Comunidades de propietarios

La LPH (Ley de Propiedad Horizontal), establece que el presidente se nombra por la Junta de Propietarios, por elección (normalmente se presenta un vecino voluntariamente), pero para el caso de que no haya acuerdo, se establece que recaiga en un propietario por sorteo o bien por turno rotatorio. En los casos en que el cargo recaiga en un propietario por turno o sorteo, este deviene obligatorio, no pudiendo negarse el propietario a ostentar el cargo salvo por motivos de imposibilidad para el cargo, debiendo solicitarle a un juez para que este le releve del cargo de presidente y nombre otro que le sustituya.
En la práctica se trata de un procedimiento poco útil, ya que entre la solicitud judicial y la resolución del problema, a bien seguro que el edificio estará sin presidente durante más de un año.
En casos como estos aconsejo siempre que el nuevo presidente se nombre a elección ( por acuerdo de todos en un propietario que se presente voluntario), y si hay mucho problema en ello que se nombre un administrador de fincas colegiado, que hará toda la labor de la Comunidad, en cuyo caso ya no se podrá alegar falta de tiempo para ser presidente. (El administrador lo suele hacer todo, aunque siga habiendo presidente).