Mi hija está en la fase de negación.

Mi hija tiene 2 años recién cumplidos y está en una fase de negación absoluta, creo que puedo contar con los dedos de la mano las veces que dice que sí... A lo demás a todo dice NO. No quiere que nadie extraño o conocido le hable o la toque o le achuche con besos... Inmediatamente le grita y está de lo más arisca, sin embargo me suele pasar que si voy con ella al médico o al super si la gente no le dice nada suele llamar la atención haciendo tonterías y diciendo hola a todo el mundo comportándose como la niña más encantadora. ¿Alguien sabría decirme por qué se comporta así? La verdad es que algunas veces me saca los colores de la vergüenza que paso cuando es tan arisca, sobre todo con los familiares y amigos. ¿Por qué dice a todo que no? Es una niña con bastante carácter desde que nació, la verdad, sus padres somos disciplinados y muy pendientes de su educación.

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Es una fase, bastantes niños pasan por ella. Es el simple hecho de llevar la contraria. Esta fase, normalmente, vuelve a desaparecer de solo, hay que ignorarlo un poco (en sentido de no molestarse) y sacarle el humor al asunto.
Por otro lado, si la niña da a entender que no quiere ser abrazada ni recibir besos, lo mejor es que se respete. Aunque la niña tenga 2 años, es importante que sienta tener cierto control sobre su cuerpo, sobre lo que le gusta y lo que no. Aunque sea difícil para los familiares, habría que hablar con ellos. Es mejor preguntarle si quiere un abrazo o un beso, o en definitiva, dejar que lo solicite ella.
Sin embargo, si el rechazo es extremo y sospechoso, incluyéndote a ti por completo (es decir, no desea de ninguna manera ningún tipo de cariño, ya sea una caricia, un masaje, un momento tranquilo al irse a la cama etc), habría que buscar posibles motivos.
Por lo demás, es normal, cada niño tiene una evolución distinta. Los hay que no les gusta demasiado ese contacto tan tan íntimo y cercano, sobre todo según con quién y según la situación. Lo mejor es tener siempre el contacto que el niño permite; siendo el más importante el que tenga con la madre, aunque sea más en momentos íntimos y de necesidad.

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