La persona normalmente siempre sabe cuándo tiene que ir al médico: igual que sabe si alguna medicación es imprescindible, así como que otras muchas son prescindibles; e incluso sabe, si algún medicamento le ha sentado mal, cuál es exactamente el que lo hizo, aunque tome varios.
Desde luego que no hace falta ponerse en el caso más extraordinario para decidir si ir o no a urgencias.
Yo lo que te recomiendo es nunca hacer algo que no consideres racional, o con la típica disculpa de “por si acaso”; y para esto también te sirve el pensar que una actuación médica también conlleva sus riesgos, y si es inmotivada más. Si le pasas la responsabilidad al médico, él también podría dudar hasta el extremo, más allá de lo razonable. No se pueden pretender certezas absolutas en esto, ya que de otra manera a todo el mundo le harían de todo, incluso al que no se quejase de nada, derivándose por supuesto de esto un gran perjuicio.
Tú generalmente al ver una situación lo sabrás, así como el paciente lo sabe. Y si es por las dudas, por asegurarte, etc., es que tú piensas realmente que no es nada importante.
Por supuesto que un dato clave es la opinión auténtica que tenga el propio paciente; y si él es aprensivo, no tienes que alimentar esto, desde luego que no debes preguntar hasta la saciedad, ya que con esto podrías sugestionar o ampliar la gama de posibles síntomas, etc. La forma de comienzo, la evolución también da muchos datos. Si luego parece que está bien, no reavives tú el asunto con nuevas preguntas. No hay por qué preguntar directamente en muchos casos, siendo los datos indirectos más que suficientes. Así si él está tranquilo, y haciendo cualquier cosa, sería muy inoportuno empezar a preguntar si le duele mucho, etc.
Intenta no incrementar la aprensión; viendo por ejemplo si se puede atender a otro asunto, etc.
Y por supuesto que hay que aliviar la ansiedad, para lo que te recomiendo afrontar generosamente tanto la vida como los acontecimientos, por supuesto que con la gracia de Dios.
P.D. Así como no es buena la medicina defensiva, tampoco es bueno actuar también por temor a una posible recriminación, etc. La buena intención siempre es fundamental para todo; también para esto. Y siempre teniendo en cuenta que el organismo tiene capacidad para recuperarse.