Tengo dos hijas de 3 y 5 años. La pequeña es muy inquieta y no sé qué hacer para controlarla.

Querida consultante, vivimos en una sociedad desquiciada, donde se nos exige, sobre todo a las mujeres más que nunca a lo largo de toda la historia de la humanidad. Eres divorciada, trabajas fuera y dentro de la casa, y encima te ocupas de tus dos hijas, ¡Cómo no vas a perder los nervios!, no te sientas mal por ello, es normal, por algún lado tiene que salir el estrés al que estás expuesta, ahora te doy la razón en una cosa, tus hijas no tienen la culpa, ni deben pagar por ello. Mi consejo es que si no puedes cambiar tu situación laboral ni contratar a alguien que te ayude en las labores del hogar, que te relajes, que los niños tienen que jugar y enredar, que las casas no son museos, ni están hechas para que cuando vengan visitas estén perfectas, las casas están hechas para compartir juegos, olores, sabores... intenta ver el programa de supernanny, y aplica lo que la psicóloga enseña, tus hijas deben recoger los juguetes después de haber terminado de jugar o antes de irse a la cama, a los niños les gusta hacer cosas por sí mismos, como vestirse, desnudarse, enjabonarse en la bañera, diles lo bien que lo hacen cuando hagan por sí mismas estas cosas, valorales su trabajo. Y enséñales también a que te respeten, en el sentido de que tú aparte de madre eres una mujer, una persona que necesita hacer lo que le gusta por lo menos un rato al día, necesitas estar en silencio para ordenar tus ideas, necesitas salir y compartir momentos con amigas sin que están tus hijas contigo.
Querida amiga, nos ha tocado vivir un momento delicado en la historia, como te decía anteriormente se nos exige mucho, pero no caigas en eso, no te creas todo lo que te dice el sistema, es decir la televisión, la gente, siga a tu corazón, disfruta de tus hijas, juega con ellas, y si la casa está desordenada pues que lo esté. Te aseguro, que el día de mañana tus hijas no te van a valorar más por haber tenido la casa como los chorros del oro, sino por haberlas hecho reír, y si no recuerda tú misma tu infancia. No hagas con ellas lo que no te hubiese gustado que hicieran contigo.
Ánimo amiga, ríete de la situación todo lo que puedas, siente que debes vivir el presente, los niños crecen muy rápido y siéntete afortunada por tener dos hijas que el día de mañana te harán compañía y serán tus amigas. Hay gente que está sola, no es tu caso.
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Ánimo y un abrazo,
Ruth Carrillo-Henche