de Confucio, es que la naturaleza humana es fundamentalmente buena. Por lo tanto, la solución a todos los males sociales radica en el cultivo de uno mismo, y eso empieza con la educación y el conocimiento. El primer capítulo de La gran sabiduría dice:
"Cuando se alcanza el verdadero conocimiento, entonces la voluntad se hace sincera; cuando la voluntad es sincera, entonces se corrige el corazón [...]; cuando se corrige el corazón, entonces se cultiva la vida personal; cuando se cultiva la vida personal, entonces se regula la vida familiar; cuando se regula la vida familiar, entonces la vida nacional tiene orden; y cuando la vida nacional tiene orden, entonces hay paz en este mundo. Desde el emperador hasta los hombres comunes, todos deben considerar el cultivo de la vida personal como la raíz o fundamento".
35 Así podemos ver que, según Confucio, el que se observe el li permite que la gente se comporte apropiadamente en toda situación, y el que se cultive el jen hace que toda persona trate a los demás bondadosamente. El resultado, en teoría, es paz y armonía en la sociedad. El ideal confuciano, basado en los principios del li y el jen, se puede resumir así:
"Bondad en el padre, piedad filial en el hijo;
gentileza en el hermano mayor, humildad y respeto en el menor;
comportamiento justo en el esposo, obediencia en la esposa;
consideración humana en los mayores, respeto en los menores;
Benevolencia en los gobernantes, lealtad en los ministros y los súbditos".
Todo esto ayuda a explicar por qué la mayoría de los chinos, y aun otros orientales, hacen tanto hincapié en los lazos familiares, en ser industriosos, en la educación y en conocer el lugar que uno ocupa y comportarse como se debe en ese lugar. Para bien o para mal, estos conceptos confucianos se han grabado profundamente en la conciencia china tras siglos de inculcación.
El confucianismo se convierte en culto estatal
36 Con el surgimiento del confucianismo vino el fin del período de las "cien escuelas". Los emperadores de la dinastía Han hallaron en la enseñanza confuciana de lealtad al gobernante la fórmula específica que necesitaban para solidificar el poder del trono. Bajo el emperador Wu Ti, de quien ya hemos hablado con relación al taoísmo, el confucianismo fue elevado a la categoría de culto estatal. Solo a los que conocían bien los clásicos confucianos se les seleccionaba para ser funcionarios estatales, y el que quisiera empleo con el gobierno tenía que aprobar exámenes sobre los clásicos confucianos, unos exámenes accesibles en toda la nación. Los ritos y rituales confucianos se convirtieron en la religión de la casa real.
37 Los cambios que acabamos de describir elevaron mucho la posición de Confucio dentro de la sociedad china. Los emperadores Han empezaron la tradición de ofrecer sacrificios en su tumba. Le otorgaron títulos honoríficos. Entonces, en 630 E.C., T'ai Tsung, emperador de la dinastía T'ang, ordenó que se erigiera un templo estatal a Confucio en cada provincia y condado del imperio, y que se ofrecieran con regularidad sacrificios. Así se elevó a Confucio a lo que casi sería la posición de un dios, y el confucianismo se convirtió en una religión, casi indistinguible del taoísmo o el budismo. (Véase el recuadro de la página 175.)
El legado de la sabiduría oriental
38 Desde el fin de la gobernación dinástica en China en 1911 el confucianismo y el taoísmo han sido muy criticados, hasta perseguidos. El taoísmo fue desacreditado debido a sus prácticas de magia y superstición. Y del confucianismo se ha dicho que favorecía el feudalismo, que promovía una mentalidad esclavista para mantener a la gente -especialmente a las mujeres- bajo sujeción. Sin embargo, a pesar de toda esa denuncia oficial los conceptos básicos de esas religiones están tan profundamente arraigados en la mente china que todavía ejercen gran influencia en muchos.
39 Por ejemplo, en 1987, bajo el titular "Ritos religiosos chinos raros en Beijing, pero florecientes en la costa", el periódico canadiense Globe and Mail informó que tras de casi 40 años de gobierno ateo en China todavía son comunes allí los ritos funerarios, los servicios en los templos y muchas prácticas supersticiosas. "La mayoría de las aldeas tienen un fengshui, por lo general un residente de edad avanzada, que sabe leer las fuerzas del viento (feng) y del agua (shui) para determinar el lugar más propicio para cada cosa, desde el sepulcro ancestral hasta una nueva casa o muebles para la sala", dice el informe.
40 En otros lugares el taoísmo y el confucianismo tienen seguidores dondequiera que sobrevive la cultura tradicional china. En Taiwan, un hombre que afirma ser descendiente de Chang Tao-ling preside como "maestro celeste" con autoridad para ordenar sacerdotes taoístas (Tao Shih). La popular diosa Matsu, llamada "Madre Santa que está en el Cielo", recibe adoración como santa patrona de la isla y de los marineros y pescadores. En cuanto a la gente común, se ocupa principalmente en hacer ofrendas a los espíritus de los ríos, las montañas y las estrellas, a las deidades patronas de todos los oficios y a los dioses de la salud, la buena suerte y la riqueza.
41 ¿Qué se puede decir del confucianismo? Su papel de religión ha sido reducido al de monumento nacional. En Küfow, China, el pueblo natal de Confucio, el Estado mantiene el Templo de Confucio y los terrenos de su familia como atracciones turísticas. Allí, según la revista China Reconstructs, hay representaciones de "un rito de adoración para Confucio". Y en Singapur, Taiwan, Hong Kong y otros lugares del Asia oriental la gente todavía celebra el cumpleaños de Confucio.
42 En el confucianismo y el taoísmo vemos que un sistema basado en la sabiduría y el razonamiento humanos -sin importar lo lógico y bienintencionado que sea- al fin no satisface en lo que se refiere a la búsqueda del Dios verdadero. ¿Por qué? Porque deja fuera un elemento esencial, a saber, la voluntad y los requisitos de un Dios personal. El confucianismo considera la naturaleza humana como la fuerza que da motivo para hacer el bien, y el taoísmo se vuelve hacia la naturaleza misma. Pero eso es confianza mal puesta, porque sencillamente equivale a adorar lo creado en vez de al Creador. (Salmo 62:9; 146:3, 4; Jeremías 17:5.)
43 Por otra parte, las tradiciones de adorar a los antepasados y a ídolos, dar reverencia a fuerzas cósmicas y venerar a los espíritus de la naturaleza -junto con los ritos y las ceremonias relacionadas con estos- se han arraigado tanto en el pensar chino que se aceptan tácitamente como la verdad. Suele ser muy difícil hablar con un chino acerca de un Dios o Creador personal, por lo extraño que le resulta ese concepto. (Romanos 1:20-25.)
44 No se puede negar que la naturaleza está llena de grandes maravillas y de sabiduría, y que nosotros los humanos tenemos las maravillosas facultades de raciocinio y conciencia. Pero, como hemos indicado en el capítulo sobre el budismo, las maravillas que vemos en el mundo natural han llevado a mentes razonantes a la conclusión de que tiene que existir un Diseñador o Creador. (Véanse las páginas 151, 152.) Establecido eso, ¿no es lógico que debamos esforzarnos por buscar al Creador? De hecho, el Creador mismo nos invita a hacerlo: "Levanten los ojos a lo alto y vean. ¿Quién ha creado estas cosas? Es Aquel que saca el ejército de ellas aun por número, todas las cuales él llama aun por nombre". (Isaías 40:26.) Si hacemos eso, llegaremos a conocer no solo quién es el Creador, a saber, Jehová Dios, sino también lo que él ha determinado para nuestro futuro.
45 Junto con el budismo, el confucianismo y el taoísmo, que han desempeñado un papel de importancia en la vida religiosa de los orientales, hay otra religión, una que es singularmente de los japoneses: el sintoísmo. ¿Cómo difiere de las demás? ¿Qué origen tiene? ¿Ha conducido a la gente al Dios verdadero? Consideraremos esto en el capítulo siguiente.
El taoísmo y el confucianismo... en busca del camino del Cielo
El taoísmo, el confucianismo y el budismo son las tres principales religiones de China y el Lejano Oriente. Sin embargo, el taoísmo y el confucianismo, a diferencia del budismo, no han llegado a ser religiones mundiales, universales, pues principalmente han permanecido en China y dondequiera que la cultura china ha ejercido alguna influencia. Aunque no hay cifras oficiales de la cantidad actual de sus seguidores en China, el taoísmo y el confucianismo, en conjunto, han dominado la vida religiosa de casi la cuarta parte de la población del mundo durante los pasados 2.000 años.
'QUE cien capullos florezcan; que cien escuelas contiendan.' Ese dicho, hecho famoso por haberlo usado en un discurso en 1956 Mao Tse-tung, de la República Popular de China, fue en realidad una paráfrasis de la expresión que los eruditos chinos han usado para describir la época china que se extendió desde el siglo V hasta el III a.E.C., llamada el período de los Estados Guerreantes (o Reinos Combatientes). Para ese tiempo la poderosa dinastía Chou (c. 1122-256 a.E.C.) había degenerado hasta convertirse en un sistema de estados feudales flojamente relacionados que siempre estaban en guerra entre sí, para gran angustia de la gente común.
2 Los trastornos y el sufrimiento causados por las guerras debilitaron mucho la autoridad de la clase gobernante tradicional. El pueblo ya no se contentó con someterse a los caprichos y las artimañas de la aristocracia ni sufrir en silencio las consecuencias. Como resultado de esto, las ideas y aspiraciones que se habían mantenido reprimidas por largo tiempo brotaron de súbito como 'cien capullos florecientes'. Diferentes escuelas filosóficas presentaron sus ideas sobre gobierno, ley, orden social, conducta y ética, además de sobre asuntos como la agricultura, la música y la literatura, con la intención de devolver alguna normalidad a la vida. A estas escuelas se las llamó las "cien escuelas". La mayoría de ellas no tuvieron efecto duradero. Sin embargo, dos escuelas adquirieron tanta prominencia que han afectado la vida de los chinos por más de 2.000 años. Con el tiempo a estas se las conoció como el taoísmo y el confucianismo.
Tao... ¿qué es?
3 Para entender cómo fue que el taoísmo y el confucianismo llegaron a tener tan profunda y duradera influencia en el pueblo chino (también en la gente de Japón, Corea y otras naciones de los alrededores) es necesario saber algo del concepto fundamental chino del Tao. Esa palabra misma significa "camino, vía o senda". Por extensión, también puede significar "método, principio o doctrina". Para los chinos, la armonía y el orden que percibían en el universo eran manifestaciones del Tao, cierta clase de voluntad o legislación divina que existía en el universo y lo regulaba. En otras palabras, en vez de creer en un Dios Creador, que controla el universo, creían en una providencia, una voluntad del cielo, o sencillamente el cielo mismo como la causa de todo.
4 Al aplicar el concepto del Tao a los asuntos humanos, los chinos creían que había una manera natural y correcta de hacerlo todo, y que toda cosa y toda persona tiene su lugar apropiado y su función apropiada. Por ejemplo, creían que si el gobernante cumplía con su deber mediante tratar con justicia a la gente y se encargaba de los ritos de sacrificio con relación al cielo, habría paz y prosperidad para la nación. De igual manera, si la gente estaba dispuesta a buscar el camino, o Tao, y seguirlo, todo sería armonioso, pacífico y eficaz. Pero el resultado de hacer lo contrario de ese camino, o presentarle resistencia, sería caos y desastre.
5 La idea de ajustarse al Tao y no estorbar su fluir es un elemento central del pensamiento filosófico y religioso chino. Se puede decir que el taoísmo y el confucianismo son dos expresiones diferentes del mismo concepto. El taoísmo adopta un punto de vista místico, y en su forma original aboga por la inacción, la quietud y la pasividad, evitar la sociedad y volver a la naturaleza. Su idea básica es que todo saldrá bien si la gente deja de preocuparse, no hace nada y permite que la naturaleza siga su curso. Por otra parte, el confucianismo adopta un enfoque pragmático, práctico. Enseña que el orden social se mantiene cuando toda persona desempeña el papel que le corresponde y cumple con su deber. Con ese fin, codifica todas las relaciones humanas y sociales -gobernante-súbdito, padre-hijo, esposo-esposa, y así por el estilo- y suministra pautas para todas estas. Naturalmente, nos hacemos ahora las siguientes preguntas: ¿Cómo llegaron a existir estos dos sistemas? ¿Quiénes los fundaron? ¿Cómo se practican hoy? ¿Y qué han hecho en lo referente a la búsqueda de Dios por el hombre?
El taoísmo... un comienzo filosófico
6 En sus primeras etapas el taoísmo era más filosofía que religión. Su fundador, Lao-tsé (Lao-tzú), descontento con el caos y el tumulto de los tiempos, buscó alivio mediante retirarse de la sociedad y volver a la naturaleza. No se sabe mucho acerca de este hombre, de quien se dice que vivió en el siglo VI a.E.C., aunque ni eso es seguro. Se le llamó comúnmente Lao-tsé, que significa "Viejo Maestro" o "Viejo", porque, según la leyenda, su madre lo llevó por tanto tiempo en la matriz que, cuando la criatura nació, el pelo ya le había encanecido.
7 La única mención oficial de Lao-tsé se halla en She Ki (Memorias históricas), por Sseu-Ma T'sien, un respetado historiador de la corte de los siglos II y I a.E.C. De acuerdo con esta fuente, el verdadero nombre de Lao-tsé era Li Erh. Sirvió como empleado en los archivos imperiales de Loyang, en China central. Pero lo más significativo es que se da este relato sobre Lao-tsé:
"Lao-tzú residió en Chou la mayor parte de su vida. Cuando previó la decadencia de Chou, partió y llegó a la frontera. El aduanero Yin Hsi dijo: 'Señor, puesto que te place retirarte, te solicito que escribas para mí un libro'. Entonces Lao-tzú escribió un libro de dos partes que consistió en más de cinco mil palabras, en el cual consideró los conceptos del Camino [Tao] y el Poder [Te]. Entonces partió. Nadie sabe dónde murió".
8 Muchos eruditos dudan de la autenticidad de este relato. De todos modos, el libro producido se conoce como Tao Te King (El clásico del camino y el poder [la virtud]) y se considera el principal libro de texto del taoísmo. Está escrito en versos pulidos y crípticos, algunos de los cuales solo constan de tres o cuatro palabras. Debido a esto y a que el significado de algunos caracteres ha cambiado considerablemente desde el tiempo de Lao-tsé, el libro puede interpretarse de muchas diferentes maneras.
Un vistazo al "Tao Te King"
9 En el Tao Te King Lao-tsé explicó el Tao, el camino último de la naturaleza, y lo aplicó a todo nivel de la actividad humana. Para que tengamos una idea de lo que contiene el Tao Te King, aquí damos una versión al español de la traducción moderna al inglés por Gia-fu Feng y Jane English. Sobre el Tao dice lo siguiente:
"[Hubo] Algo formado misteriosamente,
nacido antes que el cielo y la Tierra. [...]
Puede que sea la madre de miríadas de cosas.
No sé su nombre.
Llamémoslo Tao".-Capítulo 25.
"Todas las cosas surgen de Tao.
La Virtud [Te] las nutre.
Están hechas de materia.
Las moldea el ambiente.
De modo que las miríadas de cosas respetan a Tao
Y honran a la Virtud [Te]."-Capítulo 51.
10 ¿Qué deducimos de estos pasajes tan enigmáticos? Que para los taoístas el Tao es cierta misteriosa fuerza cósmica que es responsable del universo material. El objetivo del taoísmo es buscar el Tao, dejar atrás el mundo y entrar en unión con la naturaleza. Este concepto también se refleja en el modo como el taoísta ve la conducta humana. He aquí una muestra de ese ideal en el Tao Te King:
"Mejor no llegar a llenar que llenar hasta el borde.
Afila demasiado la hoja, y pronto se desafila.
Acumula oro y jade, y nadie puede protegerlo.
Consigue caudal y títulos, y vendrá desastre.
Retírate cuando el trabajo esté hecho.
Este es el camino del cielo".-Capítulo 9.
11 Estos ejemplos muestran que, por lo menos al principio, el taoísmo era básicamente una escuela filosófica. Como reacción a las injusticias, el sufrimiento, la devastación y la futilidad que fueron el resultado del cruel feudalismo de aquel tiempo, los taoístas creían que el camino a la paz y la armonía era regresar a las tradiciones de los antiguos, los que habían vivido antes de que reyes y ministros dominaran a la gente común. Su ideal era vivir una vida rural tranquila, en unión con la naturaleza. (Proverbios 28:15; 29:2.)
El segundo sabio del taoísmo
12 La filosofía de Lao-tsé dio un paso adelante por la obra de Chuang-tsé (Chuang-tzú) que significa "Maestro Chuang" (369-286 a.E.C.), a quien se consideró el más eminente sucesor de Lao-tsé. En su libro Chuang-tzú, no solo dio más detalles sobre el Tao, sino que también explicó las ideas del yin y el yang, a las que se había dado atención antes en el I Ching o Yi King. (Véase la página 83.) Según él, nada es en realidad permanente o absoluto, sino que todo está en un estado de flujo entre dos cosas opuestas. En el capítulo "Inundación otoñal", escribió:
"Nada en el universo es permanente, puesto que todo vive solo lo suficiente para morir. Solo Tao, que no tiene principio ni fin, dura para siempre. [...] La vida puede asemejarse a un caballo rápido que galopa a toda velocidad... cambia constante y continuamente, en toda fracción de segundo. ¿Qué debe hacer uno? ¿Qué no debe hacer? Realmente eso no tiene ninguna importancia".
13 Debido a esta filosofía de inercia, el punto de vista taoísta es que de nada vale tratar de impedir lo que la naturaleza ha puesto en marcha. Tarde o temprano todo regresa a lo opuesto. Prescindiendo de lo insoportable que sea alguna situación, pronto mejorará. Prescindiendo de lo agradable que sea una situación, pronto se desvanecerá. (Nótese el contraste con Eclesiastés 5:18, 19.) Se ve un ejemplo típico de este punto de vista filosófico de la vida por el sueño de Chuang-tsé que más lo trae a la memoria de la gente común:
"En cierta ocasión Chuang-tsé soñó que era una mariposa, una mariposa que revoloteaba, con felicidad y haciendo lo que quería. No sabía que era Chuang-tsé. De repente despertó y allí estaba, sólida y categóricamente Chuang-tsé. Pero no sabía si era Chuang-tsé que había soñado que era una mariposa, o una mariposa que soñaba que era Chuang-tsé".
14 La influencia de esta filosofía se ve en el estilo de poesía y pintura que desarrollaron artistas chinos de generaciones posteriores. (Véase la página 171.) Sin embargo, el taoísmo no seguiría siendo por largo tiempo una filosofía pasiva.
De filosofía a religión
15 En sus esfuerzos por alcanzar unión con la naturaleza, en los taoístas se creó una obsesión por lo duradero de esta y su poder de restaurarse a sí misma. Teorizaron que quizás si uno vivía en armonía con el Tao, o el camino de la naturaleza, de alguna manera podría penetrar en los secretos de la naturaleza y hacerse inmune al daño físico, a las enfermedades y hasta a la muerte. Aunque Lao-tsé nunca dio profunda consideración a esto, pasajes del Tao Te King parecían dar esa idea. Por ejemplo, el capítulo 16 dice: "Alcanzar unión con el Tao es eterno. Y aunque el cuerpo muere, el Tao nunca pasa".
16 Chuang-tsé también contribuyó a esas ideas. Por ejemplo, en un diálogo de su libro Chuang-tzú, un personaje mítico le preguntó a otro: "Tú tienes mucha edad, y sin embargo tienes la tez de un niño. ¿Cómo es posible eso?". El otro respondió: "He aprendido el Tao". En cuanto a otro filósofo taoísta, Chuang-tsé escribió: "Ahora Lie-tsé podía viajar sobre el viento. Alegremente se transportaba en la brisa fresca por quince días antes de regresar. Entre los mortales que alcanzan la felicidad, tal hombre es raro".
17 Relatos como estos agitaron el pensamiento de los taoístas, que empezaron a experimentar con meditación, dieta y ejercicios de respiración que supuestamente podían retardar el deterioro corporal y la muerte. Pronto empezaron a circular leyendas sobre inmortales que podían volar montados sobre las nubes y aparecer y desaparecer a voluntad, y que vivían por muchísimos años en montañas sagradas o islas distantes, sustentados por el rocío o por frutas mágicas. La historia china informa que en 219 a.E.C. un emperador de la dinastía Ch'in, Shi Huang-ti, envió una flota con 3.000 niños y niñas para hallar la isla legendaria de P'eng-lai, la morada de los inmortales, para que trajeran, al regresar, la hierba de la inmortalidad. Está de más decir que no regresaron con el elixir, pero la tradición dice que poblaron las islas que llegaron a conocerse como Japón.
18 Durante la dinastía Han (206 a.E.C.-220 E.C.), las prácticas mágicas del taoísmo alcanzaron nuevo auge. Se decía que el emperador Wu Ti, aunque promovía el confucianismo como la enseñanza oficial del Estado, se sentía muy atraído a la idea taoísta de la inmortalidad física. Le atrajo particularmente la preparación de 'píldoras de la inmortalidad' mediante la alquimia. Según el parecer taoísta, la vida es el resultado de la combinación de las fuerzas opuestas yin y yang (fuerza femenina y fuerza masculina). Así, al fundir el plomo (oscuro, o yin) y el mercurio (brillante, o yang), los alquimistas imitaban el proceso de la naturaleza, y pensaban que el producto sería la píldora de la inmortalidad. Los taoístas también desarrollaron ejercicios como los del yoga, técnicas para controlar la respiración, restricciones dietéticas y prácticas sexuales que supuestamente fortalecían la energía vital y prolongaban la vida. Empezaron a usar, entre otras cosas, talismanes mágicos de los que se decía que hacían invisible e invulnerable al que los usaba y le permitían andar sobre el agua o volar por el aire. También colocaban en los edificios y sobre las entradas sellos mágicos, que por lo general contenían el símbolo yin-yang, para repeler a los espíritus malos y las fieras.
19 Para el siglo II E.C. el taoísmo adquirió estructura. Cierto Chang Ling, o Chang Tao-ling, estableció una sociedad secreta taoísta en el oeste de China y practicó curaciones mágicas y alquimia. Porque a cada miembro le cobraban cinco celemines de arroz, su movimiento llegó a conocerse como el taoísmo de los cinco celemines de arroz (wu-tou-mi tao). Al alegar que había recibido una revelación personal de Lao-tsé, Chang llegó a ser el primer "maestro celeste". Finalmente se dio el informe de que había logrado preparar el elixir de la vida y que, montado en un tigre, había ascendido vivo al cielo desde el monte Lung-hu (monte Dragón-Tigre), en la provincia de Kiangsi. Con Chang Tao-ling empezó una sucesión de "maestros celestes" taoístas que duró siglos, todos los cuales maestros eran, supuestamente, reencarnaciones de Chang.
Confrontación con el budismo
20 El budismo empezó a infiltrarse en la vida religiosa china para el siglo VII, durante la dinastía T'ang (618-907 E.C.). Como medida contra esto, el taoísmo se promovió a sí mismo como una religión de origen chino. Lao-tsé fue deificado y los escritos taoístas canonizados. Se construyeron templos, monasterios y conventos, y se establecieron órdenes de monjes y monjas, más o menos al estilo budista. Además, el taoísmo también incluyó entre sus divinidades a muchos de los dioses, diosas, hadas e inmortales del folclor chino, tales como los Ocho Inmortales (Pa Hsien), el dios del hogar (Tsao Chen), dioses de las ciudades (Cheng Huang), y guardianes de la puerta (Men Chen). El resultado fue una amalgama que abarcaba elementos del budismo, supersticiones populares, espiritismo y adoración de antepasados. (1 Corintios 8:5.)
21 Andando el tiempo el taoísmo degeneró lentamente hasta convertirse en un sistema de idolatría y superstición. Cada persona sencillamente adoraba a sus dioses y diosas favoritos en los templos locales y les pedía protección contra posible daño y ayuda para conseguir fortuna terrenal. Se contrataban los servicios de los sacerdotes para conducir funerales; escoger lugares apropiados para tumbas, casas y negocios; comunicarse con los muertos; proteger de espíritus malos y fantasmas; celebrar fiestas; y llevar a cabo otras ceremonias. Así, lo que había empezado como una escuela de filosofía mística se había transformado en una religión con una gran mezcla de creencias sobre espíritus inmortales, fuego infernal y semidioses, ideas sacadas del pozo cenagoso de creencias falsas de la antigua Babilonia.
El otro prominente sabio de China
22 Aunque hemos investigado el surgimiento, el desarrollo y la decadencia del taoísmo, debemos recordar que fue solo una de las "cien escuelas" que florecieron en China durante el período de los Estados Guerreantes. Otra escuela que con el tiempo adquirió prominencia, y más que eso, predominio, fue el confucianismo. Pero ¿por qué adquirió tanta prominencia el confucianismo? De todos los sabios chinos, no hay duda de que Confucio es el más conocido fuera de China; pero ¿quién fue en realidad él? ¿Y qué enseñó?
23 En cuanto a Confucio, de nuevo dirigimos la atención a las She Ki (Memorias históricas) de Sseu-Ma T'sien. En contraste con las pocas palabras sobre Lao-tsé, hallamos una extensa biografía de Confucio. He aquí algunos detalles personales citados de una traducción por el erudito chino Lin Yutang:
"Confucio nació en el pueblo de Tsou, en el condado de Ch'angping, en el país de Lu. [...] [Su madre] oraba en el cerro Nich'iu y como respuesta a la oración dio a luz a Confucio en el año veintidós del duque Hsiang de Lu (551 a.C.). Cuando el niño nació tenía una protuberancia en la cabeza, y por eso se le llamó 'Ch'iu' (que significa "cerro"). Su nombre literario fue Chungni, y su apellido era K'ung".
24 El padre de Confucio murió poco después de nacer este, pero su madre, aunque pobre, se las arregló para suministrarle buena educación. El niño se interesó profundamente en la historia, la poesía y la música. Según las Analectas, uno de los Cuatro Libros confucianos, se dedicó a la erudición a la edad de 15 años. A los 17 recibió un puesto gubernamental de poca importancia en su estado natal de Lu.
25 Al parecer su condición económica mejoró, de modo que se casó a los 19 años de edad y tuvo un hijo el año siguiente. Cuando Confucio tenía más o menos 25 años, su madre murió. Parece que esto le afectó mucho. Como observador meticuloso de las tradiciones antiguas, Confucio entonces se retiró de la vida pública y por 27 meses se lamentó por su madre muerta, lo que para los chinos fue un ejemplo clásico de piedad filial.
Confucio el maestro
26 Después de eso Confucio dejó a su familia y emprendió la ocupación de maestro itinerante. Enseñaba música, poesía, literatura, educación cívica, ética y ciencia, o lo que había de ciencia en aquel tiempo. Tiene que haberse hecho bastante famoso, pues, según se dice, en cierta ocasión tuvo hasta 3.000 estudiantes.
27 En Oriente se venera a Confucio principalmente como excelente maestro. De hecho, el epitafio de su tumba en Küfow, provincia de Shantung, lo llama sencillamente: "Maestro antiguo y muy santo". Un escritor occidental describe así el método de enseñar de Confucio: "Caminaba de 'lugar en lugar acompañado de los que iban absorbiendo sus puntos de vista acerca de la vida'. Cuando el viaje era largo, lo hacía en una carreta tirada por un buey. El paso lento del animal permitía a sus discípulos ir tras él a pie, y es obvio que con frecuencia lo que Confucio trataba en sus discursos se relacionaba con sucesos que tenían lugar en el camino". Es interesante el hecho de que en una fecha posterior, e independientemente, Jesús usó un método similar.
28 No hay duda de que lo que hizo de Confucio un maestro respetado entre los orientales fue que él mismo era buen estudiante, especialmente de historia y ética. "La gente se sentía atraída a Confucio, no tanto porque fuera el hombre más sabio de su tiempo, sino porque era el erudito más instruido, el único, en su día, que podía enseñarles acerca de los libros antiguos y de la erudición antigua", escribió Lin Yutang. Después de señalar que probablemente el triunfo del confucianismo sobre otras escuelas filosóficas se debió al amor de Confucio al conocimiento, Lin resumió el asunto así: "Los maestros confucianos tenían algo específico que enseñar y los discípulos confucianos tenían algo específico que aprender, a saber, conocimiento histórico, mientras que las otras escuelas se veían obligadas a expresar solo sus propias opiniones".
"¡Es el Cielo quien me conoce!"
29 A pesar de su éxito como maestro, Confucio no consideraba la enseñanza como el trabajo de su vida. Creía que la única manera como sus ideas sobre ética y moralidad podían salvar al mundo atribulado de su día era si los gobernantes las ponían en práctica mediante emplearlo a él o emplear a sus discípulos en sus gobiernos. Con eso como mira, él y un grupito de sus discípulos más íntimos dejaron su estado natal de Lu y viajaron de estado en estado tratando de hallar al gobernante sabio que quisiera adoptar las ideas confucianas sobre el gobierno y el orden social. ¿Qué resultado tuvo esto? She Ki dice: "Finalmente salió de Lu, se vio abandonado en Ch'i, lo echaron de Sung y Wei, sufrió necesidades entre Ch'en y Ts'ai". Tras 14 años de viaje regresó a Lu desilusionado, pero no quebrantado.
30 El resto de sus días los dedicó a la literatura y la enseñanza. (Véase la página 177.) Aunque quizás lamentaba no disfrutar de fama, dijo: "No murmuro contra el Cielo. No refunfuño contra el hombre. Sigo mis estudios aquí en la Tierra, y me mantengo en contacto con el Cielo arriba. ¡Es el Cielo quien me conoce!". Finalmente, en el año 479 a.E.C., murió a los 73 años de edad.
La esencia de las ideas de Confucio
31 Aunque Confucio sobresalió como erudito y maestro, su influencia de ninguna manera quedó limitada a los círculos escolásticos. De hecho, lo que Confucio buscaba no era simplemente enseñar reglas de conducta o moralidad, sino también restaurar la paz y el orden a la sociedad, que en aquel tiempo estaba desgarrada por el constante guerrear entre los señores feudales. Con miras a lograr su meta, Confucio enseñó que toda persona, desde el emperador hasta la gente común, debería aprender el papel que se esperaba que desempeñara en la sociedad, y vivir de acuerdo con ese papel.
32 En el confucianismo este concepto se conoce como el li, que significa lo apropiado, cortesía, el orden de las cosas, y -por extensión- rito, ceremonia y reverencia. En respuesta a la pregunta: "¿Qué es este gran li?", Confucio dio la siguiente explicación:
"De todas las cosas por las que se rige la gente al vivir, el li es la mayor. Sin el li no sabemos adorar debidamente a los espíritus del universo; ni establecer la posición apropiada del rey y los ministros, del gobernante y los gobernados ni de los mayores y los menores; ni establecer las relaciones morales entre los sexos, ni entre padres e hijos, ni entre hermanos; ni distinguir los diferentes grados de relación dentro de la familia. Por eso el caballero estima tanto el li".
33 Como se ve, el li es la norma de conducta por la cual el verdadero caballero (chün-tzu, a veces traducido: "hombre superior") cumple con todas sus relaciones sociales. Cuando todos se esfuerzan por hacer eso, "todo se corrige en la familia, el estado y el mundo", dijo Confucio, y entonces se efectúa el Tao, o el camino del cielo. Pero ¿cómo se ha de expresar el li? Eso nos lleva a otro concepto central del confucianismo: el de jen, humanidad, o benignidad humana.
34 Aunque el concepto del li recalca la restricción mediante reglas externas, el jen trata con la naturaleza humana, o la persona interna. El concepto confuciano, especialmente como lo expresó Mencio, el discípulo principal de Confucio, es que la naturaleza humana es fundamentalmente buena. Por lo tanto, la solución a todos los males sociales radica en el cultivo de uno mismo, y eso empieza con la educación y el conocimiento. El primer capítulo de La gran sabiduría dice:
"Cuando se alcanza el verdadero conocimiento, entonces la voluntad se hace sincera; cuando la voluntad es sincera, entonces se corrige el corazón [...]; cuando se corrige el corazón, entonces se cultiva la vida personal; cuando se cultiva la vida personal, entonces se regula la vida familiar; cuando se regula la vida familiar, entonces la vida nacional tiene orden; y cuando la vida nacional tiene orden, entonces hay paz en este mundo. Desde el emperador hasta los hombres comunes, todos deben considerar el cultivo de la vida personal como la raíz o fundamento".
35 Así podemos ver que, según Confucio, el que se observe el li permite que la gente se comporte apropiadamente en toda situación, y el que se cultive el jen hace que toda persona trate a los demás bondadosamente. El resultado, en teoría, es paz y armonía en la sociedad. El ideal confuciano, basado en los principios del li y el jen, se puede resumir así:
"Bondad en el padre, piedad filial en el hijo;
gentileza en el hermano mayor, humildad y respeto en el menor;
comportamiento justo en el esposo, obediencia en la esposa;
consideración humana en los mayores, respeto en los menores;
Benevolencia en los gobernantes, lealtad en los ministros y los súbditos".
Todo esto ayuda a explicar por qué la mayoría de los chinos, y aun otros orientales, hacen tanto hincapié en los lazos familiares, en ser industriosos, en la educación y en conocer el lugar que uno ocupa y comportarse como se debe en ese lugar. Para bien o para mal, estos conceptos confucianos se han grabado profundamente en la conciencia china tras siglos de inculcación.
El confucianismo se convierte en culto estatal
36 Con el surgimiento del confucianismo vino el fin del período de las "cien escuelas". Los emperadores de la dinastía Han hallaron en la enseñanza confuciana de lealtad al gobernante la fórmula específica que necesitaban para solidificar el poder del trono. Bajo el emperador Wu Ti, de quien ya hemos hablado con relación al taoísmo, el confucianismo fue elevado a la categoría de culto estatal. Solo a los que conocían bien los clásicos confucianos se les seleccionaba para ser funcionarios estatales, y el que quisiera empleo con el gobierno tenía que aprobar exámenes sobre los clásicos confucianos, unos exámenes accesibles en toda la nación. Los ritos y rituales confucianos se convirtieron en la religión de la casa real.
37 Los cambios que acabamos de describir elevaron mucho la posición de Confucio dentro de la sociedad china. Los emperadores Han empezaron la tradición de ofrecer sacrificios en su tumba. Le otorgaron títulos honoríficos. Entonces, en 630 E.C., T'ai Tsung, emperador de la dinastía T'ang, ordenó que se erigiera un templo estatal a Confucio en cada provincia y condado del imperio, y que se ofrecieran con regularidad sacrificios. Así se elevó a Confucio a lo que casi sería la posición de un dios, y el confucianismo se convirtió en una religión, casi indistinguible del taoísmo o el budismo. (Véase el recuadro de la página 175.)
El legado de la sabiduría oriental
38 Desde el fin de la gobernación dinástica en China en 1911 el confucianismo y el taoísmo han sido muy criticados, hasta perseguidos. El taoísmo fue desacreditado debido a sus prácticas de magia y superstición. Y del confucianismo se ha dicho que favorecía el feudalismo, que promovía una mentalidad esclavista para mantener a la gente -especialmente a las mujeres- bajo sujeción. Sin embargo, a pesar de toda esa denuncia oficial los conceptos básicos de esas religiones están tan profundamente arraigados en la mente china que todavía ejercen gran influencia en muchos.
39 Por ejemplo, en 1987, bajo el titular "Ritos religiosos chinos raros en Beijing, pero florecientes en la costa", el periódico canadiense Globe and Mail informó que tras de casi 40 años de gobierno ateo en China todavía son comunes allí los ritos funerarios, los servicios en los templos y muchas prácticas supersticiosas. "La mayoría de las aldeas tienen un fengshui, por lo general un residente de edad avanzada, que sabe leer las fuerzas del viento (feng) y del agua (shui) para determinar el lugar más propicio para cada cosa, desde el sepulcro ancestral hasta una nueva casa o muebles para la sala", dice el informe.
40 En otros lugares el taoísmo y el confucianismo tienen seguidores dondequiera que sobrevive la cultura tradicional china. En Taiwan, un hombre que afirma ser descendiente de Chang Tao-ling preside como "maestro celeste" con autoridad para ordenar sacerdotes taoístas (Tao Shih). La popular diosa Matsu, llamada "Madre Santa que está en el Cielo", recibe adoración como santa patrona de la isla y de los marineros y pescadores. En cuanto a la gente común, se ocupa principalmente en hacer ofrendas a los espíritus de los ríos, las montañas y las estrellas, a las deidades patronas de todos los oficios y a los dioses de la salud, la buena suerte y la riqueza.
41 ¿Qué se puede decir del confucianismo? Su papel de religión ha sido reducido al de monumento nacional. En Küfow, China, el pueblo natal de Confucio, el Estado mantiene el Templo de Confucio y los terrenos de su familia como atracciones turísticas. Allí, según la revista China Reconstructs, hay representaciones de "un rito de adoración para Confucio". Y en Singapur, Taiwan, Hong Kong y otros lugares del Asia oriental la gente todavía celebra el cumpleaños de Confucio.
42 En el confucianismo y el taoísmo vemos que un sistema basado en la sabiduría y el razonamiento humanos -sin importar lo lógico y bienintencionado que sea- al fin no satisface en lo que se refiere a la búsqueda del Dios verdadero. ¿Por qué? Porque deja fuera un elemento esencial, a saber, la voluntad y los requisitos de un Dios personal. El confucianismo considera la naturaleza humana como la fuerza que da motivo para hacer el bien, y el taoísmo se vuelve hacia la naturaleza misma. Pero eso es confianza mal puesta, porque sencillamente equivale a adorar lo creado en vez de al Creador. (Salmo 62:9; 146:3, 4; Jeremías 17:5.)
43 Por otra parte, las tradiciones de adorar a los antepasados y a ídolos, dar reverencia a fuerzas cósmicas y venerar a los espíritus de la naturaleza -junto con los ritos y las ceremonias relacionadas con estos- se han arraigado tanto en el pensar chino que se aceptan tácitamente como la verdad. Suele ser muy difícil hablar con un chino acerca de un Dios o Creador personal, por lo extraño que le resulta ese concepto. (Romanos 1:20-25.)
44 No se puede negar que la naturaleza está llena de grandes maravillas y de sabiduría, y que nosotros los humanos tenemos las maravillosas facultades de raciocinio y conciencia. Pero, como hemos indicado en el capítulo sobre el budismo, las maravillas que vemos en el mundo natural han llevado a mentes razonantes a la conclusión de que tiene que existir un Diseñador o Creador. (Véanse las páginas 151, 152.) Establecido eso, ¿no es lógico que debamos esforzarnos por buscar al Creador? De hecho, el Creador mismo nos invita a hacerlo: "Levanten los ojos a lo alto y vean. ¿Quién ha creado estas cosas? Es Aquel que saca el ejército de ellas aun por número, todas las cuales él llama aun por nombre". (Isaías 40:26.) Si hacemos eso, llegaremos a conocer no solo quién es el Creador, a saber, Jehová Dios, sino también lo que él ha determinado para nuestro futuro.
45 Junto con el budismo, el confucianismo y el taoísmo, que han desempeñado un papel de importancia en la vida religiosa de los orientales, hay otra religión, una que es singularmente de los japoneses: el sintoísmo. ¿Cómo difiere de las demás? ¿Qué origen tiene? ¿Ha conducido a la gente al Dios verdadero? Consideraremos esto en el capítulo siguiente.
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Respuesta de Irene Tarot
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El objetivo fundamental de los taoístas es alcanzar la inmortalidad, si bien, a veces no se entiende ésta literalmente, sino como longevidad en plenitud. De la misma manera, se decía que las personas que vivían en armonía con la naturaleza eran inmortales. Lao Tzu fue deificado como dios taoísta -un "inmortal"-, encabezando un enorme panteón de héroes folclóricos, generales famosos y sabios, todos los cuales alcanzaron la inmortalidad. Sin embargo, la antigua forma del Taoísmo era la de una corriente filosófica y no una religión, por lo que los antiguos pensadores interpretaban por "inmortalidad" el hecho de "autosuperación" del propio ser en comunidad con el entorno, lo que implica buscar la superación y el progreso personal y colectivo, en base a la mutación constante que enseña el Tao.
El taoísmo no es una cultura es una RELIGIÓN, en internet tienes toda la información llevar a cabo los preceptos y aprenderesta filosofía de vida si es tu opción depende de ti. Saludos. Irene2150
El taoísmo no es una cultura es una RELIGIÓN, en internet tienes toda la información llevar a cabo los preceptos y aprenderesta filosofía de vida si es tu opción depende de ti. Saludos. Irene2150
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