La confianza en las demás personas humanas siempre tiene que ser relativa, dentro de un orden; y el orden es todo dirigido al bien, todo dirigido a Dios, Sumo Bien.
La mejor manera de identificar a las personas falsas, o lo que es mejor, salir indemne de ellas, es actuar tú bien. Si tú te diriges al bien, si tú quieres hacer el bien con tu vida, también en la situación concreta que se te presenta, actuando siempre rectamente siempre estarás mucho más protegida. No es cierto que el tener meramente una determinada información te proteja, ya que no es así, si no hay rectitud de intención, ya que si uno no se encamina rectamente, siempre dominarán en su conducta los intereses vanos y desordenados, y esto es lo que puede ser utilizado por otra personas para engañar y para manipular..
La amistad solo es posible viviendo la virtud, estando con Dios; de otra manera siempre se querrá algo de la otra persona para satisfacer intereses vanos o desordenados de uno, es decir, se utilizará a la otra persona, según los propios intereses, no buscando, por el contrario, su bien, no ayudándola a encaminarse al bien, a encaminarse a Dios.
Actuando bien te librarás de muchas situaciones, sin incluso llegar a tener conocimiento de ellas. Date cuenta de que los demás también te ven a ti, y si tú quieres algo como sea, incluso el conocer a las personas falsas por ejemplo por encima de todo, esto podría servir a ciertos intereses, si fuera el caso.
Lo que te recomiendo es estar en gracia de Dios, cumplir los Mandamientos de Dios y de la Iglesia, frecuentar los Sacramentos y hacer oración, llevando a ello todo lo que haces, pudiendo ver lo que previsiblemente se te puede presentar, pidiendo a Dios luz y fuerza para amar de verdad. Si tú por ejemplo solo quisieras quedarte libre, por tus intereses, de personas falsas, eso precisamente podría hacerte caer en un engaño. Tu intención, como te decía, tiene que ser recta; por supuesto que no se trata de guiarse por complacer, ni por hacer lo que otro diga, sino que guiarte tú por hacer el bien, lo cual por supuesto que también te hará ejercitar la prudencia de la mejor manera. Por supuesto que nunca juzgando duramente a los demás, sino que siempre estando alerta de no caer uno en intereses vanos o desordenados. Y nunca actuando con indiferencia con respecto a los demás (esta indiferencia, que es un interés particular de lograr comodidad, de sentirse superior, etc, también te haría ser más vulnerable a un posible engaño). No vivas para ti mismo, sino que encamina tu vida hacia hacer todo el bien de verdad que puedas; y ante una situación actúa siempre, sin cansarte, con conducta buena en sí misma, y siempre encaminado al bien de verdad de todos los implicados, nunca actuando guiado meramente por intereses particulares de uno o de un grupo; si te guías por el bien de verdad, en realidad haces el bien a todos; si te guiases por intereses particulares, satisfarías quizá algún interés, que en este caso sería o vano o desordenado, pero no harías realmente bien de verdad a nadie. Por esto tiene alguna dificultad el hacer el bien de verdad, ya que no se trata de satisfacer intereses vanos o desordenados ni de uno ni de nadie.