Te diré que el delirio aunque es una idea falsa, puede coincidir con una cierta realidad en ese sentido, que en ocasiones puede provocarse posteriormente; imagínate que tú dices que hablan de ti, y criticas a unas personas; podría ocurrir que esas personas llegasen efectivamente, a hablar más de ti por esta situación, o bien pudiera ocurrir que no les sentase bien que los criticases, y peor si esto llegase a mayores complicaciones.
El que actúa mal se perjudica a sí mismo más que el perjuicio que pueda ocasionar a los demás; el perjuicio que se produce a sí mismo es absoluto, y el que produce a los demás siempre es relativo, y depende de cómo estos perjudicados respondan, pudiendo hacerlo bien o mal, haciéndose bien o mal respectivamente. Ante un perjuicio exterior a uno le perjudica más su propia respuesta si es esta es mala, y falta de amor.
Por el contrario, cuando uno hace el bien, se hace bien a sí mismo en primer lugar y principalmente. No se trata de elegir entre el bien de los otros y el de uno, ya que cuando uno hace el bien, se hace bien a sí mismo; pero para elegir el bien hay que anteponer el bien de verdad a los intereses vanos y desordenados, logrando la persona dominio sobre sí misma, sobre sus intereses vanos y desordenados, haciéndose realmente bien a sí misma. No se trata de anteponer intereses vanos de otros a los propios, sino de anteponer el bien de verdad a los intereses vanos y desordenados tanto propios como ajenos. En cambio, cuando uno vive para sí mismo, no se hace bien, sino mal, anteponiendo intereses vanos y desordenados a lo que es bueno de verdad.
Releyendo tu respuesta, efectivamente nos afecta lo que hacen los demás, pero no se puede uno dejar llevar por una reacción que no es recta, aunque sea la primera que le surja, sino que siempre tiene que reaccionar bien, y bien significa no solo bien por fuera, sino que también bien por dentro, es decir, con auténtica buena intención, queriendo uno mejorar lo que ve por la persona que quizá está actuando mal, y buscando el bien de verdad de todos los implicados..
Todas las preguntas que te plantees tienen que ser desde la caridad, desde hacer el bien, no por curiosidad. Desde la caridad podrás llegar a entender a los demás lo más posible dentro de lo conveniente, que nunca es todo, ni es esa la misión de uno, ni necesaria para hacer el bien de verdad.
Decías que seguías con tu vida. Yo te recomendaría el cuidarte de afrontar bien la vida. Y si ya lo estás haciendo, estupendo. Pero siempre se está en el camino en esta vida terrena, y siempre se puede y se debe mejorar, que es lo que te recomiendo. Guíate en tus actos y en tus pensamientos por la virtud de la caridad, estando en gracia de Dios. Piensa, además, que las cosas no mejoran desde la superficie, sino que lo que tiene que mejorar es el corazón humano, y para eso es eficaz el buen ejemplo. No vivas centrado en ese asunto, sino que aprovecha tu vida para hacer el bien de verdad; al depurar tu intención seguramente mejorará tu forma de ver todo esto.