Para enmarcar mi respuesta te expreso lo que para mi es Dios: Dios es Dios, es el único y eterno, en ese Dios existen y coexisten todas las criaturas de universo creado e increado, ese Dios es el principio y el fin de todas las cosas, ese Dios es el alfa y el omega. Ese Dios no está presente en esas religiones de garaje o religiones de bolsillo en la que sus líderes espirituales exhiben sus rancios libros sagrados para llenarse los bolsillos de plata con el diezmo de sus estúpidos seguidores. No estoy contra ninguna religión solo aclaro que sus líderes religiosos "meten a sus feligreses o adeptos o postulantes o devotos, etc." en el fanatismo religioso donde los celos religiosos están al orden del día y ninguno tolera las demás confesiones religiosas porque están convencidos que su dios es el único y verdadero. Entonces tenemos a esos personajes que se ponen una bomba en el cuerpo y se hacen explotar en medio de una multitud todo por su fanatismo religioso.
Entonces no tengo la menor idea de cómo responder tu pregunta de que "Es cierto que un hombre no está solo en su casa, porque tiene la compañía del Señor Jesucristo" pero de lo que sí estoy absolutamente seguro es que somos parte de Dios y como tal Él está presente en todos los momentos de nuestra vida, que no lo reconozcamos es otra cosa y me viene a la memoria un relato:
Un piloto de avión comercial caminaba con su hijo por el parque cuando su pequeño le pregunta ¿Quién es Dios? Su padre le dice: Verás hijo mío, Dios es como ese avión que tu ves allá en el cielo. ¿Así de pequeño? – Vuelve a preguntar el niño. Bueno, algo parecido – añade cariñosamente el padre – vamos al aeropuerto. Papi, ese avión es muy grande – dice el niño asombrado al ver el avión por los grandes ventanales del aeropuerto. Ven, bajemos a la pista – el padre invita al niño - tomándolo de la mano. En la medida que se acercaban al avión que estaba parqueado el niño temeroso le dice: Papi no quiero seguir, volvamos a casa – deteniéndose en su caminar. No te preocupes, no pasa nada – y amorosamente agrega – vamos a acercarnos más. Papi, es inmenso – musita el niño con su voz casi apagada y apretando fuertemente la mano de su padre es muy grande y tengo miedo. Tomando al niño en sus brazos para calmar sus miedos infantiles le dice al oído:
Así es Dios, mientras más cerca estamos de Él más nos damos cuenta de lo grande que es.