Anónimo
Autoestima
Hola, me llamo maría tengo 40 años casada y con hijos.Soy muy insegura, mi cabeza esta trabajando comtinuamente, siempre he vivido para satisfacer a los demás lo que a creado una gran frustración porque a la larga no me siento recompensada. Pienso tan poco en lo que quiero que ya no se cuales son mis metas.Mi marido esta tan acostubrad a que hagamos siempre lo que el quiere que cuando ahora le doy una negativa tenemos el gran enfado y yo me siento culpable y acabo pensando que no tengo razón.no tengo fuerzas para aguantar la presión. Tengo baja autoestima desde que tengo uso de razón.No me se imponer y acabo metiendo la pata, tengo cuadros de ansiedad aunque creo que no son graves y aveces los controlo. Creo entender lo que me pasa pero no soy capaz de saber que hacer para cambiar. Gracias de antemano y un saludo
María
María
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Respuesta de Almudena García Peláez
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Es complicado vivir para complacer a los demás. Cuando te metes en esa dinámica, al final parece que nada de lo que hagas es suficiente, que las exigencias son mayores y tu, al no poder llegar (porque es imposible), te sientes culpable.
Debes volver a retomar tus metas en la vida, identificarlas y luchar por ellas. Probablemetne encontrarás barreras, en tu misma familia, pero la constancia, el no perderlas de vista, irán reforzando tu autoestima. No temas decir lo que piensas, aunque suponga un conflicto familiar, porque si no lo dices, ciertamente no hay conflicto familiar, pero hay conflicto personal, y tu no eres menos que nadie, tus intereses, tus opiniones, son tan valiosas como las de los demás.
Empieza por metas pequeñas, cotidianas, alcanzables, y poco a poco vete subiendo tu propio nivel de exigencia, sin embarcarte a priori en cambios demasiado globales, porque mientras no te sientas reforzada y recuperes algo la confianza en ti misma, será inalcanzable. Quédate con la máxima "nadie es más que nadie", es algo completamente cierto, y debes aplicártelo en tus relaciones con los demás.
Debes volver a retomar tus metas en la vida, identificarlas y luchar por ellas. Probablemetne encontrarás barreras, en tu misma familia, pero la constancia, el no perderlas de vista, irán reforzando tu autoestima. No temas decir lo que piensas, aunque suponga un conflicto familiar, porque si no lo dices, ciertamente no hay conflicto familiar, pero hay conflicto personal, y tu no eres menos que nadie, tus intereses, tus opiniones, son tan valiosas como las de los demás.
Empieza por metas pequeñas, cotidianas, alcanzables, y poco a poco vete subiendo tu propio nivel de exigencia, sin embarcarte a priori en cambios demasiado globales, porque mientras no te sientas reforzada y recuperes algo la confianza en ti misma, será inalcanzable. Quédate con la máxima "nadie es más que nadie", es algo completamente cierto, y debes aplicártelo en tus relaciones con los demás.