Cuando me dirijo al vecindario no me devuelven la palabra y éso que soy reservado
He sido presidente de una comunidad de propietarios, habiendo promovido durante años la necesidad de poner un administrador de fincas al igual que promover obras para que la comunidad quede en el mejor estado posible. Parece ser que mi postura de cambios y renovación ha sentado precedente para ser ignorado y ninguneado, no me queda otra que para próximas reuniones (y caso de que fuera avisado) me represente una persona pero me siento mal porque no merezco esto. Cuando me he dirigido en ocasiones a dos personas mayores que viven en la comunidad su postura es de ignorarme, me autocontrolo en la medida de que no interrogo pero es como si hablara y automáticamente se me da la espalda, lo mismo pasa con el reciente administrador de fincas que por mucha explicación que le pida por correo o teléfono no tengo explicación alguna. ¿Qué me recomiendan hacer para el futuro? ¿De qué manera me tengo que comportar, hablar, todo...? Así no se puede vivir desplazado, ¡No es justo!