Alquiler
Es un poco difícil de explicar.
Tengo un local alquilado, pero la persona que me lo había alquilado ha fallecido. Dicha persona solo era la usufructuaria de la renta del local, y el contrato estaba hecho solo con ella, sin que el verdadero dueño interviniese en ningún aspecto (precio, duración contrato...)
¿Qué va ha pasar ahora con mi contrato?
¿Pueden subirme el alquiler?
Tengo un local alquilado, pero la persona que me lo había alquilado ha fallecido. Dicha persona solo era la usufructuaria de la renta del local, y el contrato estaba hecho solo con ella, sin que el verdadero dueño interviniese en ningún aspecto (precio, duración contrato...)
¿Qué va ha pasar ahora con mi contrato?
¿Pueden subirme el alquiler?
Respuesta de goodjo
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Ah... es decir, que ahora esos familiares lejanos reclamarán algo... debes ponerte en contacto con ellos más que nada para comunicarles la intención de seguir con el arriendo ya que, aunque ellos ahora vendiesen el local, tienes derecho a cumplir tu contrato de alquiler. Otra cosa sería que no diesen por válido el contrato por aparecer como propietaria la dueña, aunque con el paso del tiempo, sus verdaderos dueños tampoco han reclamado nada. Pues lo más probable que suceda es que sigas como arrendatario hasta finalizar tu contrato y que esos familiares pongan más tarde a la venta el local.
Un saludo y espero haberte servido de ayuda.
Un saludo y espero haberte servido de ayuda.
Gracias por atender a mi pregunta
Lo que hay que mirar es si en el contrato que tenía la anterior usufructuaria existe la clausula que prohíbe el subarriendo.
Si no la prohíbe tu contrato tiene validez, siempre y cuando el subarriendo estuviese permitido y un 'heredero' del usufructo quiera seguir con el arriendo. Lo mejor es hablar directamente con el propietario pues, en todo caso, las intenciones del mismo serán las verdaderamente trascendentes.
Si no la prohíbe tu contrato tiene validez, siempre y cuando el subarriendo estuviese permitido y un 'heredero' del usufructo quiera seguir con el arriendo. Lo mejor es hablar directamente con el propietario pues, en todo caso, las intenciones del mismo serán las verdaderamente trascendentes.
