En tu relato se vislumbra que tu fuerza espiritual es bastante débil y eso te permite que estés desorientado en esta vida por lo que te propongo un giro de 180° en tu forma de percibir la realidad que te circunda:
1. Todas las noches antes de dormir orarás el Padre Nuestro así: Padre Nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase Señor tu voluntad, aquí en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras deudas, así como también nosotros perdonamos a nuestros deudores; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos Señor de todo mal. Amén, Amén, Amén.
2. Pedirás, a ese Padre Nuestro, que de de discernimiento para afrontar todas las circunstancias de tu día y que todas las palabras que salgan de tu boca sean constructivas y que detenga tu lengua para no herir a nadie. Finalmente agradecerás por que han escuchado tu oración.
3. Harás voluntariado, mínimo cuatro horas semanales.
Es importante que sepas de que ese Padre Nuestro es Dios y Dios es Dios, es el único y eterno, en ese Dios existen y coexisten todas las criaturas de universo creado e increado, ese Dios es el principio y el fin de todas las cosas, ese Dios es el alfa y el omega. Ese Dios no está presente en esas religiones de garaje o religiones de bolsillo en la que sus líderes espirituales exhiben sus rancios libros sagrados para llenarse los bolsillos de plata. No estoy contra ninguna religión solo aclaro que sus líderes religiosos "meten a sus feligreses o adeptos o postulantes o devotos, etc." en el fanatismo religioso donde los celos religiosos están al orden del día y ninguno tolera las demás confesiones religiosas porque están convencidos que su dios es el único y verdadero. Entonces tenemos a esos personajes que se ponen una bomba en el cuerpo y se hacen explotar en medio de una multitud todo por su fanatismo religioso.