Estimado Oswaldo no me indico cual es el problema personal en si
Si me lo dice lo podre ayuar.
Pero ese punto negativo de ver la vida es una opcion que todos tomamos, esta ilustracion lo ayudara mientras espero su respuesta.
Todo depende del punto de vista
Esta es una conversación que tenían 2 baldes que se utilizaban para sacar agua de un pozo, uno veía su trabajo de forma negativa y el otro de forma positiva, aunque realizaban la misma labor:
Uno le decía al otro: "pensar q siempre llego lleno, pero vuelvo vacio"...
Y el otro replico: "yo lo veo diferente,,,,, siempre llego vacio, pero vuelvo lleno",,,,,,,,,
Todo depende del punto de vista con que afrontemos los problemas o las adversidades,,,,, para el mundo son angustiantes, deprimentes,,,,, para nosotros que pasamos los mismos problemas que ellos son "temporales",, pues miramos mas allá,,, hacia el nuevo mundo,, donde todo cambiara para nuestro bien,,,,,,,,,, por eso mis Estimado Oswaldo Ventura,,,,,, todo depende del punto de vista con que vea el futuro.
En el Sermón del Monte, Jesús aconsejó: “Dejen de inquietarse respecto a su alma en cuanto a qué comerán o qué beberán, o respecto a su cuerpo en cuanto a qué se pondrán” (Mateo 6:25). Jesús sabía que es natural que los seres humanos imperfectos nos preocupemos por tener cubiertas las necesidades básicas. ¿Cómo, entonces, podemos ‘dejar de inquietarnos’ por ellas? “Sigan [...] buscando primero el reino y la justicia de Dios”, añadió Jesús. Sin importar los problemas que nos sobrevengan, hemos de seguir dando prioridad en la vida a la adoración de Jehová. Si lo hacemos, nuestro Padre celestial ‘nos añadirá’ todo lo que satisfaga las necesidades diarias. De un modo u otro se encargará de que salgamos adelante (Mateo 6:33).
Jesús ofreció este otro consejo: “Nunca se inquieten acerca del día siguiente, porque el día siguiente tendrá sus propias inquietudes” (Mateo 6:34). No es prudente preocuparse demasiado por lo que el mañana pudiera depararnos. Como observó cierto biblista: “El futuro [...] rara vez es tan malo como nos lo presentan nuestros miedos”. Seguir con humildad los consejos bíblicos de concentrarnos en lo más importante y de no inquietarnos por el mañana nos permitirá evitar la preocupación excesiva (1 Pedro 5:6, 7).