Efectos del yoga

Las ásanas del yoga tienen dos finalidades: una es la de realizar movimientos que en la vida cotidiana no efectuamos, logrando con eso que las articulaciones y los músculos trabajen en toda su gama; la otra finalidad es la de estimular y masajear distintos órganos del cuerpo, entre ellos, las glándulas endocrinas logrando con ello en funcionamiento equilibrado del organismo. A la altura del pecho, tenemos una glándula endocrina llamada timo, que podríamos decir, es el cuartel general del sistema inmunológico donde se desarrollan las células T. Estimulando esta glándula (que la medicina occidental, en su ignorancia, la estirpaba hasta no hace muchos años, porque no comprendía su funcionamiento) logramos que el desarrollo y el funcionamiento de estas células sea óptimo. Pero de muy poco serviría realizar un ásana o mudra que estimule solo la glándula timo, ya que el organismo trabaja en conjunto, por lo que es necesario mantener en correcto funcionamiento todas las glándulas, procurando además, el mantenimiento adecuado de los canales por los cuales viaja la información (sistema nervioso y sistema circulatorio) entre las distintas glándulas y el cerebro y las hormonas que segregan estas glándulas. Espero no haberte confundido más, es muy difícil explicar algo tan complejo en pocas líneas, pero me mantengo a tu disposición si necesitas alguna ampliación o aclaración.