La fecha en que se realiza la prueba de embarazo es determinante para que el resultado sea fiable. Es una situación muy especial y a veces la ansiedad puede jugar una mala pasada, por tanto es importante hacerla en el momento adecuado.
La prueba más extendida es el test de embarazo casero que se compra en la farmacia, pero muchas mujeres optan por un análisis de sangre, por ser más preciso y fiable incluso antes de que se produzca la primera falta de menstruación.
Tanto uno como el otro son capaces de detectar la presencia de la hormona gonadotropina coriónica (hCG), la hormona del embarazo. Uno lo hace en la sangre mientras que el otro, en la orina de la mujer.
El test de embarazo que se puede comprar en las farmacias. Como ya hemos dicho, procura comprar un test lo más sensible posible.
Aunque hay tests que prometen un resultado desde la primera semana después de la concepción, lo más fiable es realizarlo con al menos un día de retraso. Aunque puede realizarse en cualquier momento del día, también se recomienda utilizar la primera orina del día, que tiene mayor concentración.
Realizarte el test con un día de retraso puede ser demasiado pronto para obtener un resultado fiable. Puede que hayas ovulado más tarde de lo pensado, por tanto lo recomendable para obtener un resultado fiable es realizar el test una semana después de la fecha prevista para tu periodo.
Si te haces la prueba de embarazo antes de tiempo lo que puede suceder es que arroje un falso negativo. Es decir, que el test diga que no estás embarazada cuando en realidad sí lo estás. Lo que sucede es que la presencia de la hormona gonadotropina coriónica aún no es detectable en la orina pues sus niveles son muy bajos.
Sin embargo, la cantidad de hCG en la orina en las primeras semanas de embarazo puede variar mucho de una mujer a otra. Por lo tanto, si la prueba ha dado negativa y la ausencia de menstruación persiste, deberás repetir el test a los tres o cuatro días.
Es importante que sepáis que en algunas mujeres puede producirse un sangrado falso o sangrado de implantación que se confunde con la menstruación cuando en realidad es un signo de embarazo. A diferencia de esta, el sangrado de implantación es un sangrado leve que dura uno o dos días, a lo sumo tres (nunca más de cinco) y es de color marrón.