Accidente laboral
Soy albañil desde hace 10 años y hace 4 meses tuve un accidente laboral que le paso a relatar.
El día del accidente estaba trabajando sin ayuda, colocando los ladrillos en una pared del sexto piso del edificio en construcción en esta ciudad. Finalizadas mis tareas verifiqué que habían sobrado aproximadamente 250 kilos de ladrillo. En vez de cargarlos hasta la planta baja a mano, decidí colocarlos en un barril y bajarlos con ayuda de una roldana que felizmente se hallaba fijada en una viga en el techo del sexto piso.
Bajé hasta la planta baja, até el barril con una soga y con la ayuda de la roldana lo levanté hasta el sexto piso, atando el extremo de la soga en una columna de la planta baja. Luego subí y cargué los ladrillos en el barril. Volví a la planta baja, desaté la soga y la agarré con fuerza de modo que los 250 kilos de ladrillos bajasen suavemente. Sorpresivamente, mis pies se separaron del suelo y comencé a ascender rápidamente, arrastrado por la soga. Debido al susto, irreflexivamente me aferré más aún a la soga y ascendí a gran velocidad.
En las proximidades del tercer piso me encontré con el barril que bajaba a una velocidad aproximadamente similar a la de mi subida, y fue imposible evitar el choque. Creo que allí se produjo la fractura de cráneo. No obstante, no me solté.
Continué subiendo hasta que mis dedos se engancharon dentro de la roldana, lo que provocó la detención brusca de mi subida y también quebraduras múltiples de tres dedos y la muñeca. El barril chocó contra el piso, su fondo se partió y todos los ladrillos quedaron desparramados.
Sin ladrillos, el barril pesaba aproximadamente 25 kilos, tal y como certificó el juez más tarde. Comencé a descender rápidamente hacia la planta baja. Hacia el tercer piso me volví a encontrar con el barril que subía. Este choque, que sólo me causó una contusión en la frente, felizmente disminuyó la velocidad de mi caída, de manera que cuando aterricé sobre la montaña de ladrillos sólo me fracturé la tibia.
Por desgracia, al caer solté la soga debido a los insoportables dolores que padecía, y pude ver el barril caer sobre mí antes de desvanecerme. Me rompió dos vértebras, pero por lo demás bien.
Tras tres meses de rehabilitación ya ando, a duras penas pero ando. Sólo sé trabajar en la construcción ¿Cree usted que en mi estado debo solicitar la invalidez permanente, o por el contrario debo luchar por volver a trabajar?
Gracias anticipadas.
Siempre suyo
Eutiquio Vázquez
El día del accidente estaba trabajando sin ayuda, colocando los ladrillos en una pared del sexto piso del edificio en construcción en esta ciudad. Finalizadas mis tareas verifiqué que habían sobrado aproximadamente 250 kilos de ladrillo. En vez de cargarlos hasta la planta baja a mano, decidí colocarlos en un barril y bajarlos con ayuda de una roldana que felizmente se hallaba fijada en una viga en el techo del sexto piso.
Bajé hasta la planta baja, até el barril con una soga y con la ayuda de la roldana lo levanté hasta el sexto piso, atando el extremo de la soga en una columna de la planta baja. Luego subí y cargué los ladrillos en el barril. Volví a la planta baja, desaté la soga y la agarré con fuerza de modo que los 250 kilos de ladrillos bajasen suavemente. Sorpresivamente, mis pies se separaron del suelo y comencé a ascender rápidamente, arrastrado por la soga. Debido al susto, irreflexivamente me aferré más aún a la soga y ascendí a gran velocidad.
En las proximidades del tercer piso me encontré con el barril que bajaba a una velocidad aproximadamente similar a la de mi subida, y fue imposible evitar el choque. Creo que allí se produjo la fractura de cráneo. No obstante, no me solté.
Continué subiendo hasta que mis dedos se engancharon dentro de la roldana, lo que provocó la detención brusca de mi subida y también quebraduras múltiples de tres dedos y la muñeca. El barril chocó contra el piso, su fondo se partió y todos los ladrillos quedaron desparramados.
Sin ladrillos, el barril pesaba aproximadamente 25 kilos, tal y como certificó el juez más tarde. Comencé a descender rápidamente hacia la planta baja. Hacia el tercer piso me volví a encontrar con el barril que subía. Este choque, que sólo me causó una contusión en la frente, felizmente disminuyó la velocidad de mi caída, de manera que cuando aterricé sobre la montaña de ladrillos sólo me fracturé la tibia.
Por desgracia, al caer solté la soga debido a los insoportables dolores que padecía, y pude ver el barril caer sobre mí antes de desvanecerme. Me rompió dos vértebras, pero por lo demás bien.
Tras tres meses de rehabilitación ya ando, a duras penas pero ando. Sólo sé trabajar en la construcción ¿Cree usted que en mi estado debo solicitar la invalidez permanente, o por el contrario debo luchar por volver a trabajar?
Gracias anticipadas.
Siempre suyo
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