Herencia con una propiedad que está avalando
Mis suegros han fallecido y han dejado en herencia a sus tres hijos cuatro propiedades que querían repartir equitativamente pero no especificaron qué propiedad era para cada uno. El problema parece ser que una de las casas, la que se supone que heredaría mi marido según decían sus padres, está avalándonos, y la notaría que está gestionándolo dice que el aval hay que quitarlo porque los otros hermanos heredarían el aval, mi pregunta es, si la casa que nos avala es la que según los tres hermanos heredará mi marido, ¿por qué hay que quitarlo? En el testamento no especifica y cuando falleció mi suegro el 50% de esa casa fue para mi suegra y el otro 50% para los tres hermanos, si le cedieran a mi marido cada una de sus partes de esa casa los otros dos hermanos y mi marido lo que le corresponde de las otras propiedades, ¿podría seguir el aval sin afectar a los otros dos? ¿Y se podría escriturar sin problemas?
2 respuestas
Tal como lo cuentas, las cuatro propiedades constituyen un conjunto que es necesario hacer tasar para dividir el monto total entre los tres herederos. Ello implica el pago de impuestos (plus valias, sucesorios, etc) a partes iguales. Queda qué hacer con cada propiedad que, en el fondo, es de los tres. Ya dije que es un conjunto indivisible. Se pueden vender y repartir el monto resultante o, si hay acuerdo, asignar a cada uno la o las propiedades que se decida y compensar en efectivo a cada uno por la diferencia. Os aconsejo que os busquéis un abogado que os ayude a hacer esta partición, pues el tema va a traer tela.
El aval es personal, por lo tanto un inmueble no puede avalar nada, salvo que se constituya una hipoteca para garantizar lo que se quiere avalar. Si efectivamente hay una hipoteca que garantiza una deuda que debe pagar su marido es lógico que los demás herederos pidan la cancelación de esa deuda e hipoteca, ya que todos han heredado en proindiviso, tal como usted lo describe.
Sin embargo si se adjudica a su marido ese inmueble hipotecado no veo la necesidad de hacer el gasto de cancelación de la hipoteca.