Antes de desmontar ninguna pieza, es aconsejable realizar una serie de comprobaciones que nos ayudarán a determinar de dónde proviene exactamente el fallo que está provocando ese consumo excesivo de aceite en el motor. Para ello nos fijaremos en lo siguiente:
- ¿Se pueden apreciar manchas de aceite en el exterior del vehículo y principalmente en el suelo?
- ¿El respiradero de los gases de aceite está obstruido?
- El turbo, los elementos anexos al motor o el depresor de vacío presente en algunos coches diesel… ¿Están en buen estado?
- ¿El coche tira humo por el escape? ¿De color blanco o azulado?
- ¿Cuándo expulsa el humo? Si es al acelerar la fuga estará en alguno de los cilindros, mientras que si se produce al retener se debe a holguras en las válvulas.
- ¿El motor expulsa aire por el orificio de la varilla de aceite o por el respiradero de los gases de aceite? Si es así, tendremos que comprobar también que:
- El respiradero los tubos no estén obstruidos. Si así fuera, será necesario limpiarlos o sustituirlos para comprobar si el problema persiste o desaparece.
- Los cilindros estén en buen estado. Para ello habrá que comprobar la compresión de cada uno de ellos y además, revisar que los segmentos de engrase no estén desgastados.
Una vez realizadas estas comprobaciones, podremos identificar por qué se está produciendo ese consumo de aceite excesivo en el motor y por tanto, estudiar las posibles soluciones para repararlo.