Mi mujer no quiere practicar sexo conmigo. Parece que tengo que suplicar y me canso, estoy harto

Hola tengo treinta y tantos. Llevo 9 años casado y tres de relación. La verdad que en todo este tiempo mis relaciones sexuales creo que nunca han funcionado del todo bien. Siempre he pensado que a mi mujer no le gustaba el sexo, no se si en general o simplemente conmigo.
El caso es que cuando yo quiero tener sexo parece que tengo que pedir permiso o al menos trabajarme mucho el asunto. Me pueden decir que si o me pueden decir que no y no pasaría nada.
He detectado como si le gustase verme pedirlo. Esta situación ha echo que yo harto de estar siempre detrás de ella pues deje de decirle nada y en cuanto estoy un par de días sin decirle nada es ella que la con simplemente ponerse encima mía y restregarse un poco consigue lo que quiere.
He intentado negarme a hacerlo pero evidentemente no puedo, también he pensado en algún día cuando ella se niegue decirle que no me parece justo pero es que el otro día encima me dijo que no disfrutaba mucho y que por eso disminuía bastante la frecuencia.
Yo no se que pensar, no se si pudiera tener sus desfogues con alguien, en algunas ocasiones he pensado en mandar todo a la mierda y hacer mi vida, sexualmente hablando con otras mujeres pero es que tampoco quiero engañarla.
No se que hacer ¿alguien puede ayudarme?

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El comportamiento que expones acerca de tu mujer es normal y habitual en muchas mujeres casadas de tu edad. No significa en absoluto que tu mujer tenga relaciones extramatrimoniales, lo cual es poco probable tal y como lo has explicado.
En principio debes asumir que la disposición de tu mujer es así (y además, es normal). Sin embargo, puedes mejorar la relación sexual, para que, aunque siga sin tener demasiado interés, una vez se ponga... luego te lo agradezca...
Es bastante sencillo.
Lo único que tienes que hacer es seguir una pauta diferente durante el acto sexual. En principio, cuando te acerques a tu mujer, es probable que ella no muestre demasiado interés. Entonces, empiezas con un ligero masaje en la espalda y en el cuello. Es importante que no sea fuerte, puesto que las mujeres son muy sensibles, y si lo haces demasiado enérgico puede resultar molesto. Tras el breve masaje, la disposición de tu mujer habrá mejorado bastante.
A continuación, vas a tener que trabajar un poquillo... agáchate (es más cómodo si estás en la cama) y comienza (siempre con suavidad, y sobre todo al principio) a lamerle el coño a tu mujer. No te enredes en el agujero de la vagina, porque ahí prácticamente no siente nada. Dedícate con esmero a la parte superior, donde se encuentra el clítoris, pero con muchísima suavidad. Debes lamer muy lentamente y apenas rozando con la lengua, puesto que al principio está frío e hipersensible. Obviamente, es conveniente que tu mujer se haya dado un baño reciente antes de este tipo de actividad sexual.
Después de aproximadamente 20 minutos, tendrás a tu mujer a tus pies. Puedes ir cambiando la velocidad, así como los puntos donde interactuar. Pero siempre con prudencia, puesto que un exceso de velocidad o de presión puede romper la magia del momento y resultarle molesto a tu mujer...
Si notas que tu mujer se excita, puedes acompañar los lametones con caricias en los pezones, e incluso con suaves masajes en los pies. Y sobre todo, aunque estés cansado, ni aceleres el ritmo, ni aumentes la presión (a no ser que te lo pida ella misma), ni te pares hasta que tu mujer haya culminado su experiencia sexual. Si lo consigues, verás como estará mucho más agradecida contigo sexualmente.
Un saludo,
Sebas.
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Muchas gracias, por tus aclaraciones y por tus consejos. La verdad que intentar he intentado todo aunque te repito que te lo agradezco. Lo que me deja mucho más tranquilo es que me digas que es normal su actitud simplemente por la edad y por el tiempo que llevamos juntos.
Gracias otra vez.

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