Los gases de fermentación del vino básicamente son, dióxido de carbono, monóxido de carbono, alcohol etílico, sulfuro de hidrógeno y dióxido de azufre.
Hablemos de los 2 primeros, el monóxido y dióxido de carbono han causado infinidad de muertes, pero siempre en lugares cerrados donde han desplazado el oxigeno, es decir, no son mortales de por si, siempre que haya oxigeno, lo que los hace letales es la falta de oxigeno. Por tanto en tu casa no podría causar ningún daño dado que entrarían MUY diluidos con el ambiente y por tanto son inocuos.
Los gases de alcohol etílico seria algo parecido, si estas al lado del tanque de fermentación sin ventilación quizás pudieras respirar tanto alcohol que acabarías borracho al absorber el etanol a través de los pulmones a la sangre, pero tampoco en tu casa eso puede pasarte.
El dióxido de azufre y el sulfuro de hidrógeno son dos gases que son muy molestos en dosis tan bajas que enseguida lo notas, pero para inhalar una dosis toxica tendrías que estar casi casi dentro del tanque de fermentación.
Ten en cuenta que con 0,0005 partes por millón ya se empieza a notar el olor nauseabundo y la exposición prolongada de dosis de 2 a 5 partes por millón (unas 10.000 veces más que cuando empiezas a detectarlo) te provocaría vómitos y dolor de cabeza y que te lloren los ojos. Nada que te pueda matar.
El dióxido de azufre que puedes respirar en un pueblo cerca de una industria vinícola puede ser de entre 10 y 100 veces inferior que la persona que vive en Madrid o Barcelona. Y si, los ayuntamentos de estas ciudades toman medidas para evitar que entren coches en las ciudades, pero nunca van a llegar a conseguir que un urbanita respire la misma cantidad de dióxido de azufre que la que puedas respirar tu.
Eso no quiere decir que no este de acuerdo contigo en que habría que hacer algo para que esos gases de fermentación no salgan libremente al ambiente y se debería pasar por un scrubber (es un lavador de gases) para evitar el "pestazo" que emiten, pero al no ser peligrosos para la población (aunque si muy molestos) es difícil que la normativa les obligue a hacer algo para evitar enviarlos a la atmósfera. Ten en cuenta que poner medios para evitar su expulsión directa implicaría encarecer el proceso de fermentación y con el el precio del vino.