Referente al apartado de maquinaria, va a depender mucho del tipo de propuesta gastronómica, de la capacidad/espacio que dispones y lo que más nos duele, del presupuesto. De este modo debemos estructurar la cocina industrial según estos factores.
Para empezar a estructurar las zonas de trabajo, deberás hacer un croquis y dividir tu cocina en varias zonas: zona fría y zona caliente, y por otro lado zona fría y zona caliente. Estas divisiones te permitirán crear flujos de trabajo que mejoren la seguridad alimentaria y además ayudarán a la productividad de tu plantilla.
La primera división deberá ser zona limpia y zona sucia, ya que a partir de aquí estructuraremos la zona fría y la zona caliente. Tenemos que lograr que las zonas limpias no crucen con zonas sucias en el flujo de trabajo. A partir de aquí según las necesidades gastronómicas, deberemos dar diferentes capacidades a la zona caliente y a la zona fría.
Para saber el espacio que necesita cada cocinero es de 1,2mts para poder trabajar, así podremos dimensionar y ubicar a los empleados y sus flujos de movimiento dentro de la cocina.
Una vez hecho este croquis especificaremos qué maquinaria de hostelería vamos a necesitar según la capacidad. En la zona caliente podemos necesitar:
- Cocina con horno de 4 o 6 fuegos
- Plancha fry-top de 60cm-80cm de ancho
- Freidora de 2 cuerpos de 20 lítros
- Mesa de trabajo 120cm
- Campana de extracción con aportación
- Horno de convección
- Salamandra
- Microondas industrial
- Baño maría
En la zona fría podemos emplear cámaras frígoríficas, cámaras de congelación o armarios en su defecto. Dependerá de la capacidad del restaurante.
En la zona sucia vamos a encontrar mesas de trabajo de preparación de producto que irá a la cámara de refrigeración/nevera. También encontramos toda la zona de lavado de vajilla. Esta zona tiene que estar suficientemente separada de la zona limpia de modo que los camareros no crucen zonas limpias y sucias en el pase.
Todas las separaciones en zonas queda reducido a la nada cuando el restaurador quiere aumentar la capacidad de la sala en comensales, quitando espacio en la cocina, es por esto que es de suma importancia equilibrar estas capacidades para evitar embudos y ralentización del servicio.