Juego de mi hija

Hola, tengo una hija de cuatro años. La cuestión es que le da por jugar con la ropa. Saquea el ropero y la ropa limpia la mete en bolsas o la tira por los suelos. Lo pone todo patas arriba. Yo no sé cómo explicarle que se juega con los juguetes. A veces le grito, otras intento que razone y otras paso y cuando duerme recojo y no le digo nada para evitar que me de la jaqueca. La cuestión es que esto me agobia mucho. Siempre tengo las cosas desordenadas más las tareas cotidianas. Tengo cansancio mental pues es como si nunca terminará de arreglar la casa y nunca pudiera relajarme. ¿Cómo puedo quitarle esa obsesión por la ropa y que deje las cosas en su sitio para yo tener más tiempo y no agobiarme y enfadarme tanto?. Por otro lado cuando sale, tiene que llevar una mochila cargada de ropa y zapatos a la calle y si intento quitársela, monta un numerito y al final se sale con la suya. Por favor necesito ayuda porque esto me saca de quicio.
Respuesta
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Los niños o en realidad todas la personas, medimos consciente o inconscientemente el limite de los demás, esto mismo ha hecho tu hija, ha calculado cuanto es el limite que tiene sobre ti, lo que hace pensar que eres permisible, si no le marcas pautas de lo que es correcto y lo que no, ella seguirá aumentando su rango de dominio, puesto que solo es una niña es normal que lo haga, sin embargo tu como su madre debes marcar las pautas que de ninguna manera deben ser rotas o traspasadas sin tu completo consentimiento, esto solo lo logras siendo firme en tus decisiones, nada ganas gritándole a un niño debes enseñarle, educarlo.
La interactuacion con otros niños y medios que la estimulen a jugar con juguetes como cualquier niño Común (no normal, si no común, pues lo que ella hace es normal) podrá permitirle desarrollar este sentido de orientación.
Espero logres seguir adelante con tu niña, y recuerda que de nada vale molestarse a la final, solo te haces daño a ti misma
Muchas gracias por contestarme, en parte lleva razón, el problema es que la niña es tan estresante que a veces ya no quedan fuerzas ni para regañar. Además como no te escucha da la sensación de que se habla con la pared. Pero intentaré marcar poco a poco más límites. Gracias.

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