Lo primero es que te tienes que dedicar a mejorar tu parte ante esta situación que se te presenta, sin juzgar a nadie, y sin pretender que se obtengan los resultados que te gustaría.
Así como sabes que si tú no haces tu parte, todo empeorará; el hacer bien tu parte, tampoco te garantiza ciertos resultados, aunque todas son ventajas, en primer lugar para ti, ya que verás las cosas, aunque sean iguales, de forma diferente, con un sentido, con las posibilidades de crecer uno en el amor de verdad, etc.
Entre otras cosas, piensa que esta situación te puede estar protegiendo de otras situaciones aparentemente más halagüeñas, y quizá precisamente por eso más peligrosas (ya que podrían ser fuente de grave enredo, y tener un veneno difícil de ver a primera vista).
Si quieres colaborar en la resolución de esto, no puedes vivir para ti misma, sino que te recomiendo enfocar la vida hacia hacer todo el bien que puedas. Esto también te ayudará a no agobiarte, ni a exigirte con imperio cosas como un trabajo fuera de casa, etc. Incluso puedes plantearte esta situación en casa como un trabajo, aunque no lo sepan ellos. Imagínate que vieras un cartel que dijera, se busca joven para cuidar matrimonio, ella alcohólica; y en el que precisamente no pudieras presentarte como tal, sino que más bien tendrías que ir a pedir algo, y mantenerte allí trabajando, pero como quién está recibiendo un favor.
Lo primero que te recomiendo es estar en gracia de Dios. Y ya sabrás que si la gracia de Dios se ha perdido después del Bautismo (se pierde con un solo pecado mortal, ya que Dios no puede habitar en un alma con un pecado mortal sin perdonar) se puede recuperar con la Confesión Sacramental, segunda tabla de salvación.
Y espero que no me digas que no eres religiosa. Y en cualquier caso, me imagino que querrás actuar bien en la vida, y por ejemplo los Mandamientos de Dios te ayudan a eso, y a no equivocarte gravemente.
Sin la religión, sí que te podría asegurar que el caso que planteas no tiene solución alguna, ya que cada uno tendería a tirar, al menos en importantes asuntos o de forma habitual, hacia su egoísmo (al no contar con la gracia de Dios que le permitiese otra cosa), y así no se solucionan las cosas.
Yo te recomiendo estar en gracia de Dios, frecuentar los Sacramentos, hacer oración en la que puedes ver qué situación crees que se te planteará, y ver tu posible respuesta según Dios; y posteriormente, ver qué has hecho, y qué puedes mejorar por tu parte.
Nunca te sientas obligada a hacer nada que no quieras hacer. Y que no te preocupen las críticas, ya que el único que te puede juzgar rectamente es Dios, que mira los corazones.
No te agobies, pues, por tener 20 años y "tener que hacer cosas". Primero, como te decía, ir a buscar a un buen confesor.
Y una vez que estés actuando bien podrás ayudar a tu madre no solo con el ejemplo, sino que también con la palabra, ya que las cosas no mejoran desde la superficie, sino que desde lo profundo, y en lo profundo siempre nos encontramos con lo moral. Y a tu madre también la puedes ayudar a hacer todo el bien que puede hacer en su vida. Y a tu padre también; no lo juzgues; quizá él está haciendo lo mejor que en este momento sabe hacer; quizá también si tú lo ayudas en lo que te digo, pueda hacer algo más. Piensa que tu padre también tiene más experiencia de la vida que tú, y ya podrá saber que ciertas cosas no funcionan, aunque solo se sepa lo que realmente funciona con Dios.
Por supuesto que a la hora de que tú hagas todo el bien que puedas, podrás ver todo el bien que puedes hacer según Dios, y eso además servirá de ejemplo a tus padres.
No te preocupes por lo que alguien pueda exigir de ti, sino que haz lo que Dios mande, y así acertarás.